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Plantas de celulosa en - Argentina - Chile - Uruguay

Fuente: Comcosur , 31 mayo 2006

Pasteras, monocultivo y trabajo esclavo en Brasil: Presente común. ¿Destino común?
La invasión de Mujeres Campesinas a Aracruz Celulosa S.A. *

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No existe mayor maestro que la realidad, suele decirse. Quizás por eso cada pueblo reacciona en tiempos y acciones diferentes, a medida que va tomando conciencia de esa realidad o que se ve abrumado por ella. Una de las mayores controversias generadas en la región es la que hoy enfrenta a los pueblos y gobiernos de Argentina y Uruguay por la instalación de plantas procesadoras de pulpa de celulosa en Fray Bentos, aunque la resolución de este conflicto parece finalmente haber sido encargada a organismos diplomáticos supranacionales, tras el levantamiento del corte de puentes por parte de la Asamblea Ambientalista de Entre Ríos. Uruguay y Argentina enfrentan de esta manera la realidad que se les presenta, y a partir de ella proyectan su futuro. Un futuro que en Brasil ya es presente, al igual que en Chile y otros países del continente.

La sufrida realidad brasileña, consecuencia de la instalación de similares plantas de celulosa en aquel país hace ya casi cuatro décadas, derivó en que la organización Mujeres Campesinas, integrante del Movimiento Vía Campesina, resolvieran el pasado 8 de marzo ocupar el huerto forestal de Aracruz Celulosa, en Barra do Ribeiro -donde se concentra la principal unidad de viveros de eucaliptos y pinos de Aracruz, contando incluso con un laboratorio de clonación de retoños-, con el objetivo de denunciar las negativas consecuencias sociales y ambientales provocadas por el avance del “desierto verde” creado a raíz del monocultivo de eucaliptos. Aún nuestro país no está cercado por esta realidad, pero la experiencia brasileña puede oficiar de buen espejo donde cotejar nuestras posibles realidades futuras.

Sobre este y otros hechos concretos, dialogamos con la periodista y activista suiza Corinne Dobler.
Por Fredy González (Comcosur)

Corinne Dobler vivió en Brasil durante el último año y medio. Llegó de Suiza, su país natal, para desarrollar su trabajo periodístico y a su vez militar activamente en el movimiento Mujeres Campesinas. Para llevar a cabo esta nota vamos a basarnos en la última actividad citada, que también se relaciona, en cierta medida, con algunos hechos que todavía no hemos vivido en nuestro país pero que sí tienen una raíz común, como lo son las plantas elaboradoras de pulpa de celulosa, ese presente conflictivo que nos toca vivir, a cuenta de un futuro de connotaciones por demás inciertas, aunque sospechables. Nuestro compromiso asumido con Corinne Dobler fue no dar a conocer esta entrevista hasta que ella pudiera volver a afincarse en su país, ya que la persecución de que fue objeto en Brasil, a partir de su cobertura periodística de la toma de tierras de Aracruz Celulosa S.A., la llevó a refugiarse en Uruguay por algunos días, tras cruzar la frontera riverense, retornando a Suiza a mediados del pasado mes de mayo.

Para comenzar, te pedimos que nos expliques tu grado de pertenencia a Mujeres Campesinas, en qué consiste esa organización y cómo se relaciona con el Movimiento Vía Campesina.

El Movimiento de Mujeres Campesinas es parte de Vía Campesina, como lo son también el Movimiento de los Sin Tierra (MST) y otros movimientos sociales. Yo trabajo en el Movimiento Mujeres Campesinas hace un año y medio, como voluntaria. En 2004 me mandó una organización suiza de cooperación, que se llama E-Changer, donde trabajo como periodista, fortaleciendo la comunicación del Movimiento.

O sea que llegaste a América Latina como periodista, no como militante.

Como periodista profesional para apoyar al Movimiento en la comunicación, y también como voluntaria.

Y así fue que participaste en el Foro convocado por la FAO.

Esa fue una de las actividades que las mujeres me pidieron, pero también vine para trabajar en la comunicación para el Movimiento por la Vía Campesina. Además participé durante una semana en el Foro “Tierra, Territorio y Dignidad”, paralelo a la conferencia de la FAO, sobre la reforma agraria, y salí desde el Foro para la acción del 8 de marzo.

En ese Foro se reivindicó la implementación de la reforma agraria.

Sí.

¿Qué otras temáticas se abordaron en ese Foro paralelo?

Se habló de los problemas con las tierras en el mundo entero, en América Latina y también en países como Irán o Europa, donde obviamente no hay reforma agraria pero hay problemas de acceso a la tierra también. Se compartieron los problemas, se buscaron posibles soluciones, fue un debate muy grande. El Foro consiguió mandar sus propuestas y reivindicaciones a la Conferencia Oficial de la FAO, donde fueron leídas.

¿Qué repercusión suponen ustedes que pueden tener esas reivindicaciones dentro de la FAO?

Creo que fue mencionado en dos frases en el papel oficial, no mucho más.
Pero hubo participantes en el Foro que también participaron en la Conferencia Oficial, por ejemplo las personas de Irán y también personas de Indonesia, que hablaron en esta Conferencia sobre sus problemas y creo que lograron mucha atención con eso.


Suena extraño que la FAO convoque a un Foro y que después no le de “bolilla” a los resultados de ese Foro. ¿Será un rol que tiene que cumplir, lo cumplen y después lo tiran a la papelera?

Sí, eso parece. Lo triste es que en el mundo tampoco se le dio mucha importancia a la Conferencia, porque no vinieron. Ni siquiera vino Lula; imagínate. Una Conferencia tan importante en Porto Alegre y Lula no vino...

Capaz que no fue, precisamente, porque le dio importancia...

Sí. Vino sólo el Ministro de Agricultura, que creo que dos días después fue despedido.

En Suiza, antes de radicarte en Brasil, ¿ya conocías la realidad brasileña en ese sentido?, ¿conocías cómo era la realidad campesina en tierras del Brasil?

Sí, un poco antes yo ya me había enterado. Hasta que finalmente me radiqué en Brasil, cerca de Porto Alegre. Yo estaba trabajando dentro del Movimiento de Mujeres Campesinas, y se conoce automáticamente si se trabaja en ese movimiento. Se conocen las realidades de la reforma agraria. Dentro del Movimiento de las Mujeres Campesinas hay muchas mujeres que eran Sin Tierras, que eran miembros del MST antes, y hay mucha cooperación en ciertos aspectos. En otros no, porque el Movimiento de Mujeres Campesinas es un movimiento feminista y el MST todavía tiene un poco de dificultad en este aspecto.

¿Cómo es hoy la situación del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil y, a su vez, cómo es su relacionamiento con el gobierno de Brasil?

No puedo hablar por el MST porque no formé parte de él, sólo lo conozco desde afuera.

Porque también se ha dicho que ustedes son uno de los brazos del MST...

No. Somos un movimiento autónomo y formamos parte, junto con el MST, de la Vía Campesina, y en ciertos puntos trabajamos y luchamos juntos. Pero somos un movimiento autónomo de 16 años de existencia. Trabajamos por la igualdad y por la agricultura ecológica. Somos feministas y revolucionarias. El Movimiento fue creado para tener un espacio propio de mujeres, que se necesita. Porque no basta sólo estar dentro de los movimientos y las instituciones y reivindicar la igualdad, también tiene que haber espacios propios para las mujeres.

Dentro de esos espacios, ¿qué tipo de acciones concretas han desarrollado como movimiento antes del 8 de marzo? ¿De qué manera se movilizan?

En todos los niveles. Trabajamos en los grupos de base, con los problemas cotidianos de autonomía, de independencia, de poder salir sola de casa, de problemas con el alcohol, problemas de violencia doméstica y también problemas de acceso a la tierra para las mujeres (que muchas veces están a nombre del marido). También reconocer el trabajo de la mujer que no es sólo ayudar al hombre en la agricultura, sino que hace su propio trabajo. Reconocer este trabajo y tener derecho a toda la seguridad social. Esto se trabaja en los grupos de base, que pueden ser grupos de cinco o diez mujeres, en la vida cotidiana; después hay encuentros municipales, regionales, estatales, asambleas, seminarios, donde se trabaja. Luego están los días de lucha, por ejemplo el 8 de marzo, como Día Internacional de la Mujer, o el 12 de agosto que es el día de la muerte de Margarita Alves, que fue una gran luchadora por la causa de la reforma agraria.

Ya que nombraste el 8 de marzo, entramos en el tema. Ese día, además de las acciones que narrabas, llevaron a cabo una acción más “jugada”, como diríamos acá, que es la de manifestar la protesta contra una planta de celulosa que está afincada en Brasil, con capitales brasileños y noruegos, Aracruz Celulosa. Mil ochocientas mujeres de Vía Campesina ocuparon el sector forestal de Aracruz Celulosa y arrasaron con todo lo que encontraron en el camino. ¿Cómo fue eso? ¿El 8 de marzo ustedes resolvieron combatir la contaminación, o combatir a esta empresa por otro tipo de motivos? ¿Cómo resolvieron llevar esta acción y cómo la llevaron a cabo?

Como ya dije, las mujeres luchan por una agricultura ecológica de diversidad para mantener la biodiversidad, y Aracruz representa una gran amenaza contra la biodiversidad, contra todo lo que representa la agricultura que nosotras queremos. El año pasado ya protestamos contra Bunge, que es una multinacional norteamericana de alimentos que trabaja con transgénicos. Pero este año el gran tema es la celulosa, porque están creando un desierto verde en el Rio Grande Do Sul, y en otros estados de Brasil también. Grandes plantaciones de eucaliptos que acaban con todo el resto de la naturaleza y amenazan el agua, crean una sequía todavía más grande en Rio Grande Do Sul (que sufre de mucha sequía) y contaminan el aire. Las fábricas de celulosa contaminan el aire con el cloro para el blanqueamiento del papel. Entonces se decidió hacer una acción simbólica contra Aracruz, no es todos los años así, pero este año hemos decidido juntarnos todas las mujeres de la Vía Campesina. Hubo años que realizamos una acción sólo el Movimiento de Mujeres Campesinas, pero este año, en el Rio Grande Do Sul, se decidió que todas las mujeres de la Vía Campesina, que todos los movimientos sociales que forman parte de la Vía Campesina, lo hiciéramos juntas.

Vamos a hablar sobre cómo fue esa intervención en el huerto forestal de Aracruz Celulosa, pero antes te pido que me expliques si ustedes se basan en hechos comprobados, de análisis existentes, o si simplemente repiten como loros lo que otros dicen. Porque eso es lo que mucha gente puede pensar, que es otra voz que viene a repetir que las plantas de celulosa contaminan, otra voz más que viene a hablar de la desertificación, aunque sin demasiadas argumentaciones.

No, claro que no. Se ve con los propios ojos.

¿Hay estudios, hay análisis?

Sí, sí. Fue estudiado antes del 8 de marzo el tema de la celulosa, con relatorías que se hicieron de parte de diputados de Rio Grande do Sul y científicos. Hay muchas investigaciones que dan estos datos.

¿Cuántas plantas de celulosa hay en Brasil?

Tres.

Y la gente de la zona de influencia de esas plantas, ¿están desconformes o lo aceptan como algo normal?

La gente que vive muy cerca está notando que la sequía es muy grande, que hay falta de agua. Por ejemplo en el pueblo de Guaíba, donde hay una fábrica de Aracruz, me dijeron que muchas veces hay una gran sequía y la gente está sin agua en sus casas, pero la fábrica continúa funcionando.

Quizás si esas fábricas no funcionaran crecería la desocupación en Brasil...

Eso también es lo que siempre dicen, que crean muchos empleos, pero no es verdad. Se hicieron estudios que demuestran que es la forma de agricultura que menos empleos crea. La agricultura familiar crea mucho más trabajo y comida para la mesa, y no una celulosa que manda el dinero para Europa.
Así lo expresan los estudios de Vía Campesina, donde se habla de un empleo cada 185 hectáreas. Y otro dato interesante que arrojan esos estudios es la desertificación por el monocultivo de eucaliptos, donde se informa que cada pie de eucalipto se lleva 30 litros de agua por día.
Y es más de la que cae cuando llueve.


O sea que tiene que tomar de las reservas...

Claro

¿Estas empresas celulósicas reciben algún tipo de control por parte del gobierno brasileño?

Eso no lo sé en detalle. Sé que financian a los medios de comunicación y que ahora también van a financiar la campaña electoral. Se refleja en los medios de comunicación eso...

¿Van a financiar la campaña de todos los candidatos?

Creo que no del PT (Partido de los Trabajadores).

¿Cómo fue la noche anterior a decidirse a ocupar ese predio? ¿Qué fue lo que conversaron?

Eso no lo sé, porque yo no estuve en la organización. Yo estuve en el Foro paralelo y fui al evento como periodista, no fui como activista y tampoco sabía los detalles. Sabía que iba a ser contra Aracruz pero no sabía ni el lugar ni el contenido exacto de la acción. Yo fui junto con los periodistas de los periódicos que fueron invitados, en un bus pequeño, en la noche, desde el convento donde vivía la gente que participaba en el Foro. Yo fui ahí y vi.

¿Qué fue lo que viste?

Salimos del convento a las 2:30 de la madrugada y llegamos al lugar a las 4.

¿Es una especie de vivero? ¿Cómo es el lugar?

Huerto forestal, se llama. Es una plantación de eucaliptos.

¿Son pequeñas plantas de eucaliptos?

No. Cuando entramos en la plantación eran millares de árboles grandes, eran paredes de eucaliptos a la derecha y a la izquierda. De repente nos encontramos con los 37 ómnibus que vinieron de todo Rio Grande do Sul y Santa Catarina, y fue impresionante ver la fila de los ómnibus. Llegamos a un lugar y dijeron que teníamos que descender, entonces yo salí del bus y con mi máquina de fotos (porque mi tarea era fotografiar) vi como salieron mujeres de los buses corriendo. Me asusté. Allí empezaron a destruir mudas. Tiraron los botes de las mudas y las cosas de plástico donde crecen las mudas, tiraron el plástico y lo destruyeron. Eso duró media hora o una hora y de repente nos dijeron que volviéramos al ómnibus y volvimos. A las 7 estuvimos en Porto Alegre; fue todo muy rápido.

¿No había ningún tipo de vigilancia en el lugar?

Eso no lo vi. Yo leí después en el periódico, y también me lo confirmaron, que hubo una vigilancia en la entrada de ese parque y las primeras mujeres que llegaron dijeron que iban a pescar y que querían saber el camino, entonces el hombre se dio vuelta y allí lo agarraron de los brazos y subieron con él al ómnibus para que les indicara el camino. Esto fue por lo que después declararon que había habido un secuestro.

¿Cómo reaccionó a la mañana siguiente la jerarquía de Aracruz Celulosa?

Reaccionaron con un comunicado diciendo todo lo que fue destruido.
Hablaron de millones de mudas y millones de reales en daños y que el laboratorio había sido destruido, que yo tampoco lo había visto. Yo lo leí en el periódico y no lo creía, pero fue así, un grupo de mujeres entró al laboratorio.


Un laboratorio de clonación de eucaliptos para ir cambiándolos para un rinde especial en la producción de pasta de celulosa.

Sí. Y dicen también que las mudas eran transgénicas.

¿Tu trabajo periodístico continuó más allá de esa noche?

Sí. Nos reunimos todas las noches los periodistas de la Vía Campesina y vimos que la prensa reaccionó muy mal, como la sociedad en general también, entonces discutimos el trabajo de comunicación que se necesitaba hacer porque los motivos no fueron mencionados en la prensa. Sólo dijeron que era un acto de vandalismo y que eran criminales.

¿Qué tendría que haber mencionado la prensa como objetivos?

Tenía que mencionar porqué las mujeres hicieron una cosa así. La cantidad de desesperación que lleva a las mujeres a hacer una acción así. Todo lo que Aracruz ha destruido hasta ahora. Porque sólo se habla de la destrucción que las mujeres hicieron, pero no de la destrucción que Aracruz ya realizó en Brasil.

¿Estuvo siempre respaldada por Vía Campesina esa acción?

Sí, siempre. Tanto que dos días después hubo una rueda de prensa, que fue sólo con representantes internacionales de la Vía Campesina, y todos respaldaron la acción y los felicitaron. Incluso una representante de Noruega, que hay capital noruego en Aracruz, dijo que el pueblo de Noruega está totalmente en contra de Aracruz y que están avergonzados por lo que Aracruz hace en el mundo.

Se supone que en Brasil hay libertad de prensa y libertad de los periodistas para cubrir los acontecimientos, sean cuales fueren. ¿Por qué razón te citaron a declarar, entonces?

¿Quién supone eso?

¿No hay libertad?

No. Es una libertad capitalista, quien manda lo que se dice en los periódicos es quien tiene el dinero. La empresa Globo, que es muy poderosa en Brasil, la televisión y los periódicos en Rio Grande do Sul, son en gran parte de la familia Globo y son totalmente arbitrarios.

Deben recibir buenos avisos de Aracruz Celulosa también...

Sí, claro, están llenos de publicidad. Y fue muy extraño que en los primeros días Aracruz hizo una campaña de publicidad increíble diciendo que crean empleo y cosas así.

¿Te llamaron de la justicia ?

Antes quería decir que nunca vi tanta agresividad de parte de los periodistas como en aquella rueda de prensa de la Vía Campesina. Los periodistas fueron muy agresivos contra los representantes de la Vía Campesina, dijeron que querían saber quién financió la acción y quién la organizó. Se hicieron portavoces de la sociedad, pero con una opinión ya formada de que era un acto de vandalismo. Ni se interesaron por lo que los representantes querían decir.

O sea que cumplían más el rol de policías que de periodistas.

Sí. Y lo divertido ahora es que parece que la policía tomó la posición de la televisión regional, de que la acción fue organizada y financiada por el extranjero. Esa es la línea que ellos siguieron en los días siguientes y la policía parece que copió esa estrategia.

¿Solamente hablan del extranjero, o se refieren a alguna organización en particular?

Hablan también de la Vía Campesina. Y hasta ya han roto el secreto bancario del Movimiento de las Mujeres Campesinas para ver de dónde viene el dinero.

El secreto bancario de Aracruz no...

No, claro que no.

En Uruguay se ha pedido que se rompa el secreto bancario en casos de estafa de bancos, con banqueros muy conocidos que están presos, y tampoco se logró. Pero ya que mencionaste esa acusación sobre Vía Campesina y el levantamiento del secreto bancario para saber de dónde vienen los fondos, ¿qué es Vía Campesina?, ¿a quién responde?

Vía Campesina es la organización techo, que nuclea a las demás. En Brasil reúne varios movimientos sociales rurales como el Movimiento de Mujeres Campesinas, el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra, el Movimiento de los Pequeños Agricultores, el Movimiento de los Atingidos de Presas, la Pastoral de la Juventud Rural y la Comisión Pastoral de la Tierra.

¿Es una coordinación que funciona a nivel internacional?

Sí. La Vía Campesina Internacional tiene, por ejemplo, secretaría en Indonesia.

Si fuiste simplemente a cumplir con tu rol de periodista, si viste lo que viste y sacaste fotos de lo que sucedió, simplemente eso, y no participaste en ninguna otra acción, ¿por qué te citaron a declarar y prácticamente recibiste una persecución, velada o no, en territorio brasileño?

Dos semanas después trabajábamos de forma normal en la secretaría del Movimiento de Mujeres Campesinas (yo en mi rol de siempre, de periodista voluntaria) cuando llegó la policía con una orden de búsqueda. Llegaron de repente, casi como un asalto a la secretaría. Nos asustamos. Nos obligaron a ir a la cocina y allí nos quedamos toda la tarde mientras ellos examinaban toda la casa, tiraron todo de los armarios y se llevaron todas los computadoras, el dinero, los CDs con las fotos, cintas de video, cintas de música, todo. Todos los que estábamos presentes, inclusive un mensajero que había entregado un pasaje interurbano, todos tuvimos que ir a la policía a declarar. Cuando yo estaba declarando pensé que no había problema conmigo, y en medio de la declaración me dijo el abogado que yo estaba acusada de autoría, participación y secuestro, y que no tenía que decir más nada.

¿No te fundamentaron porqué estabas acusada de eso?

No. Dijeron que había indicios de que yo estaba presente, pero no sé de dónde, porque acababan de examinar la casa.

¿Y cuando les presentaste la credencial de periodista?

En ese momento no se la presenté. Los abogados nos dijeron que no declaráramos nada. Que no hablábamos de la acción en ese momento. Entonces no podía yo sola hablar por el Movimiento sobre esta acción.

¿Esa fue una instancia judicial o policial?

Policial.

¿Luego no te llamaron a ningún otro organismo de la justicia? ¿No te llamaron a declarar a otra parte?
No. El caso fue al Ministerio Público y la semana pasada volvió de ahí a la policía para buscar más pruebas.
¿Cómo quedó tu situación hoy en Brasil?

Después de la declaración en la policía los periódicos empezaron a interesarse mucho por mí, como extranjera. Comenzaron con eso de que se había organizado todo en el extranjero y entonces me llamaron a mi casa, supongo que la policía les dio mi número porque no estaba en la guía telefónica. La policía cooperó con la prensa. En el periódico salió mi nombre completo, mi edad, todo, todos los datos que sólo la policía tenía. Yo viajé un mes por Brasil para alejarme un poco del “fuego”, volví a finales de abril y fue justo en el momento en que la policía entregó el caso al Ministerio Público, y cuando se publicaron los resultados del interrogatorio salió mi nombre en todas las acusaciones: de organización, planeamiento, secuestro, robo de computadoras, espionaje industrial, que es un absurdo. No hay libertad de prensa. Al final la abogada de la Vía Campesina me dijo que era mejor salir del país, no podía esperar un proceso jurídico normal. Yo pensé, ingenuamente, que no había problema y que podía hablar con el juez y declarar mi situación de cómo fui y cómo participé, pero parece que no se puede esperar eso.

Al menos pudiste salir de Brasil. ¿Cómo le habrá ido a la gente que quedó dentro de Brasil y que estaba en una situación parecida a la tuya?

Las mujeres que están en la lista de las acusaciones se están escondiendo, y la secretaría no funciona. El trabajo no puede seguir normal porque falta el dinero, faltan las computadoras y las mujeres tienen que esconderse. Es una situación muy difícil.

¿Hay alguien detenido en este momento en Brasil?

No. Había orden de prisión preventiva contra dos o tres mujeres, pero se están escondiendo.
Parece que la tierra, la justicia y la policía son manejadas por Aracruz Celulosa en esa zona... La prensa..., todo.

Sí, me parece que sí.
¿Tenés conocimiento y alguna posición concreta sobre esas plantas que tanta controversia han generado entre Argentina y Uruguay?

Sí. Yo creo que en Brasil, y parece que en Uruguay también, los gobiernos no asumen la responsabilidad de proteger a sus pueblos y a la naturaleza, porque estas papeleras a largo plazo destruyen mucho. No dan beneficio al pueblo. Dan mucha plata, pero no al pueblo. Destruyen la naturaleza y contaminan el agua y el aire. Yo estoy decepcionada de Lula porque no asume la responsabilidad. Del gobierno de Rio Grande do Sul no se podía esperar otra cosa. Yo espero que aquí en Uruguay asuman la responsabilidad.

En Brasil, Aracruz Celulosa produce casi dos millones y medio de celulosa blanca por año, en Botnia se prevé que sea un millón de toneladas por año y en Ence seiscientas mil toneladas por año. ¿La celulosa que se va a elaborar acá es celulosa blanca también? ¿Cuenta con el mismo tratamiento que en Brasil, o es diferente?

Eso no lo sé.

Dentro de los métodos que existen, ¿es uno de los mejores el de la celulosa blanca?

Es de los mejores para el papel de los países ricos y para limpiarse el culo, pero es muy malo para el medio ambiente.

¿Se evalúa desde Suiza, o desde Europa en general, esta situación de Uruguay y de Brasil, o no se conoce, o no les importa?

Ahora no sé porque hace un año y medio que no estoy ahí, pero las organizaciones ambientalistas sí la conocen. Hubo hace poco una campaña del WWF (World Wide Fund for Nature), que es una organización ambiental, en favor del papel reciclado para el baño y hablaron de lo que sucede donde se produce el papel blanco.

¿Cuántos años hace que están operando las plantas en Brasil, que están produciendo pasta?

Aracruz está en Brasil desde noviembre de 1967, con las primeras plantaciones de eucaliptos. Las otras empresas sólo empiezan ahora.

Cuando hablás de la contaminación y de las consecuencias en el agua y en el medio ambiente ¿cómo se verifica eso?, ¿qué resultado en el medio ambiente se ha comprobado como distinto al natural después del paso de la instalación de las fábricas?

Donde hay plantación de eucaliptos no crece nada más. No hay otras plantas y no hay animales. Reseca el suelo. Entonces, cuando el eucaliptos es retirado, es muy difícil, o imposible, plantar otra cosa porque el suelo perdió la fertilidad. Se está agravando la sequía y en muchos estados de Brasil sufren la falta de agua en los veranos.

¿Y a nivel de enfermedades en el ser humano y en los animales?

Donde hay eucaliptos no hay animales.

Acá se ha hablado mucho de cáncer, de enfermedades respiratorias...

Sí. A mí personalmente me pareció este año y medio que estuve ahí que a mi alrededor había muchísimos casos de cáncer, de jóvenes; he escuchado de muchos más casos que en Suiza, no sé si es coincidencia...

¿Alguna otra organización brasileña ha reaccionado contra estas plantas?

Sí, hay una red de alerta contra el desierto verde desde organizaciones ambientalistas. El Partido de los Trabajadores también está en contra.

¿Han logrado algo?

No.

Hablaste de una serie de atentados de Aracruz contra el medio ambiente, pero no sólo contra el medio ambiente, ya que también hay denuncias de que desplazaron a toda una población indígena.
Fue en el estado de Espíritu Santo, en enero de este año, que Aracruz quiso una plantación y con la ayuda de la policía militar desplazaron a dos pueblos indígenas y “quilombolas”, que son descendientes de esclavos, comunidades negras.
Y peor todavía, ya que la policía actuó con la maquinaria de la empresa...

Sí, se apoyaron mutuamente. Fue por eso que Suecia decidió vender todas sus acciones.

¿Alguna de estas empresas que se nombran en Uruguay, Botnia, Ence o Stora Enso, tiene alguna planta en Brasil?

Stora Enso tiene, y ahora van a hacer una nueva plantación, no en Rio Grande Do Sul, pero sí en Uruguay. No sé si es porque existe el riesgo de otra acción de las mujeres.

¿Se conoce cuál ha sido el efecto de la operativa de Stora Enso en Brasil?

Es lo mismo.

O sea que tenemos que esperar que acá también nos vaya mal.

Sí. Es más, son tres empresas: Stora Enso, Votorantim y Aracruz. Entre ellos tienen acciones, son amigos.

¿Con qué sentimiento te vas de Latinoamérica?

Para mí es muy triste, porque fue todo muy de golpe y tuve que interrumpir un trabajo que quería terminar bien. Tengo que dejar a las mujeres solas, no puedo ser solidaria porque ellas van a convivir por mucho tiempo en esta situación de procesos y de no poder trabajar, y yo me siento mal de dejarlas así e irme a mi país. Por otro lado siento que fue una acción importante que tal vez en los primeros días no tuvo el resultado que esperábamos, pero que a largo plazo quizás sí lo tenga. Yo me voy con el sentimiento de que quiero seguir luchando y apoyando a todos los que luchan contra las papeleras, y también las otras luchas del Movimiento. Siempre voy a ser del Movimiento y siempre voy a ser solidaria, y espero poder volver, espero que no me persigan por mucho tiempo.

¿En Suiza no existen fábricas procesadoras de pulpa de celulosa?

Existen también, sí. Voy a ver lo que voy a hacer allá.

O sea que también en Suiza contaminan...

Creo que sí. Es un poco irónico. Esas empresas que vienen de escandinavia (Finlandia, Suecia, Noruega) primero produjeron celulosa ahí, luego vieron que los árboles demoraban en crecer treinta años y al eucalipto le pueden tirar con siete años, además que la mano de obra aquí es más barata. Para mí es un poco irónico porque hacen daño aquí y el dinero va para allá; eso es lo que me indigna y por eso quiero seguir luchando.

Había una versión, cuando la acción del 8 de marzo, donde se manejaba que las mujeres sembraron semillas autóctonas en el huerto forestal de Aracruz. ¿Es cierto eso?

Sí, es cierto, pero supongo que de eso no ha quedado nada. Yo tengo un amigo que trabaja en el MST, que fue hace poco al huerto forestal de Aracruz donde sucedió la acción, y dice que está todo como antes, no se ve nada. Dicen que fue un daño inmenso, pero de hecho no fue nada para ellos, dos días de trabajo de los pobres trabajadores y quedó todo como antes. Supongo que pudieron plantar las mudas de nuevo.

En el Movimiento de Mujeres Campesinas, o a nivel más alto, ¿se ha elaborado algún plan de defensa en relación a lo que les pasó a ustedes en la secretaría, de la pérdida de los equipos? ¿Hay posibilidades de alguna demanda al estado o a la policía? En el sentido de defender lo que es de ustedes y que en definitiva, fruto de esta situación, lo ha perdido el Movimiento, ¿hay posibilidades legales de alguna acción?

Sí. Se puede suscribir al manifiesto que hicieron las mujeres de la Vía Campesina y mandarlo al gobernador de Rio Grande Do Sul. No he mencionado todavía que es un año electoral y la dureza del proceso tiene mucho que ver con eso también. Quieren ver los culpables, porque el gobierno de Rio Grande do Sul es de la derecha y quiere mostrar los culpables antes de las elecciones.

¿Todavía se considera que Lula es de izquierda allá?

Sí, hay varias posiciones. La posición que dice “mejor con Lula que sin Lula”, pero también está la posición que dice que no se concretaron las esperanzas, no hubieron los resultados esperados. Pero creo que va a ganar de nuevo, porque no hay alternativa.

¿En Suiza puede haber repercusiones legales para vos?

No lo sé, espero que no.

¿Y a la inversa?, ¿que te defiendan en Suiza contra la persecución en Brasil?

Bueno, está mi organización que me está apoyando con todo lo que puede y vamos a seguir con esto. Vamos a hacer en Suiza una campaña de comunicación. Tengo un grupo de apoyo que apoyó mi estadía aquí y espero también convencer a ese grupo; son amigos y familiares que me apoyan con dinero para mi estadía aquí. Es difícil que entiendan la necesidad de una acción así, les puede parecer violenta, pero es una realidad completamente diferente, es legítima y tenía que ser así para llamar la atención. Eso es importante que lo entiendan.

Para finalizar, si te quedó alguna cosa que quieras aprovechar a decir, si algo quedó que no se te preguntó y un saludo final.

Yo quería afirmar que la acción fue legítima y que personalidades grandes en Brasil han dicho que es una acción legítima de las mujeres para defender la vida. Quiero darles coraje a los uruguayos y las uruguayas para que defiendan la vida y estén conscientes que no es pensando en el lucro y en el dinero que se conserva la vida. Quiero que todas las personas estén luchando por defender la vida todos los días.

Entrevista de Fredy González / COMCOSUR (Uruguay)

Aracruz Celulosa S.A. consume unos 250.000 metros cúbicos de agua por día, cantidad que abastecería una ciudad de 2.500.000 habitantes. Aracruz jamás pagó un solo peso por el uso y apropiación del agua. Además, el uso intensivo de fertilizantes químicos y agrotóxicos ha contaminado todos los recursos hídricos de la región, cuya población ya no puede beber agua ni bañarse en los ríos. De 400 asociados al sindicato de productores, apenas quedan menos de 180. Ya no se plantan alimentos básicos. Se destruyeron 80.000 hectáreas de bosque. Sólo quedan eucaliptos. Los pájaros no existen. De 10.000 familias que ocupaban aquel territorio quedan 1.500, con escasa agua y sin poder producir debido al empobrecimiento de la tierra. El monocultivo consumió gran parte de los 156 ríos y arroyos que existían. Todo a cambio de nada. En enero pasado, la empresa Aracruz invadió 11.000 hectáreas de territorio indígena, extinguió decenas de aldeas, y los indios tupinikins y guaraníes que las habitaban siguen luchando para volver a su tierra. Basándose en la acusación de un indígena guaraní y de una agricultora del MST, Aracruz Celulosa fue juzgada por el Tribunal de los Pueblos y las Trasnacionales Europeas, en el marco de la segunda edición del Foro “Enlazando Alternativas”, llevado a cabo en Viena, Austria, entre el 10 y el 13 de mayo pasado. Se la responsabiliza por la creación de los llamados “desiertos verdes” de eucaliptos y pinos y por su situación irregular en Brasil, que incluye la violación a la legislación ambiental y los efectos negativos en la biodiversidad y los recursos hídricos de las regiones donde se instala.

COMCOSUR / (Uruguay-Brasil-Suiza) RECOSUR