|
|
22 de octubre de 2010
Organizaciones campesinas rechazan privatización de la naturaleza y despojo a los pueblos
El V Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC que se llevó a cabo en Quito, Ecuador, del 8 al 16 de octubre del 2010 emitió una declaración rechazando contundentemente las negociaciones internacionales de REDD, REDD+ y REDD++ que se pretende formalizar en CANCUN México en diciembre del 2010.
DECLARACION DEL CONGRESO DE LA CLOC FRENTE A REDD
La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo - Vía
Campesina (CLOC-VC) expresa su rechazo absoluto ante las falsas
soluciones al cambio climático y particularmente al mecanismo llamado
REDD, REDD+, REDD++ que se pretende imponer en la Conferencia de Cancún
pues el mismo representa un paso más en la privatización de la
naturaleza y el despojo de nuestros pueblos.
Tal como lo ha expresado la Cumbre de los Pueblos Frente al Cambio
Climático realizada en Cochabamba, donde la CLOC-VC tuvo una activa
participación “Condenamos los mecanismos de mercado, como el mecanismo
de REDD (Reducción de emisiones por la deforestación y degradación de
bosques) y sus versiones + y ++, que está violando la soberanía de los
Pueblos y su derecho al consentimiento libre, previo e informado, así
como a la soberanía de Estados nacionales, y viola los derechos, usos y
costumbres de los Pueblos y los Derechos de la Naturaleza”.
Los proyectos REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y
Degradación Forestal), son una iniciativa surgida de las negociaciones
de cambio climático que pretende incorporar los bosques -y otros
ecosistemas- a los mercados internacionales, para lo que necesitan
atacar los derechos de los pueblos y las comunidades sobre sus tierras y
territorios. Este mecanismo es una profundización y expansión global de
la privatización y apropiación de los bosques, paramos y tierras
agrícolas por parte de los estados y las empresas privadas. REDD implica
la creación y el comercio global de servicios ambientales en desmedro de
la soberanía alimentaria y demás derechos de los pueblos promoviendo su
control por grandes corporaciones, el control de los territorios y la
militarización de los mismos.
Los daños sufridos por las comunidades ya son visibles allí donde se
impulsan proyectos de este tipo, siendo una pequeña muestra de la
amenaza de REDD los impactos sobre los campesinos de Ecuador, Brasil,
Indonesia y Kenia donde ya existen proyectos implementados.
Rechazamos estas formas de interferencia en nuestras tierras y
territorios que, aprovechando las necesidades de las comunidades,
utilizando estrategias de división y falsas consultas, pretenden
involucrarlas en estos mecanismos REDD.
REDD una forma mas de traspasar la responsabilidades de los países que
han contaminado la atmósfera hacia los pueblos del Sur que
históricamente hemos cuidado el planeta y de ninguna manera podrá ser
reformulado para que este al servicio de la verdadera protección de los
bosques y a favor de los pueblos.
Exigimos que se enfrente el Cambio Climático con la única salida posible
que es la reducción en el consumo y extracción de combustibles fósiles y
el apoyo a la agricultura campesina, lo que significa consiguientemente
un cambio de relación entre los seres humanos y la naturaleza,
inspiradas en aquellas que los pueblos indígenas y campesinos mantienen
hasta el día de hoy.
Alertamos a los campesinos del continente que toda intención de
incorporar los llamados estandares social y ambientales los proyectos
REDD no resuelven los problemas, pues REDD no detiene el cambio
climático, ni frena los intereses de apropiación definitiva de nuestras
tierras.
Los bosques, los manglares, páramos, humedales y la agricultura
campesina están protegiendo al planeta pues, a mas de ser espacios ricos
en biodiversidad, son reservorios naturales de agua y carbono y así
mantienen el equilibrio climático. Estos ecosistemas junto a prácticas
tradicionales constituyen fuente de vida y hogar de comunidades
campesinas, pueblos indígenas, pescadores o afrodescendientes, que hemos
permanecido en estos territorios y los hemos cuidado desde siempre.
Sin embargo estas tierras están siendo destruidas por actividades
petroleras, la minería, la explotación industrial de madera, la
conversión de bosques y tierras agrícolas en plantaciones forestales y
monocultivos para agrocombustibles y agroexplotación. Todo esto
contribuye a acelerar la contaminación y el deterioro de las condiciones
de vida en el campo así como a empeorar el cambio climático, puesto se
emiten grandes cantidades de C02 y otros gases de efecto invernadero.
Por lo tanto combatir el cambio climático implica, en primer lugar,
cambiar el modelo de desarrollo basado en el sobre consumo y extracción
de combustibles fósiles, enfrentar seriamente la deforestación lo que
significa terminar sus causas subyacentes, apoyar la agricultura
campesina y familiar y respetar y favorecer los derechos colectivos de
los pueblos y nacionalidades sobre sus tierras y territorios.
Hacemos un llamado a construir amplias alianzas en el campo y la ciudad
para que desde la unidad logremos derrotar esta nueva amenaza para
nuestros pueblos.
¡Nuestro Clima no está en venta!
¡Los campesinos y campesinas están enfriando el planeta!
|
|