Red Latinoamericana contra el monocultivo de árboles (RECOMA)

Comunicaciones OLCA, 17 de mayo de 2007

El llamado de la Red Latinoamericana contra el monocultivo de árboles
Carta de RECOMA a la conferencia sobre fábricas de celulosa

Relacionado:

El siguiente es el texto de la carta que la Red Latinoamericana contra el monocultivo de árboles hizo llegar a cada uno de los participantes a la conferencia "Papel para el Mundo – Problemas para la Región. Producción sustentable de pulpa en América Latina", que se realizó ayer en Bruselas.

Para: Señores y Señoras participantes de la Conferencia "Papel para el Mundo – Problemas para la Región. Producción sustentable de pulpa o Tiempos Violentos (en inglés hace referencia al titulo de la película Pulp Fiction)

De: Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles

Bruselas, 16 de mayo de 2007

En nombre de la Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Arboles, quisiéramos manifestar nuestra opinión a través de esta carta que agradecemos desde ya pueda ser difundida durante esta importante conferencia.

Tenemos una profunda preocupación por la posible instalación en breve plazo de un número no determinado aun de fábricas de celulosa por parte de empresas suecas, finlandesas, noruegas y de otras procedencias en la región Sur de nuestra América Latina, concretamente al Sur de Brasil, Argentina y Uruguay. Hay además un fenómeno de expansión de empresas europeas del sector forestal y de empaques como es el caso de Smurfit Kappa, de capital irlandés y holandés en Colombia. Es por ello que consideramos que es de suma importancia que nuestros motivos de preocupación sean tenidos en cuenta durante este evento.

En primer lugar, es importante destacar la escala de estos emprendimientos y sus posibles impactos acumulados en caso de que efectivamente se concretaran. En su mayoría son proyectos de alrededor de 1.000.000 de toneladas de producción de celulosa, cifra que duplica la capacidad de producción de la mayoría de las fábricas instaladas en Europa.

Por la experiencia ya conocida en nuestros países, podemos afirmar que hay serias deficiencias en las evaluaciones de impacto ambiental y planes presentados por estas empresas, entre otras:

- las evaluaciones no cumplen con las reglas que impone el método científico: son vagas en sus afirmaciones, contienen contradicciones y no presentan fuentes bibliográficas que permitan constatar la veracidad de las afirmaciones
- no incluyen, de manera clara, información sobre los posibles efectos físicos, biológicos, sociales y de salud
- carecen de evaluaciones de riesgos y manejo de los mismos o si pueden ser prevenidos o evitados y quiénes serán los potencialmente afectados
- no se llevan a cabo estudios acerca de los posibles impactos sociales negativos de estos emprendimientos, tanto en materia de previsibles pérdidas de empleo vinculadas a los efluentes líquidos y las emisiones gaseosas (y con fuerte olor desagradable) de las plantas de celulosa, como de los posibles impactos sobre la salud de la población local
- no se toman en cuenta las pérdidas de empleos legítimos de las actividades turísticas y agropecuarias que se realizan en las zonas donde se pretenden instalar
- se exageran los números de empleos que generarían estos emprendimientos con fines propagandísticos (hay empresas que hablan de 8.000, 15.000 y hasta 20.000 empleos) sin que existan fundamentos para ello
- casi sin excepción las empresas hablan de inversiones de más de mil millones de dólares cuando las propias empresas afirman que el 80 % de esa inversión se realizará en Europa.

Es también importante señalar los impactos que las plantas tendrían en materia de uso de la infraestructura carretera de nuestros países debido al tránsito de cientos de camiones con cargas de 40 o más toneladas. Ya se constatan graves impactos, tanto en los caminos rurales como en las rutas nacionales, que deben ser sometidos a constantes reparaciones a costa del erario público. Dichos impactos se agravarían en caso de que se ampliara el área forestada para abastecer a las plantas proyectadas. Al mismo tiempo, dichos impactos serían aún más graves en los accesos a las plantas de celulosa, provocando además congestiones en el tránsito y aumentando las posibilidades de accidentes graves.

En muchos de nuestros países ya se ha constatado y existe mucha documentación sobre los graves impactos ambientales y sociales producto de las plantaciones forestales ya existentes, que se agravarían en caso de que la superficie plantada se ampliara a los niveles necesarios para abastecer la serie de fábricas de celulosa que se pretenden instalar en la región. Entre muchas otras, desalojo de la población local, escasas oportunidades de empleo en condiciones de trabajo inadecuadas, concentración de la tierra en manos de empresas nacionales y extranjeras, transferencia de cuantiosos recursos económicos de toda la población hacia el sector forestal y celulósico a través de subsidios directos e indirectos, agotamiento y contaminación de los recursos hídricos, degradación de suelos, contaminación de agua y suelos por el uso masivo de agrotóxicos e impactos graves sobre la fauna y aparición de plagas que afectan a otras producciones agropecuarias

Existen además ya, problemas no resueltos en torno a la instalación de la fábrica que está construyendo la empresa finlandesa Botnia sobre el río Uruguay:

1) Una disputa internacional entre Uruguay y Argentina con impactos negativos en ambos países
2) Un reclamo formal de la población ribereña del lado argentino por no haber sido consultada
3) Un cuestionamiento acerca de la legalidad del otorgamiento de zonas francas ya otorgadas
4) Un cuestionamiento acerca de la legalidad del uso de enormes volúmenes de agua y su posible contaminación luego de la aprobación de la reforma constitucional del agua en las últimas elecciones en Uruguay.

Es fundamental destacar la existencia de una creciente oposición social a estos proyectos, tanto en lo referente a las plantaciones a gran escala como a las plantas de celulosa que se manifiesta en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay, por los graves impactos ambientales y sociales, que agravarán aun más los problemas que viven nuestros países y nuestra gente.

Por todo lo anterior solicitamos que no solamente tengan en cuenta nuestras voces sino que exista un fuerte pronunciamiento de parte de ustedes contrario a la ampliación de las áreas de monocultivos forestales y la instalación de fábricas de celulosa en nuestros países. Necesitamos de ustedes una firme voluntad de apoyar a los pueblos latinoamericanos para mantener la soberanía sobre nuestra tierra, nuestros bosques, nuestra cultura y así poder mejorar las condiciones de vida de nuestra gente.


Versión en inglés:

To: The Participants at the Conference "Paper for the World - Problems for the Region! Sustainable pulp production in Latin America or just pulp fiction" to be held in Brussels on May 16, 2007

From: Latin American Network against Monoculture Tree Plantations


Brussels, May 16 2007

Through this letter and on behalf of the Latin American Network against Monoculture Tree Plantations we would like to make our opinion known. We would be grateful if you would disseminate it during your important Conference

We are deeply concerned by the possible installation of a still undetermined number of pulp mills of Swedish, Finnish, Norwegian and other origins in the Southern region of our Latin America, specifically in the South of Brazil, Argentina and Uruguay. There is also an expansion of European companies in other countries like in the case of Smurfit Kappa in Colombia, a joint Dutch and Irish invesment. We consider it to be of great importance that the reasons for our concern be taken into account during this event.

In the first place, it is important to highlight the scale of these pulp mills and their possible accumulated impacts in the event that they are effectively put into operation. Most of them are projects to produce some 1,000,000 tons of pulp, a figure more than twice the production capacity of most factories installed in Europe.

From experience acquired in our countries, we may affirm that there are serious shortfalls in the environmental impact assessments and plans submitted by these companies. Among others:

- the assessments do not comply with the regulations imposed by a scientific method, they are vague in their affirmations, contain contradictions and do not submit bibliographic sources to enable the truth of the affirmations to be verified.
- they do not include clear information on possible physical, biological, and social effects or on effects on health.
- they lack risk assessment and risk management or whether the risks can be prevented or avoided and who would potentially be affected.
- studies are not being made on the possible negative social impacts of these projects, either in terms of foreseeable loss of employment linked to liquid effluents and gas emissions (with a strong disagreeable smell) released by the pulp mills, or on the possible negative impacts on the health of the local population.
- the loss of legitimate jobs in tourist and farm activities taking place in areas where they intend to install monoculture tree plantations or pulp mills is not taken into account.
- the number of jobs generated by these projects are exaggerated for propagandistic reasons (some companies talk of 8,000, 15,000 and up to 20,000 jobs) with no real basis.
- almost without exception, the companies talk of investments exceeding one thousand million dollars, when the same companies affirm that 80 percent of this investment will be made in Europe.

It is also important to note the impacts of the pulp mills on the use of the highway infrastructure in our countries caused by the transportation of hundreds of trucks with loads of 40 or more tons. Serious impacts have already been identified, both on the rural roads and on national highways that need constant repair at the expense of public finance. Such negative impacts will become more serious in the event that the area under tree plantations is increased to supply the projected pulp mills. At the same time these impacts will become even more serious in the accesses to the pulp mills, causing bottlenecks and increasing the possibility of serious accidents.

In many of our countries, the serious environmental and social impacts produced by the existing monoculture tree plantations have already been noted and there is much documentation available on the issue. They would become even more serious in the event that the planted area is increased to supply the series of factories expected to be installed in the region. Among many others, the eviction of the local population; scant job opportunities or jobs under unsuitable working conditions; land concentration in the hands of national and foreign companies; transfer of considerable economic resources from the whole population towards the forestry and pulp sector through direct and indirect subsidies; depletion and contamination of water resources; soil degradation; water and soil pollution due to intensive use of agro-chemicals and serious impacts on fauna, together with the emergence of pests affecting other farm crops.

Other, unsolved problems already exist involving the installation of the factory being built by the Finnish company, Botnia, on the Uruguay River:

1) An international dispute between Uruguay and Argentina with negative impacts on both countries;
2) A formal complaint made by the riverine population on the Argentine side, because they were not consulted;
3) Questioning of the lawfulness of having granted industrial processing zones;
4) Questioning of the lawfulness of using enormous volumes of water and possibly contaminating it, following the adoption of constitutional reform regarding water during the last elections held in Uruguay.

The existence of growing social opposition to these projects should be noted, both regarding the large scale plantations and the pulp mills, which is manifest in Argentina, Brazil, Chile, Colombia, Ecuador and Uruguay caused by the serious environmental and social impacts involved, making the problems of those who live in our countries even more serious.

In consideration of the above, we appeal to you not only to listen to our voices but also to pronounce yourselves strongly against the increased extension of monoculture tree plantations and the installation of pulp mills in our countries. We need strong determination on your behalf in support of the Latin American people in order to maintain sovereignty over our land, our forests, our culture and thus improve the living conditions of our people.