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www.defensadelcobre.cl,
24 de marzo de 2010
La nueva invariabilidad del royalty 2
Julián Alcayaga O.
La mayor parte de los
chilenos saben que lo que se conoce como royalty no es en realidad un
royalty o regalía minera, sino que un simple impuesto específico a
la minería, sin embargo, con la discusión de los últimos días, ha
quedado en evidencia que la mayor parte de los parlamentarios que votaron
esta ley, desconocen que este "royalty" goza de invariabilidad durante
15 años, y sobretodo desconocen que esta ley contiene una nueva e increíble
invariabilidad, que se produjo de la siguiente manera.
Cuando este proyecto
de ley (actual ley 20.026) se envió al Congreso, contenía una
disposición que otorgaba a las empresas mineras una invariabilidad
por 15 años sobre este impuesto específico, pero el proyecto original
no contenía ninguna disposición que garantizara que en el futuro
no se legislara para aplicar una verdadera regalía minera, porque
si el proyecto hubiese contemplado una disposición con este alcance,
ni siquiera se hubiera aprobado la idea de legislar en el Congreso.
Sin embargo, en el último trámite legislativo en el Senado, se introdujo
en el proyecto de ley una nueva invariabilidad: Por 15 años se les
garantiza a las transnacionales mineras que no se les podrá
aplicar una verdadera regalía minera.
Y por esta razón, el actual gobierno no puede aumentar el impuesto
específico a la minería, ni tampoco les puede aplicar una verdadera
regalía minera, por más mínima que sea. Como esta última disposición
no estaba en el proyecto de ley original, es necesario conocer como
es que ella se originó.
Cuando este proyecto
de ley pasó al Senado, los senadores democratacristianos liderados
por Adolfo Zaldivar, se negaron a apoyar el proyecto si no se excluía
del impuesto específico a la mediana minería nacional. Recién
a comienzos de mayo de 2005, el gobierno aceptó la petición de la
Democracia Cristiana de excluir de este impuesto a la mediana minería
nacional, pero este acuerdo con la DC no contemplada otras modificaciones.
Sin embargo, cuando el Ejecutivo ingresó las modificaciones al Senado,
efectivamente se eximía de este impuesto a una gran parte de los medianos
mineros chilenos, pero aprovechándose de esta modificación, el
gobierno también agregó la invariabilidad de la regalía o renta minera
de una manera muy sibilina.
Esto ocurrió de
la siguiente manera. Como faltaban pocos días para el 21 de mayo, y
con el pretexto que era necesario que el Presidente Lagos incluyera
este "gran" proyecto en su cuenta del 21 de mayo de 2005,
se le dio extrema urgencia al proyecto para aprobar estas modificaciones
en ambas Cámaras, lo que significaba que solo se procedería a votar
las modificaciones sin ningún tipo de discusión. Gracias a esta
extrema urgencia y falta de discusión, el gobierno y el poderoso
y bien organizado lobby del cobre se aprovecharon de esta celeridad,
para que junto con la exclusión de la mediana minería se incluyera
esta nueva invariabilidad tributaria, la que además tenía una presentación
muy anodina e imperceptible, y que decía simplemente: "y
agréguese al no 2) del artículo 2°: incluidas regalías, cánones
o cargas similares".
Fuera del contexto del
artículo 2°, esta inocua frase no permitía dimensionar sus alcances,
pero fue una verdadera puñalada por la espalda, que el ex Presidente
Lagos y/o su Ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre le dieron a la
minería chilena, ya que con esta pequeña frase se agregaba al artículo
11 ter del DL 600 la invariabilidad sobre las regalías mineras,
sin que el Congreso Nacional tuviera oportunidad de discutirlas. En
los hechos, con la Ley 20.026 o royalty 2, los cuatro Presidentes de
la República que sucederán a Lagos, no podrán legislar sobre cualquier
forma de royalty e incluso no se les podrá aumentar las patentes mineras,
porque gracias a esta ley, las empresas firmaban un contrato por
15 años con el Estado, que les garantizaba que ninguna nueva ley
les pueda cambiar las condiciones de ese contrato bilateral.
Pero la extrema urgencia
con la que el Ejecutivo pudo hacer aprobar estas modificaciones, no
exculpa a los senadores y diputados que aprobaron esta modificación
y no verificaran lo que aprobaban en el último minuto. No es aceptable
que a los parlamentarios se les pueda engañar como niños chicos, e
hipotequen nuestro cobre y nuestra soberanía legislativa, en favor
exclusivo de empresas mineras extranjeras. Ello tampoco puede exculpar
a los medios de comunicación, que mintieron por omisión porque nada
informaron al respecto. Peor aún, los medios presentaron el royalty
2 como un gran triunfo de Chile, siendo que con esta ley en vez de
aumentar la recaudación tributaria de la minería, ella disminuye considerablemente.
Y lo peor de todo, es que ahora, para la reconstrucción de nuestro
país, no se puede aumentar el royalty, pero, hay un pero muy importante,
se les puede aumentar el impuesto a la renta, porque estas empresas
renunciaron a dicha invariabilidad, del 11 bis del DL 600, al aceptar
la nueva invariabilidad del 11 ter del DL 600, que introdujo la Ley
20.026 En consecuencia se equivoca rotundamente la senadora Evelyn Matthei
cuando afirma: "no veo una rendija para subir los impuestos
a las mineras", ya que no existe ningún impedimento legal
o contractual para aumentar tanto el impuesto de primera categoría
como el impuesto adicional a la renta. Pero esto lo analizaremos en
nuestro próximo comentario sobre este tema.
Julián Alcayaga O.
Economista
www.defensadelcobre.cl
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