www.defensadelcobre.cl , 29 de septiembre de 2008

Transnacionales mineras:
El arte de no pagar impuestos

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Por Julián Alcayaga

Desde que las empresas norteamericanas iniciaron la explotación de la gran minería en Chile, en las primeras décadas del siglo XX, estas hicieron todo lo posible para disminuir o esconder sus utilidades, con el objetivo de disminuir o no pagar impuesto a la renta en Chile, pero como había un moderado control del Estado, tanto sobre las ventas como los gastos de estas empresas, de todas maneras las mineras extranjeras pagaban importantes impuestos en Chile. Todo cambió a partir de 1990, porque con el “laissez-faire” de los gobiernos chilenos, evadir la tributación se ha convertido en un verdadero arte para las transnacionales mineras.

En un artículo anterior, analizamos como estas empresas aumentan sus gastos y disminuyen sus utilidades, recurriendo a los precios de transferencia con empresas relacionadas. Ahora, analizaremos una forma aún más fraudulenta de evasión: Las pérdidas en los mercados de futuro del cobre, el mismo mercado donde, en 1994, J.P. Dávila perdió cerca de 170 millones de dólares de Codelco.

Después del juicio se supo, que la mayor parte de los millones que perdió Dávila, no fue por incompetencia o ignorancia, sino porque esas pérdidas eran a la vez ganancias para escogidos grupos financieros chilenos y extranjeros. Esta misma forma de perder dinero, es utilizado por las transnacionales mineras, de preferencia en épocas de alto precio del cobre.

El método es sencillo: una empresa minera vende en los mercados de futuro una cantidad de toneladas de opciones de cobre, porque espera que dentro de tres meses ese precio sea superior al precio actual, pero si el precio es inferior al pronosticado, se debe pagar la pérdida por la diferencia de precio. Esto genera una pérdida contable para la minera chilena, que se transforma en una utilidad para la empresa extranjera que efectuó la compraventa de esas opciones de cobre.

La empresa que obtiene la utilidad, necesariamente debe ser una empresa relacionada con la minera chilena, así la ganancia queda siempre dentro del grupo, pero fuera de Chile, y en nuestro país queda la pérdida para disminuir o no pagar el impuesto a la renta.

Hace unos 8 años, conocimos de esta forma de evasión, estudiando los balances de la Cía. Minera Mantos Blancos S.A., balances que podíamos estudiar porque es una sociedad anónima abierta que debe entregar sus balances en la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), y pudimos comprobar que esta empresa perdió en los mercados de futuros del cobre, 14 millones de dólares en 1994, y 49 millones de dólares en 1995, año de alto precio del cobre.

Gracias a estas “pérdidas” en los mercados de futuro, esta empresa quedó con pérdidas tributarias y no pagó impuesto a la renta, a pesar que en 1995, sus utilidades de explotación eran de 48 millones de dólares, que fueron absorbidas con los 49 millones de dólares perdidos en los mercados de futuro, que representaban ese año alrededor del 25 % de sus ventas, pérdidas que eran muy superiores a las que Juan Pablo Dávila provocó en Codelco en el mismo mercado en 1994, donde perdió solo el 8 % de sus ventas.

En Codelco despidieron a toda la plana mayor de la Corporación, por estas pérdidas comparativamente muy menores a las de Mantos Blancos, sin embargo, en esta última empresa no despidieron a los altos ejecutivos responsables de estas pérdidas. Por el contrario, los premiaron por tener la grandiosa idea de generar estas pérdidas.

Es así como, el Sr. Diego Hernández, Presidente de Mantos Blancos de la época, fue ascendido a Presidente de Minera Collahuasi, una empresa de mayor envergadura. Posteriormente, fue elegido Presidente del Consejo Minero, por su destacada labor en la dirección de Mantos Blancos generando pérdidas para dicha empresa. Actualmente, el Sr. Diego Hernández, es Presidente BHP Metales Básicos, es decir dirige todas las mineras de BHP en América del Sur, entre ellas Escondida.

A las personas que lean estas líneas, les debe parecer ilógico o que sea mentira nuestra, que premien a los ejecutivos que generan pérdidas a sus empresas, pero desgraciadamente para nosotros los chilenos, esa es la “ingeniería financiera” de la que se jactan las transnacionales, puesto que estas pérdidas se transforman en utilidades de empresas relacionadas de las mineras chilenas, que además se domicilian en paraísos fiscales, y de esta manera no pagan impuestos en esos paraísos fiscales ni tampoco en Chile.

Es decir, las pérdidas en los mercados de futuro, es una forma de traspasar utilidades al extranjero para no pagar impuestos en Chile, y por ello las transnacionales mineras, y en general todas las transnacionales, cualquiera sea el sector que se desempeñen, premian a sus directivos cuando generan pérdidas en Chile, para no pagar impuesto a la renta, y esas pérdidas se transforman en utilidades de sus empresas relacionadas en el extranjero.

En la actualidad, con el alto precio del cobre, este tipo de traspaso de utilidades a empresas relacionadas, debe estar ocurriendo en forma masiva, puesto que según un informe del SII, la recaudación tributaria de las empresas mineras, bajó en un 19 % el año 2007, respecto del año anterior, a pesar que el precio promedio del cobre fue un 7 % superior.

Hace unos días, bajé de www.svs.cl el balance por el año 2007 de Mantos Blancos, que ahora se llama Anglo American Norte S.A., pero ahora ya no reportan en el balance sus operaciones en los mercados de futuro, pero analizando su Estado de Resultados, podemos descubrir que entre mayores gastos y menores ventas, esta empresa disminuyó sus utilidades reales en alrededor de 120 millones de dólares, entre 2006 y 2007, lo que representa cerca de 50 millones de dólares de menores impuestos para el Fisco.

En efecto, la producción fue casi la misma, el precio promedio del cobre aumentó de 3,05 el 2006 a 3,23 dólares la libra el 2007, sin embargo las ventas de Anglo American Norte S.A., en vez de aumentar en 55 millones, disminuyeron en 26 millones de dólares, mientras que por otro lado, sus gastos de explotación aumentaron de 41 millones de dólares el 2007 en relación a 2006, año en que dichos gastos ya habían aumentado en otros 50 millones de dólares en relación al año 2005, lo que representaba un aumento de 17 % de sus costos de explotación. Así se va nuestro cobre.

Solo el S.I.I. tiene potestad para investigar por qué razón las mineras extranjeras disminuyen sus utilidades, cuando el precio del cobre aumenta. Queremos terminar con la siguiente información. La disposición tercera transitoria de la Constitución de 1980, dejó vigente la Ley de la Nacionalización de la Gran Minería de 1971, y en virtud de esta disposición, sin necesidad de cambiar la Constitución o de una nueva ley, tanto Anglo American Norte como Anglo American Sur (ex Disputada de Las Condes), pueden ser nacionalizadas por un simple decreto presidencial. Es la única forma que no sigamos perdiendo nuestro cobre.

Julián Alcayaga
Economista
www.defensadelcobre.cl