Conflictos ambientales en Argentina

Fuente: AGRUPACION ENVAR EL KADRI 22/03/2006

ANTE LA RESCICIÓN DE LA CONCESIÓN DE AGUAS ARGENTINAS

El 21 de marzo del 2006, mediante dos decretos de necesidad y urgencia el presidente Kirchner resolvió, por un lado, cancelar la concesión a la empresa privada Aguas Argentinas del servicio de agua potable y servicios cloacales en el área comprendida por la Ciudad de Buenos Aires y 17 municipios del Gran Buenos Aires y , por el otro, que la sustituyera en la prestación de ese servicio una nueva empresa estatal denominada Aguas y Saneamientos Argentinos, AySA, con un 90% de propiedad estatal y un 10% de propiedad participada de sus trabajadores.

Estas medidas tienen tan importante significado que merecen, además del más firme apoyo de la Agrupación Envar el Kadri, las siguientes consideraciones básicas:

Esa privatización se concretó en mayo de 1993, de características y consecuencias vergonzosas fue decidida y protagonizada por el ex_ presidente Carlos Menem y Maria Julia Alzogaray, con los argumentos de que la empresa estatal Obras Sanitarias no sólo estaba prestando un servicio ineficiente, deficitario y burocratizado sino que, además, no garantizaba las inversiones suficientes para extenderlo y garantizarlo a todos los habitantes de esa región, falencias éstas que iban a ser superadas ampliamente por la nueva empresa privada.

Aguas Argentinas aplicó para un servicio público de tanta trascendencia humana al pie de la letra los criterios básicos de la empresa privada capitalista, mucho más agravados por su condición monopólica en esa región y que por tratarse de una empresa extranjera en nuestro país que tuvo las conductas típicas de la mayoría de ellas, es decir: el mayor porcentaje de ganancia en el menor tiempo posible sin importarle las consecuencias finales sociales y económicas de esa explotación.

Despidió a casi la mitad de los trabajadores existentes, obtuvo en el período 1994-2000 tasas de beneficio promedio del 19% que duplicaban o triplicaban las obtenidas en Europa y los Estados Unidos, distribuyó esas enormes ganancias en forma irresponsable hacia distintos destinos en vez de garantizar con ellas las inversiones comprometidas, se endeudó por ello en el exterior por un monto cercano a los 450 millones de dólares y, lo fundamental, al terminar sus 13 años de concesión sobre 11 millones de habitantes en el Área Metropolitana, además de tarifas sobredimensionadas especialmente para los usuarios con servicio medido, deja en el gran Buenos Aires a 1.500.000 de personas sin suministro de agua potable y a 3.000.000 sin servicios cloacales, a centenares de miles con baja presión del líquido, con aguas contaminadas y a muchos de ellos con un exceso de nitratos que significa un peligro de vida para mujeres embarazadas y niños pequeños.

Encima de todo ello, con el mayor desparpajo, impudicia y soberbia, como consecuencia de la devaluación y pesificación - congelamiento de tarifas a partir del año 2001, demanda al Estado Nacional por un monto de 1.700 millones de dólares, invocando daños y perjuicios ante el CIADI, ente arbitral del Banco Mundial y exige al Estado o a la empresa privada que la reemplace que se haga cargo del pago de su deuda financiera externa de 450 millones de dólares ya mencionada.

Esta brevísima descripción de hechos ocurridos, de graves perjuicios a la sociedad y al Estado argentinos que esta privatización ha originado y puede llegar a originar, muestra elocuentemente que la misma ha sido una de las mas desastrosas decisiones tomada por Menem y mantenida por los gobiernos posteriores, con el beneplácito de todos los nativos y extranjeros que defendieron al neoliberalismo y culparon al Estado empresario, regulador y-o intervencionista de todos los males argentinos. Esperamos que esta lección sea bien aprendida y permanezca indeleble en la memoria de nuestro pueblo.

Con el rechazo del presidente durante mas de dos años al aumento de tarifas exigido por Aguas Argentinas, a pesar de las presiones de naciones centrales y del Fondo Monetario Internacional, con el mantenimiento de esa posición ante los probables candidatos privados a reemplazarla, con estos decretos de cesación de la concesión y de crear una empresa del Estado para reemplazarla -agregado a sus declaraciones posteriores a los mismos- Kirchner ha fijado una clara posición de soberanía y de justicia social: el suministro de agua potable y servicios cloacales son derechos humanos y sociales de toda la población que deben ser garantizados con las inversiones imprescindibles, el Estado debe asegurarlos y además debe fijar tarifas al alcance de los más humildes aunque ello signifique que se exijan subsidios del Tesoro Público.

También rechazamos el juicio ante el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencia relativa a Inversiones- organismo del Banco Mundial) que tiene presentado Aguas Argentina (compuesta por Suez, Aguas de Barcelona, Anglian Wather, etc.) por U$S1.700 millones. Sostenemos que solo la jurisdicción Argentina, mediante leyes y tribunales argentinos puede intervenir en un conflicto, si lo hubiera, entre una empresa radicada en el país , que opera en el país, con el Estado Argentino.

Para no repetir malas experiencias en la gestión estatal antes de esa y otras privatizaciones, frente a esta creación de Aguas y Saneamientos Argentinos, todos: usuarios, militantes y gobernantes debemos estar atentos y vigilantes para que no se repitan las situaciones de la ineficiente gestión, el crecimiento del aparato burocrático al ser utilizada la empresa por algunos como una especie de "feudo" propio político y sindical, de las distintas formas de prebendas y negociados con los proveedores privados que aumentan injustificadamente los costos y todas las demás anomalías que acumuladas generan un servicio ineficiente, moroso y desprestigiado para los millones de usuarios. Por el contrario, queremos una empresa estatal que sea un orgullo para todos los argentinos y que pueda ser mostrada al mundo como una muestra de la capacidad y honradez de sus directivos y trabajadores.

22 de marzo del 2006, AGRUPACION ENVAR EL KADRI.