Conflictos ambientales en Colombia

Fuente: www.redcalc.org , (23/07/04)

Descontaminación del Río Bogotá en retroceso

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El debate sobre la descontaminación del río Bogotá –que recorre 380 kilómetros por el centro de Colombia– está en retroceso, pues se han desconocido procesos y acciones legales tomadas hace menos de 4 años, aseguran senadores colombianos.

Lina Lozano, de Prensa Verde Bogotá, Colombia, julio 23 de 2004

Una epidemia infernal de mosquitos, aunada a los malos olores del contaminado Río Bogotá, que es bombeado para alimentar la Represa Energética del Muña, han llevado a los habitantes de la pequeña ciudad de Sibaté, cercana a la capital colombiana, a liderar el proceso de concertación social y política en pro de la descontaminación del Río Bogotá.

En la Cámara de Representantes los senadores Pedro María Ramírez, Miltón Rodríguez y Gustavo Petro, pusieron sobre el tapete el problema ambiental del Rio Bogotá y sus implicaciones. No solo para la localidad de Sibaté, sino para la región de Cundinamarca y los demás departamentos a nivel nacional que se ven afectados por los graves problemas que genera el deterioro de este importante cuerpo de agua.

De acuerdo con el periódico El Tiempo, la contaminación del Río Bogotá, en su recorrido de 380 kilómetros afecta a 41 municipios, donde habitan alrededor de 8,3 millones de habitantes.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, -CAR-, asegura que, sobre la cuenca del río habita cerca del 20 por ciento de la población del país y se genera el 28 por ciento de la actividad socioeconómica nacional.

El río recibe de los municipios 25.185 toneladas de carga orgánica al año y del Distrito 149.633. Para el 2020 se estima que la descarga de residuos sea de 49.811 toneladas por año en los municipios y en Bogotá de 240.455 toneladas.

Lo que ofrecen

De acuerdo con el Senador Gustavo Petro la discusión generada por la negación del Distrito a tramitar recursos para el funcionamiento de la Planta 1 de descontaminación, los dineros del Conpes gestionados por las entidades estatales ambientales y la generación de un nuevo estudio para ver la viabilidad del proyecto hasta el 2020, son una perdida de tiempo.

De acuerdo con Petro en el año 2000 el entonces Ministro de Medio Ambiente Juan Mayr decidió en virtud de la Ley 388 del Plan de Ordenamiento Territorial, establecer de manera inobjetable y como ente rector de la política ambiental, un programa de descontaminación del río Bogotá contemplada en la construcción de 3 plantas de tratamiento para su descontaminación hasta el año 2.020.

"No se trata de volver a estudiar una decisión tomada luego de casi 15 años de estudio, sino de asumir una ley que no puede ser variada por un alcalde. Se debe hacer valer el presupuesto estipulado, las líneas de financiación que se habían fijado, al igual que nos términos de las licencias ambientales y cambiar los parámetros de la discusión actual".

Para los ponentes de la Cámara de Representantes el que contamina paga y si el 93% de la contaminación del Río Bogotá es generada por el Distrito Capital, es él quien debe pagar la mayor parte de los costos de la descontaminación. Por medio de una sobretasa al impuesto predial y a la generación de un impuesto de tasas retributivas que incluyen tanto a los ciudadanos comunes como a las grandes industrias.

"Todo el mundo habla de medio ambiente pero nadie se compromete"

Hasta ahora y como lo muestra de manera muy clara el diario El Tiempo: La CAR, Planeación Nacional, el Distrito Capital y la Gobernación de Cundinamarca trabajan en la redacción de un documento Conpes para limpiar el río y definir la responsabilidad de cada uno en ese proceso. Según el Conpes propuesto por la CAR, el tiempo que demore la limpieza del río dependerá de los usos que se le quiera dar. Sin embargo las proyecciones económicas actuales aseguran que se requieren cerca de 1.600 millones de dólares para su saneamiento. Planeación Nacional se ofreció simplemente como acompañante del proceso y Bogotá no ha definido los recursos que destinará.

¿Qué pasará con Sibate?

Los problemas de salud que viven los habitantes de Sibate, podrían verse solucionados en parte por la suspensión del bombeo de aguas del río hacia la Represa del Muña, pero esto acarrearía altos costos tanto a la nación como a la empresa Engesa y dejaría a un gran número de habitantes de Colombia sin luz eléctrica.

De acuerdo con la representante Nancy Patricia Gutiérrez, en 1997 se dio la concesión de aguas para la represa del Muña, sin estudio ambiental alguno y luego dos años después se le pidió un estudio de acciones de mitigación de impacto ambiental.

Hoy, está a punto de vencerse el plazo de un fallo dado por el Tribunal Superior de Bogotá, que da a la firma operadora del Muña, 2 años para reparar el daño causado a la comunidad. Este fallo se formuló en respuesta a una acción legal interpuesta por cerca de 6.000 personas que piden a Engesa, una indemnización por daños ambientales amparados en el derecho colectivo y constitucional a un medio ambiente sano.

Lo que proponen:

La CAR ha propuesto tres estrategias de descontaminación: reducir y tratar los vertimientos de aguas residuales, mejorar la capacidad depuradora del río aumentando el caudal con la reforestación de la cuenca y por medio de la regulación de caudales de invierno y verano a través de embalses. Una opción a largo plazo que requiere de recursos.

Para la Corporación Autónoma Regional la acción prioritaria seria disminuir el impacto de las curtiembres en la cuenca alta del río Bogotá y la generación de contaminación orgánica de los habitantes de la capital en la cuenca alta.

Entre tanto los parlamentarios proponen en el caso de Sibaté y los otros municipios afectados, que las secretarias de salud de Cundinamarca y Bogotá hagan un estudio epidemiológico para establecer el estado de salud real de los habitantes de la zona y un concepto Neutral del Ministerio de Minas y Energía sobre el impacto ambiental del Muña, para determinar si se han desarrollado acciones de mitigación efectivas y en caso extremo si se debe parar o no el bombeo al Muña.

De igual manera creen que un porcentaje del dinero recaudado por concepto de descontaminación del río Bogotá, debería beneficiar a los municipios afectados a nivel nacional.

Finalmente los senadores colombianos pedirán oficialmente este martes al Presidente Álvaro Uribe Vélez que se desarrolle, lo antes posible, un Consejo Comunal de Gobierno en Sibaté para que se fijen responsabilidades, competencias y compromisos sobre la descontaminación del Río Bogotá.

Hasta el momento se han emprendido las siguientes acciones:

La CAR empezó la intervención de los 146 mataderos y 190 curtiembres de la jurisdicción que botan cromo y sulfuro al río. El plan contempla cierres. Los desechos bovinos taponan las plantas de tratamiento, que fueron diseñadas para tratar cargas domésticas de 100.000 habitantes. Los desechos de un bovino equivalen a los que producen 300 personas. Están en curso obras civiles para mejorar el ambiente de los habitantes de Sibaté.

Emgesa, la empresa encargada de generar la energía en el Muña, ha invertido 12.000 millones de pesos en el secado de 141 hectáreas de las colas de la represa próximas a Sibaté para distanciar los olores y ha construido canales para circular el agua que represan los cultivos expandidos en ese terreno. Adicionalmente, asegura que se han transferido 114.000 millones de pesos a los municipios y Corporaciones Regionales para que hagan lo suyo en conservación.

Al margen del debate.

La recuperación del Río Bogotá generaría en el largo plazo recursos cercanos a los 100 millones de dólares anuales y las propiedades de 10 km a la redonda de la ronda del río se valorizarían. El grado de contaminación ambiental del río en la parte central de la Sabana de Bogotá es tal que municipios como Mesitas del Colegio, Tena, La Mesa, Anapoima, Apulo, Agua de Dios, Girardot y Ricaurte no tienen acueducto, ni posibilidades de usar agua para riego o consumo humano y muchos deben comprar el agua al Acueducto de Bogotá.

Las decisiones tomadas alrededor el Río Bogota pueden poner en aprietos la generación de Energía del país y dejarle al distrito capital una millonaria demanda de la empresa francesa por haber cesado la operación de dicha firma en el proceso de descontaminación inicial del río.

Las cerveceras generan índices de contaminación equivalentes a los generados por 900 mil habitantes, entonces ellos deberán aportar un dinero equivalente a dicho porcentaje de contaminación. Ello de acuerdo con las políticas tributarias del principio " el que contamina paga.