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Proyecto Andacollo Cobre

Las Pilas de la Discordia.

Chepiquilla es una localidad de la región de Coquimbo, distante 2 kms de Andacollo donde habitan unas 200 personas. Como es habitual en la zona, se desarrollan explotaciones mineras industriales, mientras que la mayor parte se refiere a explotaciones mineras artesanales.

Los problemas de proyecto Andacollo Cobre de propiedad de la transnacional canadiense Tungsten Ltda. -quien se somete a EIA voluntario con calificación favorable de CONAMA IV Región - comienzan en 1996 junto con la puesta en marcha del proyecto y con la construcción de las "pilas de lixiviación" de la Compañía Minera Carmen de Andacollo.

En 1997, las comunidad reunida en la Junta de Vecinos Nº 12 ( J.V) inicia una serie de acciones tendientes a presentar su problemática a las autoridades y a la empresa, actitud que sólo en 1998 será respondida por parte de las autoridades -no la totalidad-.

A los problemas de calidad del aire provocados por la construcción del sistema comienzan a sumarse otros directamente vinculados con el funcionamiento de las pilas, que según definió el Director Regional del Sernageomin en su momento son "...un depósito de material chancado similar a un cerro que se asienta sobre una base impermeabilizada constituida por una base de PVC... rociada con una solución de ácido sulfúrico para extraer cobre...tras cierto tiempo el ácido va percolando a través del mineral recuperando el material de las piedras".

Las precipitaciones de ese año desatan el colapso de las pilas que termina con la contaminación de las aguas, hecho certificadopor Depto. de Sanidad del Hospital de Andacollo. Autoridades de la Municipalidad ni de la Intendencia Regional se hacen responsables de la fiscalización y ésta última oculta información contra la empresa que emana de los propios organismos fiscalizadores y que sólo fueron entregados a la Junta de Vecinos a comienzos del año 99.

En marzo de 1997 recibe su primera sanción por parte del Servicio de Salud - Coquimbo, por el rompimiento de unas cañerías con el consiguiente escurrimiento de soluciones ácidas e infiltraciones hacia quebrada de Chepiquilla, situación que se repite - incluyendo la sanción - sin que las autoridades reaccionen.

A fines del 97 y ante la imposibilidad de obtener respuesta por parte de autoridades, el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales -OLCA- inicia su asesoría a J.V. junto con ello continúan las denuncias a autoridades locales, regionales y a la misma empresa

Sólo en 1998, el Consejo Comunal - presidido por la alcaldesa Marcelina Cortéz - se compromete a buscar soluciones, sus acciones terminan 5 días después con carta enviada a Intendente regional, Renán Fuentealba.

La J.V. solicita la intervención de Seremi de Salud respecto de muestras de pozos de agua y al SAG para muestras de árboles y vegetación.

En junio del 98 la comunidad invita a una nueva reunión donde no asiste la CONAMA, en el mismo mes se remite una nueva carta al Intendente -en su calidad de presidente de COREMA- denunciando la situación de contaminación ambiental. La misiva es reiterada en noviembre sin contar con respuesta de parte de la autoridad.

En julio funcionarios de la CONAMA constatan que la Cía. Carmen de Andacollo no había cumplido los compromisos adquiridos respecto de la instalación de una barrera cortaviento y el cambio del sistema de aspersión del ácido en pilas cercanas a 200 metros de casas habitadas.

7 de enero de 1999 se realiza una denuncia formal en contra de Intendente ante la Contraloría General de Coquimbo, exigiendo respuesta a denuncias de los vecinos y la revocación de permiso ambiental de la Empresa. La denuncia no es acogida porque no existiría negligencia por parte de la autoridad. Además se requiere a la Municipalidad de Andacollo la interposición de una acción legal por daño ambiental. Sólo 25 días después la entidad local toma conocimiento indicando que debe recabar mayores antecedentes antes de adoptar cualquier medida.

El Intendente asegura que las denuncias de la comunidad carecen de base, la CONAMA reitera que realiza un estudio sobre contaminación atmosférica en base al que posteriormente analizará la revocación del permiso.

La J.V. continúa las reuniones con autoridades.

El 15 enero del 99, vecinos denuncian a Contraloría Regional de Coquimbo irregularidades en autorización de funcionamiento de Compañía, porque según el Plano Regulador Comunal la empresa se encuentra emplazada en limite urbano - destinado a viviendas - sin una respuesta ni sanción por parte de autoridades comunales y regionales.

El 9 de marzo Contraloría Región de Coquimbo falla a favor de vecinos. Sin embargo, la modificación al Plan Regulador seguía en discusión al interior del Consejo Regional de Coquimbo y fue aprobado el 7 de abril con el férreo apoyo del Intendente Fuentealba, legitimando el funcionamiento ilegitimo de las pilas. La J.V reacciona pidiendo la destitución de Alcaldesa y que Contraloría Regional rechace el plan aduciendo irregularidades en el procedimiento de convocatoria de modificación comunal.

El Intendente, Renán Fuentealba, solicita a la Contraloría General de la República que deje sin efecto la determinación del ente fiscalizador regional, dando paso a la modificación del Plan Regulador Comunal.