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La Jornada, 6 de octubre 2010 Cuatro muertos, tres desaparecidos y 123 heridos
Cerca de 40 kilómetros cuadrados cubrió el lodo rojizo altamente contaminante La sustancia, necesaria para fabricar aluminio, amenaza con contaminar el Danubio El fango contiene metales pesados y es ligeramente radiactivo: Unidad de Desastres Naturales El pueblo de Kolontar, a unos 160 kilómetros de Budapest, Hungría, alberga depósitos de bauxita de la fábrica de aluminio MAL AG, donde ocurrió una fuga de este material al estallar un contenedor de reserva. El derrame inundó casas, cultivos y amenaza varios ríos. Fue decretado el estado de emergencia. Dpa y Reuters Periódico La Jornada Budapest, 5 de octubre. Un vertido de bauxita (principal material para la fabricación de aluminio) en el oeste de Hungría provocó la muerte de al menos cuatro personas y más de cien resultaron heridas. Varios pueblos fueron afectados en la peor catástrofe ecológica en el país centroeuropeo, que obligó al gobierno a decretar el estado de emergencia en varios condados, y amenaza con contaminar una superficie de 40 mil kilómetros cuadrados y el río Danubio. Desechos producidos durante el proceso de refinamiento de la bauxita se derramaron ayer tras romperse un contenedor de reserva en la planta de Ajkai Timfoldgyar Zrt, propiedad de MAL, y un vertido de lodo rojo se extendió por el pueblo de Kolontar y otras dos localidades. El accidente provocó la muerte de cuatro personas, entre ellas dos niños de Kolontar, informaron las autoridades. Los equipos de rescate buscan a cinco personas que están desaparecidas Hasta este mediodía se reportó la fuga de un millón de metros cúbicos de barro tóxico, dijo Zoltan Illes, secretario de Estado para Medio Ambiente. Los equipos de intervención especializados no habían conseguido sellar la fuga, al cierre de esta edición. El gobierno impuso el estado de emergencia en los distritos de Veszprem, Vas y Györ. Viktor Orban, primer ministro húngaro, señaló que el vertido pudo originarse por un error humano. "No tenemos información ni señales que indiquen que este desastre pudiera tener causas naturales". No obstante, aseguró que las pruebas indican que no existe riesgo de radiación. La devastación llegó a tal nivel que en Kolontar y en la vecina Devecser los equipos de intervención encontraron que el barro rojo tenía un metro de altura. El fluido rojizo inundó cientos de casas, coches y jardines. En la ribera del río Marcal se hallaron peces muertos. "No encuentro palabras", dijo un hombre de 25 años, citado por el portal de Internet nol.hu. "Corrí hacia la colina y vi cómo la marea inundaba mi coche", añadió. Pobladores de Kolontar, el poblado más cercano a la reserva rota, intentaban recuperar sus pertenencias, pero la policía no les permitía volver a sus casas. "Mi tina está repleta de este lodo (...) cuando el dique estalló hizo un ruido terrible. Estaba en mi patio y tuve que correr escaleras arriba pero el agua subía más rápido de lo que yo podía correr", dijo a Ferenc Steszli, de 60 años. Las tierras de cultivos quedaron cubiertas del lodo y muchas cabezas de ganado murieron en el desastre. La catástrofe química sucede luego de que el lunes se reventó el lugar donde la empresa MAL almacena este barro de bauxita por razones que todavía se desconocen. El fluido tóxico cayó en un estanque y se mezcló con la crecida de las aguas que desde hace días afecta a la zona. El vertido anegó Kolontar y poblaciones vecinas. Unas 400 personas fueron desalojadas. Después que el vertido llegó al río Marcal, el material corrosivo podría acabar en los ríos Raba y Danubio, dijo Illes. Además, una superficie de 40 mil kilómetros cuadrados está en peligro. La unidad de respuesta a desastres informó que las cuadrillas de limpieza vertían yeso en un río cercano para ayudar a neutralizar el derrame y se intentaba evitar que el lodo llegue al Danubio, importante vía fluvial europea. Por ahora no se pueden cuantificar los daños. En 2000, en la localidad rumana de Baia Mare, en el noroeste del país, no lejos de Hungría, reventó un depósito de un barro claro que contenía cianuro procedente de una mina de oro. La oleada tóxica causó la muerte masiva de peces en el río Tisza, en el tramo de Hungría y Serbia. Una experta de Greenpeace señaló que el impacto del vertido podría ser mucho mayor que un derrame de cianuro que el de Baia Mare, cuando resultaron contaminados los ríos Tisza y Danubio. "Este desastre es siete veces más grande que el incidente en Baia Mare. El impacto ecológico puede ser muy amplio y es probable que lleve mucho tiempo en neutralizarse, porque los metales pesados y la soda cáustica forman una mezcla muy peligrosa", explicó la experta Katerina Ventusova. El barro de bauxita en Kolontar se almacenaba en depósitos abiertos. La fábrica de aluminio MAL AG, en la localidad húngara de Ajk y con depósitos cerca de Kolontar, perteneció en el pasado a un conglomerado estatal pero tras la caída del comunismo fue privatizada. MAL Srt indicó que no hubo indicios que pudieran prevenir el desastre, y sostuvo que el lodo rojo no está considerado como residuo peligroso según las normas de la Unión Europea. La Unidad de Desastres Naturales definió el lodo rojo como "subproducto de la producción de alúmina. La sustancia densa y alcalina tiene un efecto cáustico en la piel. El fango contiene metales pesados, como el plomo, y es ligeramente radiactivo. Inhalar su polvo puede causar cáncer de pulmón". El organismo recomendó la población limpiar el fango con agua para neutralizar la sustancia. Videos del desastre: |