Extracción de agua que hará Carmen de Andacollo para su proyecto de US$ 350 millones en la zona de Pan de Azúcar: :
Uso del agua desata pugna entre agricultores de Coquimbo y minera canadiense

Fuente: diario.elmercurio.com, 20 de abril de 2008

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Los agricultores entablaron acciones legales, pero la minera dice que de comprobarse la necesidad de restringir el uso del vital elemento, esta merma debería recaer en todos y no sólo en la faena minera.

Azucena González San Martín

En plena fase de construcción se encuentra el "Proyecto Hipógeno", una iniciativa de la Compañía Minera Carmen de Andacollo, que considera una inversión de US$ 350 millones en la zona de Pan de Azúcar en la IV Región. La iniciativa permitirá a esta cuprera de propiedad de la canadiense Teck Cominco -el Estado chileno a través de Enami tiene un 10%-, cuadruplicar su nivel de producción, llevándola a unas 80 mil toneladas de concentrado de cobre y oro al año y extender la vida útil del yacimiento en 23 años, que de otro modo dejaría de extraer mineral entre 2009 a 2010.

El proyecto está aprobado por la Corema y la puesta en marcha de la ampliación se espera para fines de 2009. Pero un grupo de unos 50 agricultores de la zona, en su mayoría descendientes de italianos, recurrió a la justicia, con el objetivo que la Conama anule el permiso ya otorgado porque acusan de que si la faena se lleva a cabo como está planteada, hay serio riesgo de secar la fuente de agua de la que se surte ese valle agrícola, cargos que rechaza la minera.

Derechos de agua

Según los denunciantes la minera cambió las fuentes de las que se surtirá de agua para su proyecto, desde Quebrada de Talca (a la salida del río Elqui), hacia un acuífero subterráneo en Pan de Azúcar, cerca de Coquimbo, modificación que -según la visión de los opositores- se hizo después de la participación ciudadana en la tramitación ambiental del proyecto. O sea, estiman que hubo un cambio sustantivo en él sin ya poder oponerse.

Para frenar a la minera los agricultores ya han concretado dos acciones legales: un recurso de revisión extraordinaria en la Conama para dejar sin efecto la aprobación del proyecto y dos recursos de reclamación en la corte de Apelaciones de Santiago contra la Dirección General de Aguas.

Las denunciantes no cuestionan que la minera cuente con los derechos de agua en el acuífero, pero creen que con la extracción de la minera se duplicará en forma inmediata la demanda en él. "La duración del acuífero se estima en 21 años. Con el proyecto como está, la vida útil puede bajar a 2 a 3 años. Será un daño irreparable y nosotros queremos darle sustentabilidad a la cuenca. No estamos en contra de la actividad minera. El problema es el abuso del derecho", dice Carlos Erler, dueño de Agrícola La Alpina, una productora de papas de la zona y proveedora de Lays.

"Si se seca el acuífero, hasta ahí no más llega la producción agrícola de la zona", dice el abogado Sebastián Leiva, del estudio Araya y Compañía, quien patrocina estas acciones.

Pero en la minera desestiman de plano las imputaciones, señalando que posee derechos de agua legales, inscritos y plenamente vigentes. "No se puede asegurar por nuestra parte ni tampoco lo pueden asegurar los demás usuarios titulares de derechos de agua de la cuenca, que la extracción de agua pueda dañar las reservas. Lo importante es que es necesario contar con estudios hidrogeológicos (...) Si en el día de mañana la autoridad de aguas determina que debe restringirse la explotación del acuífero en base a estudios técnicos, todos deberán hacer un esfuerzo en proporción a sus derechos", destaca Andrés Verdugo, vicepresidente de asuntos ambientales y corporativos de Teck Cominco.

La minera -que hoy alberga a 430 trabajadores directos más otros 569 contratistas- niega un cambio en el proyecto después de la etapa de participación ciudadana, señalando que en la tramitación de la iniciativa siempre se consideró como opción la extracción de aguas de ambas cuencas. "Se cumplió a cabalidad con los trámites de publicación y participación ciudadana", remata Verdugo.

Carmen de Andacollo enfatiza que no pretende que otros se restrinjan en su actividad por la faena minera y por eso planteó su interés de que los agricultores se sumen al trabajo de la "mesa de agua" que ya está trabajando el tema con las autoridades de Coquimbo.

Una comunidad de italianos

La comunidad de agricultores de Pan de Azúcar en la IV Región la conforman unas 50 empresas que en forma conjunta explotan unas 3.700 hectáreas. En su inmensa mayoría son de origen italiano. Algunos, primera generación; otros, segunda, ya que en la época del gobierno de Gabriel González Videla se hizo un convenio con el gobierno italiano de post guerra para traer a inmigrantes que explotaran este valle.

Así entre los principales gestores agrícolas del valle destacan Tulio Callegari, Franco Olivier Gramola, Fabricio Bortollotti Rizzoli, Bruno Bertolla Bonani, Alberto Pomarolli Petri junto a su hermano Remo, y el propio Carlos Erler, entre otros. También está la sociedad Los Abetos, ligada a José Moreno Fariña, cuya empresa es una de las principales exportadoras de alcachofas.

En este valle se producen cultivos y hortalizas como apio, papa, zanahoria, cítricos, maíz y alcachofas, algunos para exportación y otros como proveedores a gran escala a fruteras como Dole y los supermercados Jumbo y D&S.


Plantaciones Así luce parte de las plantaciones en la zona conocida como Pan de Azúcar en la IV Región, unas 3.700 hectáreas regadas con el acuífero subterráneo.
Foto:Vladimir Bigorra