Firma por No a la Privatización de las Semillas

Fuente: Comunicaciones OLCA, 9 de septiembre de 2009

En Radio Universidad de Chile:
Programa sobre medioambiente dará a conocer Ley sobre privatización de las Semillas que se discute en el parlamento

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Entérese del proyecto de ley que quiere privatizar las semillas que está en discusión en el Parlamento chileno. Jueves a las 11:30 de la mañana escuchelo en “Pulso Ambiental”, programa radial que se transmite todos los jueves en Radio Universidad de Chile, 102.5 FM.

El espacio radial tendrá como invitados a la Red de Acción en Plaguicidas RAPAL-CHILE y se realizá justo en momentos en que el Gobierno presiona a los legisladores para que aprueben rápidamente un controvertido proyecto de ley que asegura la propiedad intelectual de las transnacionales sobre cualquier planta natural, híbrida o transgénica, considerada "nueva”.

Lo oculto en la ley es que cualquier planta no inscrita anteriormente puede ser considerada como “nueva”. Y así se producirá la privatización de las plantas y semillas, que son un patrimonio colectivo y de la biodiversidad.

La ley también prohíbe a los campesinos reutilizar las semillas, y le entrega atribuciones a las empresas dueñas de estas variedades vegetales para perseguir policialmente a quienes planten o vendan las semillas.

El programa PULSO AMBIENTAL contiene noticias, comentarios y la agenda de actividades de las organizaciones sociales.

Radio Universidad de Chile puede ser sintonizada en el dial 102.5 de la frecuencia modulada en la Región Metropolitana, pero además puede ser escuchada a nivel mundial a través de internet donde su señal online transmite en la dirección www.radio.uchile.cl

También se podrá escuchar por Internet en Radio del Mar

* Se adjunta Comentario en Pulso Ambiental del 3 de Septiembre



Privatización de los bienes comunes: La última frontera del integrismo neoliberal.

Para Pulso Ambiental, Lucio Cuenca Berger - OLCA. (3/09/09).

Ya es imposible ocultar que la crisis hídrica que se vive en nuestro país, tiene su origen en los procesos de privatización perpetrados durante el período de la dictadura militar y posteriormente ampliados y reforzados por los sucesivos gobiernos de la Concertación. Transformar el agua desde un derecho a una mercancía, entregando su gestión al mercado, ha permitido que la propiedad de su uso esté acumulada entre las grandes empresas privadas transnacionales; mineras, de generación eléctrica (endesa) y sanitarias (agua potable).

Las comunidades campesinas e indígenas del norte de Chile al igual que las comunidades mapuches de la región de la Araucanía, hace años que vienen alertando por que NO TIENEN AGUA ni siquiera para consumo potable en sus respectivas zonas. El Valle de Copiapó, donde viven 150.000 personas se queda sin agua en tres años. Ello como producto de la sobre explotación minero-industrial, hecho reconocido hasta por las autoridades. La privatización del agua y su gestión, son hoy un evidente fracaso desde el punto de vista de los bienes comunes y de los derechos humanos, sociales y políticos en Chile.

El actual modelo de acceso y usos del agua, inspirado en las doctrinas neoliberales de Chicago constituye la muestra más patente de que la privatización y apropiación de los bienes comunes, favorece los procesos de concentración económica, desprotegiendo a los ciudadanos y comunidades de su derecho más básico: El derecho a la Vida .

Cuando creíamos que ya no quedaba nada por privatizar, cuando vimos que se ha entregado el cobre y la gran minería, el agua, los bosques, el suelo, el borde costero y los bienes nacionales de uso público, como son las concesiones acuícolas, sin mencionar todos los servicios básicos, nos vemos enfrentados a nuevos procesos de apropiación de bienes comunes.

Nuestros tecnócratas y clase política, los paladines del neoliberalismo, no creen en la comunidad como eje de la gestión justa y democrática de los recursos, del territorio y de los bienes nacionales de usos público. Los Tratados de Libre Comercio establecidos con las grandes potencias y bloques políticos-comerciales imponen el “pensamiento único” como la extensión de la manera privada de propiedad y administración de dichos bienes , hipotecando nuestro futuro.

A meses de las elecciones, vivimos casos emblemáticos en este sentido: la reforma a la ley de pesca que se discute en el parlamento transforma los derechos de concesión acuícola (salmonicultura), o sea concesión que permite usar sectores de nuestro borde costero en la acuicultura, ahora en derechos de propiedad que pueden ser transables e hipotecables, en definitiva se privatiza el mar.

Lo mismo está ocurriendo con la ley denominada de “Derechos de Obtentores Vegetales” una de las exigencias del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que permitirá registrar y reconocer derechos a las empresas transnacionales sobre especies vegetales nativas, la privatización del conocimiento y de nuestro patrimonio en beneficio de las transnacionales, en definitiva privatizar las semillas y permitir el desarrollo y liberación de especies transgénicas.

Ante esta nueva oleada privatizadora se requiere más que nunca una ciudadanía activa, autónoma, cuestionadora, emplazadora del modelo privatizador a ultranza, con capacidad de unirse y luchar para no permitir que se nos sigan privatizando la vida y nuestros bienes comunes.

Ahora, en tiempo de ofertones electorales, pregúntele a su candidato; si está por desprivatizar el agua, por recuperar los recursos mineros, no privatizar el mar. Si está por impedir que las transnacionales sigan apropiándose de la vida vegetal, animal y de las semillas… en definitiva, si está por recuperar nuestro derecho a la vida, a la libertad y a tener un futuro como comunidad en un país sustentable, diverso y equitativo.