Opinión:
27 de Marzo del 2004

por  Lucio Cuenca Berger *

El año 2004 fue un buen comienzo para el grupo Luksic y su Compañía Minera Los Pelambres (CMLP), al situarse como una de las empresas de más bajo costo de operación del rubro. El año 2003 el costo directo promedio fue de 29,3 centavos de dólar (cash costs) por libra de cobre, constituyéndose en un ejemplo de eficiencia y rentabilidad en el ámbito chileno e internacional. Esta semana, el precio mundial del cobre está llegando a una cifra récord de US$1,40, ante lo cual por cada libra producida, CMLP obtiene una ganancia de US$1,11, un factor que sin duda pone muy felices a los dueños y ejecutivos de esta multinacional.

Uno de los aspectos muy discutidos hoy es el no pago de royalty, es decir, el precio por extraer un recurso no renovable de propiedad del Fisco. Esto constituye un subsidio que hoy día las empresas mineras lo suman a sus utilidades, aspecto que si bien no es materia de este artículo, no se puede dejar de mencionar.

Sin desconocer la habilidad de esta empresa para gestionar un negocio de estas características, surgen dudas respecto de la ayuda o subsidios encubiertos que el Gobierno le ha entregado permanentemente, la externalización de costos ambientales. Es así como desde un comienzo, CMLP ha recibido una serie de facilidades para emprender sus proyectos e iniciar su expansión. En materia medio ambiental, esta empresa ha desoído permanentemente las demandas, exigencias y rechazos de diversas comunidades. Un ejemplo de ello, lo constituye la instalación de un terminal marítimo en medio de la Bahía Conchalí, en Los Vilos, proyecto que ya ha presentado una serie de infracciones por la contaminación de las aguas y que fue aprobado pese a la tenaz oposición de los pescadores artesanales de la zona.

Siguiendo una similar estrategia, Minera Los Pelambres construyó un gigantesco tranque de relaves en la localidad de Cuncumén, en Salamanca, que amenaza con borrar literalmente del mapa a ésta y otras localidades, en caso de ocurrir un colapso en sus funciones.

Permitir que CMLP se instale en lugares como los anteriormente mencionados, es una forma de subsidiar a esta empresa. Realizar sus actividades en otros lugares alejados de comunidades y actividades económicas preexistentes, es una cuestión de costo y permitir esto es una forma de contribuir a la reducción de éstos.

Como una forma de expandir su ya poderoso dominio minero en la Región de Coquimbo, la semana pasada el Grupo Luksic esperaba con nerviosismo la aprobación por parte de la Corema, de un nuevo tranque de relave que será construido en el valle del Pupío, en la comuna de Los Vilos. Finalmente, ayerA fue aprobado el proyecto. De ese modo, se levantará una muralla de 240 metros de altura y se inundará un total de 2 mil 200 hectáreas con residuos mineros. Además del peligro que representa vivir bajo un gigantesco tranque de relave, éste se instala sobre el estero del mismo nombre, afectando el curso de agua y las napas subterráneas. En resumen, todo el sistema hidrológico de la zona, que incluye el abastecimiento de agua a esta comuna. No suficiente con esto, este nuevo tranque sepultará El Bosque del Mauro, patrimonio natural único de Chile, que al igual que el Bosque El Bato, en Illapel, están condenados a una violenta desaparición.

La estrategia de biodiversidad regional elaborada por la Conama, incluye la Quebrada Las Hualtatas, entre los sitios prioritarios a proteger, por el interés de conservar su flora y fauna, particularmente, por las colonias de guanacos existentes, sitios que deberían tener algún grado de protección al año 2010. Sin embargo, con la implementación de este proyecto, CMLP también la sepultará con un nuevo depósito de estériles.

El proceso de evaluación ambiental de esta nueva expansión de CMLP ha estado marcado por las irregularidades. Las continuas presiones políticas que el Gobierno realiza a través de la máxima autoridad regional, en este caso el intendente y la directora regional de Conama, encargada de coordinar y administrar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), son un claro ejemplo de ello. La opinión técnica de los servicios públicos que participan de la evaluación del proyecto, está siendo desestimada. Mientras éstos afirman que la evaluación requiere de un nuevo informe complementario, la autoridad política desconoce dichas opiniones y se dispone a emprender un proyecto, al margen de las consideraciones sociales y ambientales.

El intendente regional, Felipe del Río, ha postergado en dos oportunidades la votación de la Corema, para aprobar la expansión de Minera Los Pelambres, y no por que no tenga los votos para ello, sino porque la decisión política ya está sobre la mesa. Los seremis y gobernadores están alineados con la orden del Ejecutivo. Está fresca en la memoria lo ocurrido al Seremi de Vivienda de Valparaíso, despedido por el Ministro Jaime Ravinet, al tener la osadía de votar en contra del uso de Pet-Coke como combustible para una fábrica de cemento.

Es posible que CMLP siga exhibiendo resultados económicos extraordinarios, pero debemos ver lo que hay tras las cifras de este éxito. Tener los costos más bajos de la industria, transfiriendo éstos al conjunto de la sociedad chilena, arrasando con el patrimonio ambiental, natural, arqueológico, cultural y social de la provincia del Choapa, no se condice con el criterio de compromiso hacia el medio ambiente y, al mismo tiempo, es un contrasentido con el adeudo ante la comunidad internacional, que tan abiertamente pregona el Gobierno chilen,o en distintas instancias y convenios internacionales.

Aprobar la ampliación de CMLP, como la empresa pretende, significa que toda la sociedad chilena está subsidiando las actividades de uno de los grupos económicos más poderosos de nuestro país.

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(1) El cash cost corresponde al costo directo de extraer, tratar y refinar el mineral. El costo total de producción se compone de este indicador, más los gastos financieros.

(*) Lucio Cuenca Berger es coordinador del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA).