AFP, 17 de marzo de 2011

Manifestaciones en toda España contra la energía nuclear

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MADRID — Manifestantes ecologistas se concentraron en la tarde de este jueves en varias ciudades de España para reclamar el fin de la energía nuclear y el cierre de las seis centrales del país, pidiendo que se escuche la "advertencia" que supone el accidente de Fukushima en Japón.

Algunos portando máscaras y con pancartas con leyendas como "Nucleares, ni aquí ni en Japón", los manifestantes se concentraron en pequeños grupos en más de 30 ciudades españolas, entre ellas Madrid, Barcelona, Sevilla y Valladolid.

Todos ellos acudieron convocados por organizaciones como Ecologistas en Acción o Greenpeace, que reclaman el cierre de las seis centrales nucleares españolas, en especial dos de ellas, Santa María de Garoña, en el norte, y Cofrentes, en el este, que utilizan una tecnología similar a la de Fukushima.

En Madrid, alrededor de 200 personas se concentraron en la Puerta del Sol con pancartas en las que se podía leer "Todos con Japón".

"Lo que pasa en Japón muestra que las cosas improbables acaban por pasar", explicó Francisco Castejón, un portavoz de Ecologistas en Acción, una de las principales organizaciones ecologistas españolas.

Estas organizaciones consideran que las energías renovables, de las que España es un país líder, podrían compensar las pérdidas que implicaría el fin de la energía nuclear. "En torno a un 40% de la energía eléctrica que consumimos procede de renovables, el doble de la que procede del nuclear", subrayó Castejón, recordando que España exporta electricidad, principalmente hacia Francia.

España anunció el miércoles que va a revisar los sistemas de seguridad de sus centrales nucleares.

Muy orientada hacia las energías renovables, España también intenta reducir su dependencia del petróleo y ha decidido prorrogar la vida de varias de sus centrales.

En 2009, el Gobierno prolongó hasta 2013 la actividad de Garoña, la central más antigua del país, en servicio desde 1971.

El 10 de marzo, la víspera del sismo en Japón, el Gobierno autorizó prolongar la explotación por diez años de la central de Cofrentes.