Fuente: www.wortheque.com Modena, Italia
Ernesto Carmona: Los Dueños de Chile Ediciones La Huella, Santiago de Chile, 2002 (Capítulo X, Los Otros "grandes")
El ítalo chileno quitado de bulla
Anacleto Angelini Fabbri, 88 años, nacido en Italia, sin hijos, es uno de los tres hombres más ricos de Chile, junto a Eliodoro Matte Larrain y a Andrónico Luksic Abaroa. El ranking Forbes de 1996 le atribuyó un patrimonio personal de US$ 2.300 millones, ocho veces el producto interno bruto de Guinea Bissau en 1995, un país africano de 1,18 millones de habitantes en 1997 y un ingreso diario por habitante de 66 centavos de dólares en 1994, menos de $ 500 chilenos de hoy, más o menos un kilo de pan al día.
Nació en Ferrara en 1914, pero a los 34 años lo aventó la crisis europea de la post guerra. Sus padres, Giuseppe Angelini y Adalisa Fabbri, tuvieron que soportar las dos guerras mundiales. Angelini arribó a Chile en 1948, cuando gobernaba Gabriel González Videla. Trajo dinero como para levantar ese mismo año Pinturas Tajamar, en unión con otros emigrados.
Más tarde, incursionó en la construcción, con Francini y Angelini, constituida con otros inversionistas extranjeros. Luego, se hizo socio y administrador del fundo La Fortuna. Obtuvo la nacionalidad chilena "por gracia" en 1994, por un decreto del entonces presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Entre 1953 y 1956 ingresó al incipiente negocio de la industrialización de la pesca, relativamente nuevo en el país, a partir de las pesqueras Eperva e Indo. Después comenzaría a elaborar harina de pescado, alimento destinado a la producción masiva de pollos. Los cambios en la cultura alimentaría introducían en esos tiempos la "revolución del pollo", que llegó de frente con Eduardo Frei Montalva, en los criaderos de La Cartuja, de su amigo Salvador Pubill, por esos años también director de la Asociación de Pesca, al igual que Angelini.
Al comienzo fue la harina de pescado
El ítalo chileno controló más tarde Astilleros Arica, Maestranza Iquique, Aeroypesca y Corpesca. Según El Mapa de la Extrema Riqueza (1976), de Fernando Dahse Housset en 1970 el grupo ocupaba el cuarto lugar, con participaciones de 51 % en Pesquera Eperva, 38,7% en Indo, 75,5% en Grace y Cía. y 19,2% en Maderas Cholguán. Dahse afirma que con esa participación accionaría tomó el control de gestión y de decisión sobre el excedente.
El crecimiento del grupo se desencadenó con firmeza después del golpe militar de 1973, en particular en la década de los '80, precisamente, cuando caían Los Pirañas. Por esa época controlaba la Compañía de Seguros Cruz del Sur y las pesqueras Iquique y Chilemar.
A comienzos de los años 80, Indo y Eperva eran sociedades de inversión, con sólo 20% de sus actividades en pesca. Más adelante, el grupo creó "empresas holding' para manejar el área inversiones, dejando a Indo y Eperva concentradas en el negocio pesquero, que comenzaba a presentar sus primeras dificultades, entre otros factores por los cambios climáticos de El Niño y La Niña. En 1999, el grupo reestructuró su sector pesquero, preparándose para la gran concentración de la actividad establecida por la nueva Ley de Pesca sancionada en 2001 por el gobierno de Ricardo Lagos.
El nuevo reparto del mar sacó de la escena a pequeñas y medianas empresas. Fue un "reordenamiento de la pesca industrial", una privatización que reservó las mejores cuotas de captura de las especies de mayor demanda para los grandes armadores, con la secuela usual de desempleo de tripulantes y pescadores de los pequeños barcos que se quedaron en tierra, cuyos propietarios fueron indemnizados, no así los empobrecidos trabajadores lanzados a la cesantía.
El subsecretario de Pesca de la época, Daniel Albarrán Ruiz-Clavijo, activo empresario salmonero, propietario de Aguas Claras, de manera muy poco clara se asignó a sí mismo cinco concesiones acuícolas por valor de mil millones de pesos. Si lo hizo desde su cargo público no fue más que un detalle administrativo, porque para muchos políticos y "servidores públicos" se extingue esa delgada línea divisoria entre sus negocios y los "servicios prestados a la patria". 42.000 pequeflos pescadores reclamaron su derecho a la vida, justo cuando el grupo Angelini bajó el perfil a la pesca, por la mayor rentabilidad que comenzaba a proporcionar la celulosa, por la vía de Copec.
En 1985, el grupo dio un salto con la compra del 41% de Copec (Compañía de Petróleos de Chile) luego que la crisis de '83 sacó del control de la escena económica al grupo Los Pirañas (Manuel Cruzat, Femando Larraín, Javier Vial y otros).
Copec no sólo distribuye combustibles. También es un holding de inversiones como lo fueron Eperva e Indo- que concentra la mayoría accionaría de Celulosa Arauco y Constitución, la mayor del país. Al comenzar 2001, Angelini culminó su lucha de 6 años por sacar de Copec a su ex socia neozelandesa Carter Holt Harvey Co., controlada por International Paper, la mayor forestal de EE.UU., al precio de US$ 1.233 millones, pagados en 5O% por lnversiones y Desarrollo Los Andes, dueña del 6O,l% de Copec.
La "mega operación", sin precedentes en Chile, valió la pena: en 2001 Copec obtuvo ganancias por US$ 567 millones, 43,3% mayores que las de 2000.
A veces, la vida es dura
Anacleto Angelini, el primero de tres hijos, nació en tiempos duros, el 17 de enero de 1914 (Capricornio), en el frío y nevado invierno del norte italiano, todavía más inhóspito por los rigores de la primera guerra. Tuvo que criarse y crecer en un medio que -afirman sus íntimos- marcó su impronta de austeridad y sencillez. Poco se le ve, nunca da entrevistas ni habla con la prensa, cultiva el bajo perfil, por el contrario de sus pares iguales o menores, cuyo ego disfruta las alabanzas de las revistas empresariales Qué Pasa y Capital, entre tantas. Sin embargo, exhibe mejor salud que muchos de sus colegas de menor edad, de mayor figuración pública y.. con menos capital.
Entre las dos guerras mundiales, su padre partió a buscar la prosperidad a Eritrea, la fugaz colonia africana de Italia que pasó a control británico en 1941, apenas seis años después de la llegada de Giuseppe. El progenitor tuvo que esperar hasta 1945 para repatriarse a Italia con el fin de la guerra, tras diez años de ausencia. Anacleto Angelini partió a Chile en 1948, a los 34 años. Aquí trabó amistad con otro italiano, José Noseda Zambra, posteriormente su suegro porque se casó con su hija María Noseda.
El Grupo Angelini se concentró en explotar recursos naturales (forestal y pesca), sin dejar de lado la minería y los servicios, entre ellos el área de inversión, finanzas, transporte marítimo, electricidad, combustibles. Su empresa estandarte es Copec, que domina el 45% del mercado de combustibles y es la matriz de potentes inversiones en el sector forestal (Celarauco). En 2001, Copec aumentó sus utilidades en 43%. Obtuvo ganancias por $ 368.611 millones -US$ 550 millones-, con un aumento del 43 por ciento respecto a 2000.
Tras comprar la pesquera Eperva en 1956, Angelini adquirió otras sociedades hasta constituir el complejo pesquero más grande de Sudamérica. Su interés en el sector pesquero lo llevó a presionar personalmente a los ministros del presidente Patricio Aylwin durante la tramitación de la primera Ley General de Pesca y Acuicultura, al comenzar la década de 1990. A partir de su capitalización en el área pesquera, absorbió empresas de los sectores eléctrico, forestal, pesca, inversiones, finanzas, naviero, combustible, servicios y minería.
Angelini es el segundo exportador del sector pesquero chileno y uno de los mayores productores de harina y aceite de pescado del mundo. Sus mercados incluyen 32 países, entre ellos Alemania, Noruega, Holanda, Francia, Inglaterra, España, China, India, Japón, Taiwán, Corea, Sri Lanka, Malasia, Vietnam, Australia, Nueva Zelandia, Canadá y Estados Unidos. Un 90% de las capturas de peces de aguas chilenas se destina a producir harina de pescado, utilizada para elaborar alimentos de animales, incluidas las mascotas.
La electricidad quema
Angelini abandonó el sector eléctrico en cuanto avizoró que las multinacionales globalizadoras desplazarían del protagonismo a las empresas locales. Con el 20 % de las acciones, Angelini controlaba la eléctrica Gener, donde tuvo diferencias de opinión sobre el futuro estratégico, de la empresa con su presidente, Bruno Philippi, quien obtuvo una victoria pírrica, porque Gener tenninó siendo adquirida por Aes Corporation, Philippi fue despedido y ahora encabeza Telefónica España, que no está ganando tanto como quisieran sus patrones españoles, perdió el monopolio del mercado y desde el 12 de marzo de 2000 mantiene una demanda contra el Estado por US$ 274 millones en represalia por no habérsele aumentado las tarifas, aunque en 2001 la compañía obtuvo utilidades por $4.112 millones (US$ 6 millones), con un resultado operacional de $137.356 millones (US$ 211 millones), es decir, 105% más que en 2000.
Gener tiene otro lío que dará mucho que hablar. El Mercurio de 25 de Marzo de 2002 reveló que la empresa estadounidense no tiene cómo pagar al sistema chileno de fondo de pensiones US$ 476 millones que vencen el 1 de marzo de 2005. Hay otros US$ 200 millones en Yankee Bonds que deberían cancelarse a principios de 2006. AES Corporation pidió prestado a Aes Chile (Gener) otros US$ 240 millones que aparecen en los balances como cuentas por cobrar desde el 30 de septiembre de 2001.
"Las AFP temen que si la situación financiera de AES Corporation se complica -dado que la sociedad opera con un alto endeudamiento- el préstamo que le otorgó
Gener no sea devuelto", concluyó el decano. La compañía podría reproducir el episodio Enron, cuya quiebra dejó sin pensiones de retiro a miles de trabajadores. AES sigue vendiendo activos y reduciendo su patrimonio, que disminuyó en US$ 160 millones entre diciembre de 2000 y septiembre de 2001.
En 2000, Angelini enajenó su 7,8% en la Compañía General de Electricidad. También vendió en US$ 432,7 millones su parte en las eléctricas Saesa y Frontel a la estadounidense PSEG Global, una de las dueñas de Chilquinta Energía, filial de la norteamericana Public Service Enterprises Group. Saesa y Frontel, que distribuyen energía en las regiones Novena y Décima, también colgaba con Edeylasen, obtenida durante el gobierno de Frei Ruiz-Tagle.
La celulosa es mejor
Las forestales de Angelini aparecen con la mayor responsabilidad en la tala de 7 mil hectáreas de bosque nativo que se pierden anualmente en Chile. En 1999 acumularon 43 infracciones (20 de Celco, 15 de Forestal Valdivia y 8 de Bosques Arauco). El 16 de abril de 2001, Celulosa Arauco anunció que no seguirá plantando en Chile, donde ya posee 956.000 hectáreas plantadas, el 1,5% de todo el territorio, 12.000 km, 50% más de superficie que las 609.364 de Eliodoro Matte Larraín, quien sólo tiene sembradas 320.000 con pinos y 71.000 con eucaliptos. Para "diversificar el riesgo geográfico" decidió ampliar sus bosques en 50.000 hectáreas,... en Argentina.
La sucesión
Con sus 88 años y la ausencia de hijos, la sucesión recaería en su sobrino Roberto Angelini Rossi, 55, llamado "Robertito" por sus íntimos. Su más cercano colaborador fue Felipe Lamarca, 52, durante largo tiempo su delfin, presidente de Copec, agresivo líder de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y director del Servicio de Impuestos Internos (1978-1984) durante el régimen militar. Pero en 2001 fue atacado por una meningitis bacterial que lo mantuvo una semana en coma. Logró recuperarse conservando todas sus facultades, pero decidió imprimirle un cambio a su vida, retirándose a la tranquilidad del hogar, la familia y el bajo perfil. "Robertito" Angelini Rossi, hijo de Gino, siempre fue considerado el continuador más seguro de Don Cleto, porque Felipe Lamarca tampoco era miembro de la familia. Hace varios años que Angelini comenzó a otorgar poderes a "Robertito" y a "pasearlo" por las filiales. Pero mucho antes acometió un fallido intento de "importar" descendencia directamente desde Italia, cuando trajo a Chile -mediados de los '80- a su sobrino político Marco Malacarne, una suerte de "yerno" casado con la sobrina de un primo, una ginecólogo que alcanzó a revalidar su título para ejercer la medicina en Chile. Malacarne se incorporó a los negocios, asistió a juntas de accionistas y reuniones de directorio, pero algo ocurrió o hubo serios impedimentos para que el matrimonio lograra adaptarse al país. La cuestión es que al año, la pareja regresó a Italia.
El bajo perfil con que Angelini maneja sus negocios no lo inhibe para presionar gobiernos y ministros. En 1999 realizó numerosas llamadas al Palacio de La Moneda para impugnar la Ley de Reformas Laborales cuya aprobación el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle no logró ese año en el Congreso. En más de medio siglo viviendo en Chile ha concedido sólo dos entrevistas a la prensa local: la primera, en 1985, benefició a la revista Gestión, que lo distinguió como "empresario del año", y nueve años más tarde no pudo eludir a la prensa cuando el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle le entregó la nacionalidad por gracia. Jamás apareció en televisión.
Pocos ciudadanos saben quién es este compatriota italiano que sigue siendo el hombre más rico del país, aunque no aparezca últimamente en Forbes. Su "hombre público" fue siempre Felipe Lamarca, opinando cotidiana e incansablemente en los medios, criticando políticas gubernamentales o dando públicamente sus "peleas empresariales" desde el cargo de presidente de la Sofofa, la organización empresarial más importante del país junto a la Confederación de la Producción- y el Comercio (CPC). Lamarca pasó 3 años disputándole a Germán Riesco, cuando éste fue presidente de la CPC, el liderazgo del empresariado chileno, pero cuando por fin logró derrotarlo... se retiró de la lid.
La vida social no existe en la agenda Angelini. Sólo puede vérsele en las juntas de accionistas de algunas de sus empresas, Seguros Cruz del Sur, Copec, Celulosa Arauco, Siemel y AntarChile, a través de los cristales de los 22 pisos de su nueva sede corporativa y "cuartel general" en el llamado "Sanhattan", el nuevo barrio financiero de Las Condes. Durante 40 años operó desde una vetusta oficina de un antiguo edificio del viejo Santiago céntrico. Pero siguiendo las nuevas corrientes ingresó a la modemidad, acomodando a su eterna secretaria -la señora Elena-, el estudio de abogados que lo atiende desde siempre Portaluppi, Guzmán y Bezanilla- y a todo su entorno en una magnífica torre diseñada por el famoso Borja Huidobro, arquitecto chileno radicado en Francia, en el novísimo sector urbano de los grandes negocios, en el sector de Av. Isidora Goyenechea.
Julio Verne y austeridad
Sus allegados lo describen "austero, buen lector, generoso, muy católico e irascible". Otros tienen alguna variante: "dueño de un carácter afable y sencillo. Preconiza que "las grandes decisiones del grupo no se toman sin su venia". En sus casas de Ferrara, Italia, siempre hay una pierna de jamón o salame casero para compartir con los visitantes que aparecen durante sus vacaciones. No tiene formación académica, pero le atribuyen interés por la poesía y la lectura. Se inició leyendo novelas de Julio Verne, pero con los años se aficionó a la historia, ensayos de economía y diarios europeos, particularmente italianos. En sus comienzos tuvo socios y colaboradores empírico-autodidactas en sus negocios, pero hoy su entomo de ejecutivos exhibe títulos académicos y postgrados obtenidos en universidades locales y del exterior.
La señora Elena, su secretaria de cuatro décadas, lo describe simpático, cariñoso, bonachón y violento cuando se enoja. Recuerda su pelea con Benjamín Davis, un socio clave en el ramo de seguros a quien no le perdonó haberlo dejado fuera de un segundo negocio, sacándolo literalmente a patadas de las oficinas de Seguros Cruz del Sur. También acabó mal en 1989 con Antonio Tusset, su gerente general de Celulosa Arauco y Constitución (Celco), filial de Copec, a quien despidió con estas palabras: "Cuando lo escucho hablar, parece que el dueño fuera usted y no yo".
"Pase al baño y ... reúnase frente al espejo
Hoy recuerda como "anécdota" la ira que le produjo hace 29 años, en vísperas del golpe militar de 1973, el joven ministro Mapu de economía Femando Flores, hoy también millonario de las páginas de Fortune y senador PPD por la primera región, cuando le explicó que debería venderle al Estado Eperva, Indo, Grace y Cholguán porque integraban la lista de 91 empresas que el gobierno de Salvador Allende se proponía transferir al "área social" de la economía.
Añgelini intentó ganar tiempo argumentando: "No estoy en condiciones de decidir sin consultar a los directores de las compañías". La respuesta de Flores fue más que cáustica: "¡Cómo no don Anacleto!; pase al baño, mírese al espejo y luego me responde".
Al sacerdote Baldo Santi le obsequió 30.000 metros en la comuna de La Reina
para instalar una clínica de enfennos terminales de Sida, proyecto fallido por la oposición del vecindario. Dicen que Angelini destina recursos a obras de caridad de la Iglesia Católica y de la Congregación Salesianos, accionista de Radio Chilena, Editorial Salesiana y propietaria de los colegios Don Bosco y Patrocinio San José. Una vez habría donado dinero a un guardia del edificio de sus oficinas que pasaba por un apuro. Agregan que una enigmática profesora rural recibe mensualmente un "sueldo Angelini" para dedicarse con tranquilidad a enseñar a los niños.
También aseguran que adquirió la Clínica Indisa para ayudar a su amigo y médico personal Alberto Lucchini. "No quiero que la gente diga que gano plata con la salud", comentó a sus cercanos. Tras la muerte de Lucchini, a fines de 1996, lo primero que hizo fue vender el 30,1 % de la clínica a Netcorp en 4 millones de dólares.
También afirman que sus vínculos con el gobierno militar y su influencia eclesiástica lo convirtieron en artífice de la visita de Juan Pablo II en 1987, tareas en que también anduvo Eliodoro Matte Ossa. El Papa lo condecoró en 1995.
Angelini comenzó a comprar acciones de Copec en 1985 por interés en una de sus filiales, la Celulosa Arauco, a la que no pudo acceder en 1978, cuando el gobierno militar decidió que la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo), su creadora, la privatizara. Entre 1985 y 1986 compitió con el Grupo Matte, dueño de la poderosa Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), por el control de Copec. Como resultado, Minera Valparaíso, la sociedad de inversiones del grupo Matte, captó 10% de los títulos y Angelini el 41%. Después de la primera junta de accionistas Angelini nombró seis de los nueve directores y el grupo Matte, designó sólo uno.
Desde 1990, en que acreditó 950 millones de dólares, Forbes lo incluye entre los más ricos del planeta, el primero de Chile. Durante la década post dictadura aumentó su patrimonio a US$ 2.500 millones, aunque no aparece en Forbes desde el 2.000 -US$ 1.000 millones- probablemente por sus liquidaciones de activos para la re-compra total de Copec, más sus nuevas inversiones en fábricas de celulosa, US$ 1.400 millones en Itata y Valdivia y US$ 1.200 millones en Valdivia, con una producción inicial de 550.000 toneladas cada una.
El ítalo-chileno se jugó por la materia prima del papel, desafiando a largo plazo los ciclos internacionales del precio. Celulosa Arauco produce 738.000 toneladas anuales. Los viñateros, otros productores y habitantes del valle del río Itata alegan que las fábricas contaminarán las aguas y destruirán la agricultura.
La Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) aprobó la instalación de la industria, pero la Corte de Apelaciones de Santiago acogió en primera instancia los reclamos ambientalistas. Podrían transcurrir varios años para que la justicia resuelva y Angelini esté en condiciones de producir dos millones de toneladas de celulosa por año, quizás la mayor producción del planeta.
"Por primera vez, desde que está en funcionamiento el sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, los jueces se internaron a fondo en un proyecto y cuestionaron la facultad discrecional de la Conama, para calificar los EIA', dijo la abogada Rosario Vial, de la Fundación Terram.
Angelini presentó en 2001 una oferta por la minera Disputada de Las Condes, de Exxon, que llevaba más de 20 años arrojando "pérdidas" para no tributar.
"Líder" 2001
Las empresas del grupo Angelini ganaron lejos la competencia 2001 por la rentabilidad, con utilidades globales de US$ 1.137 millones, o sea, $ 739.098,2 millones chilenos. Las mayores ganancias fueron obtenidas por Copec (US$ 595 millones, o $ 368.61 1,1 millones chilenos), con un aumento de 43,3%. AntarChile, la matriz del grupo, aumentó sus utilidades en 78,,8%, con $ 197.770,6 millones chilenos, US$ 304 millones.
También tuvieron Ganancias las demás empresas, Celarauco, Forestal Celco, Inversiones Siemel, Forestal Arauco, Forestal Cholguán, Cruz del Sur Seguros Generales y Cruz del Sur Seguros de Vida. Sólo anduvieron mal las del sector pesquero. Iquique Guanaye y Pesquera Eperva generaron perdidas de $ 3.814,9 y $ 2.466,5 millones, respectivamente.
Las utilidades del grupo Angelini triplican las de su más cercano seguidor, el grupo Matte, que obtuvo US$ 389 millones, sin incluir su participación en Copec, en cuyo directorio participa Bernardo Matte, junto a Anacleto Angelini Fabbri, Roberto Angelini Rossi, Alejandro Domingo Pérez Rodríguez, Juan Hurtado Vicuña, Tomás Ladislao Guzmán Dumas, Carlos Alberto Croxatto Silva y Patricio Valdés Pérez.
Anacleto Angelini preside AntarChile, en cuyo directorio participan, además, Roberto Angelini, Juan Eduardo Goldenberg Peñafiel, José Tomás Guzmán Dumas, Felipe Larraín Bascuñán, Sebastián Piñera Echeñique y Patricio Valdés Pérez. El poderío de Anacleto Angelini no está fielmente representado en el ranking Forbes.
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