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Fuente: IPS
, 8 de marzo de 2006
Mujeres contra la celulosa
Por Mario Osava
PORTO ALEGRE, Brasil, 8 mar (IPS) - El Día
Internacional de la Mujer empezó temprano para
las activistas de Vía Campesina en Brasil. A las
2.30 de este miércoles, 2.000 campesinas ocuparon
plantaciones de eucaliptos de la compañía Aracruz
Celulosa en Barra do Ribeiro, a 56 kilómetros de
Porto Alegre, en el sur brasileño.
Siete horas después, marchaban por la larga
avenida Ipiranga de Porto Alegre hasta la
Universidad Católica, donde tiene lugar desde el
martes hasta este viernes la segunda Conferencia
Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo
Rural (CIRADR) de la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La marcha incorporó a hombres de Vía
Campesina y a mujeres de otros movimientos, como
el de las Trabajadoras Urbanas, para sumar unas
3.500 personas que encontraron cerrado el portón
de la Universidad, protegido por una veintena de
policías. Lograron quebrar ese primer obstáculo
con gritos de triunfo y la canción tradicional
cubana "Guantanamera" emitida desde el camión que acompañaba la manifestación.
Pero las manifestantes no tuvieron acceso al
edificio donde se reúnen los diplomáticos y
funcionarios gubernamentales e internacionales
que participan en la CIRADR. Tras media hora de
negociaciones, una comisión de 50 mujeres pudo
entrar al auditorio principal de la conferencia,
al grito de "urgente y necesaria, reforma
agraria" y "mujeres unidas jamás serán vencidas".
Así pudieron leer el Manifiesto de las
Mujeres Campesinas a la II CIRADR "contra todas
las formas de violencia y explotación" sufridas
en Brasil, y defendiendo "reformas agrarias
integrales" a favor de la soberanía alimentaria
de los países. La intervención fue aplaudida por las delegaciones presentes.
Las mujeres también protestan "contra el
dominio autoritario" de las compañías
transnacionales y las políticas del Fondo
Monetario Internacional, del Banco Mundial y de
la Organización Mundial del Comercio, a la vez
que condenan los "desiertos verdes" de "las
enormes plantaciones de eucalipto, acacias y
pinos" destinadas a la industria de celulosa y papel.
Así se explica la ocupación de un huerto
forestal de Aracruz. Las mujeres, transportadas
en autobuses, ocuparon durante unos 40 minutos
las instalaciones de la empresa, donde solo
encontraron a un guardia, relató a IPS una
campesina que participó en la operación con sus
dos hijos adolescentes y no quiso identificarse.
El mensaje dejado en la empresa y distribuido
durante la marcha denuncia "las desgracias que
provoca el agronegocio en Brasil: destrucción de
la agricultura campesina, aumento de la
concentración de tierras, del desempleo y el
éxodo rural y una enorme destrucción ambiental".
El "desierto verde" invade áreas que deberían
destinarse a la reforma agraria y simboliza la
gran explotación agropecuaria que deja
"utilidades para pocos y pérdidas para toda la sociedad", añade.
"El gobierno concede miles de millones de
reales en crédito favorecido a las
transnacionales que producen para exportar, en
desmedro de alimentos para la población y la
naturaleza", dijo a IPS Adriana Maria dos Santos,
de la coordinación del Movimiento de Mujeres
Campesinas (MMC), una de las organizaciones de
Vía Campesina en Brasil, junto con el Movimiento
de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), el
Movimiento de Pequeños Agricultores y otros grupos.
Aracruz es líder mundial en producción de
celulosa blanqueada de eucalipto, con casi tres
millones de toneladas anuales y 261.000 hectáreas
plantadas en tres estados brasileños. El estatal
Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social
tiene 12,5 por ciento de su capital, y el resto
se reparte entre otras dos empresas brasileñas y un banco internacional.
El grupo brasileño Votorantim, cuya división
de celulosa y papel es dueña de 28 por ciento del
capital de Aracruz, y la sueco-finlandesa Stora
Enso producen también celulosa en Rio Grande do
Sul, donde tienen planes de expansión de sus áreas forestadas.
Stora Enso y Aracruz inauguraron en 2005 una
fábrica de celulosa en el estado de Bahía, con
una producción de 900.000 toneladas anuales.
Un eucalipto consume 30 litros de agua por
día, y el estado de Rio Grande do Sul, del que
Porto Alegre es la capital, ya tiene 200.000
hectáreas reforestadas para producir celulosa.
"Para nosotros esto es la muerte", afirmó la activista de MMC
Su movimiento es "feminista y socialista",
lucha tanto por la reforma agraria como por el
fin de la violencia contra las mujeres y derechos
femeninos como el de ser dueñas tituladas de las
tierras que el Estado les entrega, dijo.
En los asentamientos de la reforma agraria
brasileña, las mujeres son titulares de solo 12
por ciento de las áreas distribuidas, señaló
Marina dos Santos, una de las coordinadoras del
MST. La orientación dada por el gobierno para que
las mujeres también sean consideradas
propietarias ya está vigente hace algunos años,
pero no se cumple en muchas partes, explicó.
Por ello y para asegurar a las campesinas el
derecho a la jubilación, hay una campaña nacional
por documentación de las mujeres, que comprende
desde la obtención del certificado de nacimiento
y la cédula de identidad hasta el título de
propiedad de las tierras, destacó la dirigente
del MST. En Brasil hay nueve millones de mujeres
campesinas sin documentos de identificación, observó Adriana dos Santos.
Las mujeres brasileñas celebraron su Día
Internacional con amplias movilizaciones en
numerosas ciudades del país, con participación
destacada de las campesinas. En Recife, capital
del nororiental estado de Pernambuco, protestaron
contra la violencia de que son víctimas,
destacando que en este año 72 mujeres fueron asesinadas en ese distrito.
En la meridional Sao Paulo la manifestación
convocada por 80 organizaciones sociales esperaba
movilizar a 10.000 personas. Uno de los reclamos
es el fin de la penalización del aborto. En
Brasilia las dueñas de casa reclamaron el derecho
a la jubilación, apoyadas en una petición firmada por 1,8 millones de personas.
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