Fotógrafa Linde Waidhofer autoriza difundir su libro "La Patagonia Desconocida"
WesternEyePress.com
20 de mayo de 2011
Tenemos la esperanza de que mientras más gente
conozca esta Patagonia Desconocida, más fácil será
protegerla de un desarrollo destructor.
PARAISO
… O PARAISO PERDIDO?
¿Está siempre amenazada la belleza? ¿Debe ser la
perfección siempre un preludio del saqueo? Sin lugar a dudas, es
solo un accidente que el sur secreto de Chile sea tan virgen, tan
prístino. Un accidente de la geografía: la naturaleza se encargó de
poner obstáculos en el camino, literalmente obstáculos en el camino,
cerrando todas las rutas desde el populoso norte, poniéndole freno
efectivamente al desarrollo industrial moderno antes incluso de que
comenzara. ¡Qué suerte! El resultado es un lugar casi perfecto. Casi
intocado. Casi desconocido. Pero la suerte se puede acabar. Y muchos
en el sur sienten que la suerte de la Patagonia se está acabando.
¿Por qué? La Patagonia tiene ríos, muchos ríos, ríos que corren
libremente, ríos de los cuales puedes tomar agua sin siquiera
preocuparte de la contaminación. Pero cuando los ingenieros y
empresarios miran los ríos, ven represas, líneas de transmisión
y dinero. Algunos cuestionables acuerdos de gobierno durante
los problemáticos años de la dictadura de Pinochet entregaron un
ostensible control sobre los ríos de la Patagonia a empresas de energía
extranjeras y así comenzó una campaña de represar cada río libre de
Palena y Aysén para generar electricidad y enviar esta electricidad al
norte a través de la más larga línea de transmisión de alta tensión del
mundo. No solo una línea de transmisión, sino que dos, una de cada
lado, con torres de cientos de metros de alto, una lacra escénica de
la cual la Patagonia jamás se va a recuperar. Aun no ha sucedido. No
debiera suceder. Pero podría ser.
Incluso el paisaje más bello, más poético no se puede defender solo.
Necesita amigos. Defensores. Y quién va a defender a la Patagonia si
nadie sabe lo que hay allá? Es fácil llamar a Palena y Aysén “El secreto
del sur de Chile” y también es cierto que la mayoría de los chilenos
no tienen idea del tesoro que está escondido en el lejano sur. Ellos
no han visitado la Patagonia Desconocida. No la han visto. No se
han enamorado de ella. Así les pasó a los que necesitan contar la
historia, mostrar las fotos, alabar el paisaje e invitar a otros a visitarla.
Compartamos el sur mientras esté aun perfecto.
Quizá lo podamos mantener así.
¡Ojalá!
El libro se puede bajar de aquí:
Versión en castellano
Versión en inglés
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