El 20 de enero se realiza un paro histórico en Ecuador en contra de la minería a gran escala. En un acontecimiento histórico, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador está llamando a que se prohiba la mineria a cielo abierto en Ecuador. Un gran número de organizaciones se unirán a este paro, como respuesta a la política del presidente ecuatoriano Rafael Correa a la que consideran "crecientemente neoliberal" . Con ello hacen referencia a la aprobación muy reciente de la Ley Minera, así como a algunas de sus inicialmente revolucionarias propuestas económicas, ambientales y sociales que ahora se tambalean.
Los grupos indígenas aseguran que su objetivo no es desestabilizar la democracia
"No somos aliados de la derecha, nuestra lucha siempre ha sido fiel y consecuente con el pueblo, organizaciones, sectores más pobres y humildes de nuestra Patria", destacó ayer Humberto Cholango, presidente del Ecuarunari.
Esto lo dijo en rechazo a las declaraciones que el presidente Correa hizo el último fin de semana, cuando acusó al Movimiento Indígena, que convocó a una movilización nacional para hoy, de ser "aliados de la derecha".
Aclaró que no buscan desestabilizar la democracia y que no hay conspiración, sino que quieren "acabar con el modelo neoliberal oligárquico y con la injusticia, y pedir que se debata la Ley Orgánica de Aguas para terminar con la privatización y acaparamiento y no pase como lo que ocurrió con la Ley Minera".
Resaltó que hoy saldrán "pacíficamente miles de personas a reclamar sus derechos", por lo que la medida se evidenciará en la toma de vías en todas las provincias y marchas especialmente en Cuenca, Loja y Quito.
Mientras tanto, Marlon Santi, presidente de la Conaie, advirtió que la medida será "indefinida".
Finalmente, se supo que la Fuerza Pública tiene la orden de adoptar medidas para prevenir cualquier acto de violencia. (NST)
Organizaciones comunitarias exigen al Congresillo que el Proyecto de Ley Minera sea archivado
Ley Minera: Gobierno ecuatoriano dispuesto a dialogar con comunidades
Las protestas de comunidades indígenas y campesinas opuestas al proyecto minero del Gobierno ecuatoriano entraron en una tregua. De a poco, las carreteras de las provincias del sur del país, han ido habilitándose; sin embargo, seis personas, entre ellos dos de la tercera edad (en Cuenca) iniciaron una huelga de hambre.
La liberación del tráfico en las principales vías se da en atención a lo manifestado por las autoridades gubernamentales, quienes aseguraron iniciar el debate si es que las carreteras eran desbloqueadas. Por su parte, los manifestantes esperan que esta invitación no sea un gesto demagógico encaminado a posicionar mejor al partido de gobierno en las elecciones que se avecinan, pues -según dicen- ninguna propuesta enviada por las organizaciones sociales ha sido incluida en el documento.
A más de cuestionar el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía para reprimir las manifestaciones, los dirigentes anunciaron una protesta generalizada, a la cual se unirá la Confederación de Indígenas del Ecuador, CONAIE, para el 20 de este mes. Como parte del diálogo, esperan que una delegación de la Comisión Legislativa visite las fuentes de agua del Austro ecuatoriano, donde se ubican las concesiones mineras.
Mientras el Gobierno critica las manifestaciones, las comunidades resaltan el sentido patriótico de su lucha y aseguran que está apegada a lo que dispone la Constitución Política ecuatoriana respecto del agua y de los derechos de la Naturaleza. Rechazan la minería a gran escala pero proponen reglamentar el funcionamiento de la minería artesanal, pues es fuente de trabajo para cientos de familias pobres del campo.