Red Latinoamericana contra el monocultivo de árboles (RECOMA)

Página 12 , 14 de Marzo de 2008

La Union Europea y las crecientes dudas sobre el uso de agrocombustibles
Ni tan verde ni tan bio

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El precios de los alimentos, la deforestación, las inundaciones y el desplazamiento de poblaciones, que cada vez más expertos asocian con la producción de combustibles con cereales, ha llevado a algunos líderes europeos reunidos en cumbre en Bruselas a replantearse el uso de estas fuentes, destinadas en un principio a evitar el cambio climático.

La presidencia eslovena de la Unión Europea (UE) no descartó una revisión del objetivo obligatorio europeo que contempla que los llamados biocombustibles supongan un 10% del total de los carburantes consumidos por los europeos antes de 2020.

"No se excluye repasar o revisar el objetivo", aunque los Veintisiete no disponen por el momento de "elementos determinantes" en este sentido, comentó el primer ministro esloveno, Janez Jansa, durante la cumbre de dos días cerrada el viernes.

El jefe del gobierno italiano, Romano Prodi, fue más lejos incluso al reclamar abiertamente "un examen muy profundo" de ese objetivo del 10%.

La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, aseguró en cambio que el bloque no cambiará su estrategia de lucha contra el cambio climático pese al carácter "controvertido" de los combustibles hechos a base de aceites vegetales.

En efecto, una reciente lluvia de estudios científicos apunta a que el uso de cereales para producir carburantes puede influir en el alza mundial de los precios de la alimentación, la deforestación - que agrava la contaminación -, el desequilibrio de los ecosistemas e incluso en el desplazamiento de las poblaciones de los países pobres.

Los partidarios de los carburantes de origen vegetal (biodiesel y etanol) defienden por su parte que éstos constituyen una alternativa para reducir las emisiones contaminantes y la dependencia de los europeos frente al petróleo.

"Debemos diversificar nuestras fuentes de carburantes", puesto que "las penurias siguen siendo un peligro real", recordó Boel, apoyada en el hecho de que los precios del crudo siguen batiendo récords.

"No utilicemos los biocarburantes como chivos expiatorios para explicar la fluctuación de los precios" de los alimentos, advirtió la comisaria, para quien este fenómeno se justifica en la fuerte demanda de los países emergentes como China y a las cosechas que se han visto perjudicadas por las condiciones meteorológicas en Europa y Australia.

Dirk Carrez, uno de los responsables de la asociación europea de bioindustrias EuropaBio, señala que los precios de los alimentos brutos no se han disparado, sino que es el alza del petróleo la que ha tenido una incidencia en los costes de su transformación y transporte.

Este experto teme que el debate actual frene las investigaciones sobre los biocarburantes de segunda generación, más ecológicos porque están fabricados a partir de residuos agrícolas, como la paja.

Los líderes de la UE tienen previsto decidir este viernes que su plan de ataque contra las emisiones de gases de efecto invernadero debe ser avalado "antes de finales de 2008" para ser presentado en las negociaciones internacionales sobre el cambio climático que se iniciarán un año más tarde.

Pero "la política escogida deberá tener en cuenta los estudios científicos", advirtió la eurodiputada verde Claude Turmes, autora del informe parlamentario sobre este asunto.

En sus conclusiones, Bruselas estipula que los biocarburantes no podrán ser fabricados con materias primas procedentes de bosques vírgenes ni de zonas naturales protegidas, y que las energías "verdes" demasiado contaminantes deberán ser descartados.