Opinión:

La Problemática Ambiental Dominicana

por  Pedro Franco (*)

La deforestación, la extinción de la biodiversidad y el manejo de los desechos sólidos (basura), las aguas negras y otros que inciden en las condiciones sanitarias.

La República Dominicana ocupa 48 mil 442 kilómetros cuadrados ( las dos terceras partes ) de la isla de Santo Domingo o Española, la que comparte con Haití. Con una población que sobrepasa los 8 millones, de los cuales 2.3 millones residen en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República, el país desde la década de los 80 del pasado siglo ha asumido un modelo de desarrollo económico de servicios conforme lo han dictado el Fondo Monetario Internacional y los demás organismos internacionales.

Con anterioridad el país era uno de los principales productores de azúcar de caña, café, cacao y tabaco que junto a la minería eran los renglones en que se basaba su exportación, mientras su consumo interno era satisfecho en gran medida con la producción de arroz, frijoles, bananos, entre otros.

En 1982 se iniciaron los ajustes del Fondo Monetario Internacional lo que provocó un levantamiento popular en abril de 1984 que produjo más de cien muertes en el país.

Desde entonces el país se sumió en la senda neoliberal, la pobreza se ha profundizado y para imponerla fue necesario destruir, dividir, someter a la obediencia o neutralizar a las más importantes organizaciones sindicales y campesinas.

En este contexto solo el movimiento de pobladores urbanos y organizaciones obreras, campesinas, feministas, profesionales, ecuménicas, juveniles, estudiantiles, entre otras, independientes han estado confrontando esta política neoliberal logrando un gran respaldo de la población desde un principio, pero debilitadas en base a los múltiples errores cometidos en el uso reiterativo de determinados métodos de lucha.

Veamos brevemente las cuestiones más relevantes de la situación ambiental dominicana.

EL PAIS ANTILLANO DE MAYOR DIVERSIDAD BIOLOGICA

Además de ello la República Dominicana posee las siguientes características naturales: el 25 por ciento de su territorio lo comprenden el bosque seco en las zonas áridas; el 61 por ciento el bosque húmedo, y el 14 por ciento el bosque mixto y coníferas.

En cuanto al suelo, el 25 por ciento es de vocación agrícola; el 26 por ciento para pasto de ganado y el 49 por ciento de vocación forestal.

Para 1992 se habían clasificado unas 5 mil 600 especies de plantas, verificándose un endemismo de un 36 por ciento; en la fauna de vertebrados unas 558 especies, 87 de las cuales están en peligro de extinción (aves, reptiles y mamíferos) a causa de la disminución de los bosques que constituyen su hábitat natural.

La mayoría de las especies del bosque seco fueron extraídas para fines comerciales, leña, carbón, mientras igual riesgo padece el bosque húmedo, hábitat natural de las especies de flora y fauna y regulador del clima.

LOS PRINCIPALES PROBLEMAS AMBIENTALES

Los investigadores coinciden en que los principales problemas ambientales de República Dominicana son : la deforestación, la extinción de la biodiversidad y el manejo de los desechos sólidos ( basura ), las aguas negras y otros que inciden en las condiciones sanitarias, todos los cuales contribuyen a la profundización de pobreza en que vive más del 60 por ciento de la población.

La cubierta forestal dominicana ha ido reduciéndose de tal manera que para 1909 el 85 % del territorio estaba cubierto por bosques, para 1940 cubría el 69 por ciento según la FAO, el 26 % para 1967, y ya para 1990 esta se consideraba a penas entre el 13 y el 8 por ciento.

La deforestación se volvió un grave problema tras implementarse la política de los aserraderos ( entre 1940 y 1967 ); la depredación producidas por prácticas agrícolas insostenibles y dañinas al medio, la cría de ganado, el corte para carbón y la producción maderera.

Para 1990 se perdían unas 32 mil tareas se perdían anualmente merced a los incendios forestales.

El país posee 108 cuencas hidrográficas con unos 600 cursos de agua (ríos y arroyos), el 80% de las cuales sufre grave degradación a causa de la deforestación y la erosión de los suelos, mientras el abastecimiento de agua potable está en crisis ascendente (el 52 por ciento de la población no tiene acceso al agua potable) y la productividad de la tierra ha disminuido grandemente.

Más de un 73 por ciento de la población no tiene acceso al alcantarillado sanitario; el 48 % deposita las excretas en letrinas, el 14 por ciento no tiene ningún medio para ella, y solo el 52 por ciento tiene acceso al agua potable en instalaciones domiciliarias. Ello genera una gran crisis sanitaria.

La Contaminación de los ríos y cursos de aguas residuales y desechos industriales, ganaderos, domiciliario y la existencia de un basurero en cada hogar agrava esta crisis.

La deforestación, la reducción acelerada de la biodiversidad, la contaminación y el agotamiento de los ríos y arroyos, junto al tráfico por nuestras costas de materiales radiactivos y peligrosos, así como por convertirnos en recipientes de los desechos sólidos del norte, se constituyen en los principales problemas ambientales en nuestro país.

El país posee un gran potencial de agua superficial, pues las precipitaciones sobrepasan los 21 millones de metros cúbicos por año, muy superior a la demanda, pero con gran dificultad para llevar agua potable suficiente a la población, a lo que se debe agregar los grandes problemas de saneamiento básico e infraestructura.

Con 1500 kilómetros de costa y cerca de un centenar de playas el turismo se ha colocado en la agenda como una de los principales ejes del modelo de desarrollo insostenible, como lo demuestra el acelerado proceso de destrucción del hábitat marino, de los arrecifes y manglares.

EL SISTEMA DE ÁREAS PROTEGIDAS

Las áreas protegidas según la Ley para el disfrute de la población dominicana en virtud de los recursos naturales de gran valor científico, cultural, ecológico y de gran belleza que poseen, han merecido una gran atención de del movimiento social y ambientalista, especialmente lo que respecta a los parques nacionales y las reservas científicas.

Para 1992 el país poseía unos 12 parques nacionales que en la actualidad se han ampliado. La creación de los mismos estuvo motivada, en lo fundamental, por la necesidad de preservar especies y ecosistemas, la belleza y peculiaridades propias del país, a conservar las ruinas históricas, especies en extinción, entre otros, pero grandes luchas se han desarrollado en virtud de los afanes de favorecer a intereses económicos dominantes, como sucedió con la promulgación del decreto 319-97.

Las principales reservas científicas de República Dominicana son Laguna Rincón, Valle Nuevo, Isabel de Torre, Laguna Redonda y Limón, Ébano Verde, entre otras, las cuales se constituyen en áreas que poseen formaciones naturales y especies de plantas y fauna importantes para la ciencia , muy poco tocadas, aún, por los seres humanos.

A partir de 1996 el país, mediante el decreto 233-96 comienza a aplicar las normas de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), aplicando las categorías de reservas científicas, parques nacionales, monumentos naturales, refugios de faunas silvestre y vías panorámicas, así como los monumentos arquitectónicos, los yacimientos arqueológicos, las zonas submarinas de interés histórico y cultural , y las áreas recreativas, educativas y culturales.

ASPECTO JURÍDICO

Los movimientos sociales y ambientalistas, junto a los investigadores e intelectuales ecologistas han venido presionando desde hace décadas por el establecimiento de un marco jurídico coherente en el ámbito ambiental, en virtud de la existencia de un conjunto de leyes, decretos, disposiciones e instituciones que regulan el medio ambiente. Esto último se logró recientemente con la promulgación de la Ley 64-00 Sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales y la creación de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente llamada a reordenar los organismos públicos pertenecientes al sector Medio Ambiente y Recursos naturales.

LA CUESTION DE LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS

Las 2 terceras partes de la población dominicana residen en las ciudades. Solo la ciudad de Santo Domingo concentra casi la tercera parte de la población nacional. En esta masificada urbe encontramos que el 70 por de la población capitalina habita a penas el 18 por ciento del territorio en condiciones de carencia casi total de los servicios básicos de salud, vivienda, educación, alimentación, entre otros.

Con un déficit habitacional que ronda entre las 700 mil y el millón de unidades; analfabetismo de más de un 20 por ciento; más del 25 por ciento de desempleo, emergencia del sector informal como alternativa de subsistencia.

LAS POLÍTICAS ECONOMICAS Y SOCIALES

Las políticas neoliberales con su cúmulo de privatizaciones, cargas impositivas, endeudamiento externo, y en el presente dirigidas en lo fundamental a concretar los acuerdos para el establecimiento del ALCA, han contribuido para que más del 60 por ciento de los dominicanos estén sumidos en la pobreza, conforme lo declaran los propios organismos internacionales, responsables en gran medida de la aplicación de estas políticas.

En el cuatrenio 1990-2000, el gobierno populista de Leonel Fernández profundizó esta política iniciada por su antecesor, el democristiano Joaquín Balaguer, mientras que desde el 16 de agosto del 2000 el actual presidente socialdemócrata Hipólito Mejía la ha acelerado, agregándole a ello su inteción de incrementar la deuda externa pública de 3mil 600 millones de dólares que es actualmente a más de 5 mil 700 millones de dólares.

La participación comunitaria ha sido reconocida como una vía fundamental para la toma de las decisiones en materia ambiental y en lo que tiene que ver con las políticas que afecten la vida de la población.

Sin ello no es posible prever un desarrollo sostenible, económica, social y ecológicamente viable. Es ella actualmente una bandera izada por los movimientos sociales y ambientalistas de República Dominicana, mientras se tejen redes que prefiguran la sociedad humana, solidaria y participativa que inspira la lucha cotidiana de millones de seres humanos en el mundo, y en nuestra patria grande latinoamericana y caribeña en particular.

Junio, 2005

* Pedro Franco - Coordinador General del Consejo de Unidad Popular -CUP-,
Organización Nacional de Pobladores de la República Dominicana.