Conflictos ambientales en Colombia

Fuente: El Tiempo , (22/04/05)

Muña: el gran desafío para Bogotá

Relacionado:

La CAR exige a EMGESA (filial de Endesa), a la Empresa de Energía de Bogotá y al Acueducto de Bogotá hacer obras para mitigar los malos olores del Muña.

Malos olores producidos por las aguas del río Bogotá que al entrar a la capital recibe el 92,6 por ciento de residuos orgánicos de los más de 7 millones de habitantes que tiene la ciudad.

Erradicar los 74 millones de zancudos que a diario enloquecen a los más de 30 mil habitantes de Sibaté y mitigar los malos olores que emana el embalse del Muña son los principales retos ambientales que tiene la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) en esta zona del departamento.

Fue por esa razón que hace un mes la entidad ambiental le impuso un ultimátum a Emgesa, a la Empresa de Energía de Bogotá y al Acueducto, a quienes, a través de la resolución 506, les fijó un plazo de 18 meses para adelantar obras que lleven a mitigar esos problemas, pues de lo contrario, advirtió Gloria Lucía Álvarez, directora de la entidad, el Muña se cerraría y desde allí no se podría generar más energía.

A pesar de que la CAR tiene a EMGESA del ‘cuello’, no hay que olvidar que la contaminación en el Muña se produce por las aguas del río Bogotá que entran putrefactas al Embalse.

La mayor parte de esa contaminación que origina el millar de zancudos y las múltiples enfermedades respiratorias e infecciones de la piel que padecen los habitantes de Sibaté, es responsabilidad en gran parte de los más de 7 millones de habitantes de Bogotá, que le arrojan al río a su paso por la capital el 92,6 por ciento de residuos orgánicos frente al 7,4 por ciento que recibe de los municipios de Cundinamarca.

Pese a ello la CAR les exige a estas empresas que deben remover la totalidad de la maleza acuática que cubre el espejo de agua del embalse, conocida como buchón, y que es considerado el ambiente ideal para la proliferación de insectos.

Además les advierte que deberán instalar un sistema de aireación forzada en el embalse, para controlar los olores expedidos por la concentración de sustancias contaminantes en las aguas almacenadas en el Muña y generar turbulencia en la superficie de tal manera que impida que los zancudos pongan sus huevos.

Así mismo, señala la CAR que la oxigenación del agua debe ser controlada para evitar que flote el lodo que se encuentra en el fondo del embalse, pero advierte que su presión tiene que generar la fuerza necesaria para impedir la proliferación de insectos.

Igualmente, la CAR ordenó un estudio para determinar el riesgo potencial de la emisión de vapores y gases contaminantes contenidos en forma diluida en las aguas del río Bogotá, la afectación en la calidad del aire y su radio de acción, ante el evento del tránsito de aguas del río Bogotá por su antiguo cauce, entre Alicachín y la descarga de las aguas que hoy usa la hidroeléctrica de la Guaca.

Cabe anotar que la recuperación del río Bogotá en sus 380 kilómetros de extensión y se hará en tres etapas. La primera, se ejecutará entre el 2004 y el 2008 y comenzará precisamente con la rehabilitación del embalse del Muña.