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ORGANIZACIONES AMBIENTALES DE TEMUCO LANZAN CAMPAÑA CONTRA USO DE PLAGUICIDAS DOMÉSTICOS

Temuco, enero 3 de 2003 (OLCA). La Agrupación de Consejos Ecológicos y Ambientales de la Araucanía (ACAEA), en conjunto con organizaciones ambientalistas y de consumidores, encabezados por la Corporación Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), anunciaron  hoy el inicio de la campaña "Plaguicidas domésticos: no permitas que invadan tu hogar", en Temuco. El objetivo de la campaña es informar y orientar a la población acerca de los graves riesgos que corre al utilizar estos venenos en el hogar. Estos productos –los mismos que se encuentran restringidos o prohibidos en el área agrícola- son promocionados, almacenados, vendidos y usados con una normativa "provisoria" que resulta insuficiente.

La iniciativa cuenta además, a nivel nacional, con el apoyo Alianza por una Mejor Calidad de Vida, Consumers International, Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) y Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (ODECU).

Los organizadores señalaron que el 26 de diciembre pasado se reunieron con el Subsecretario de Salud, Antonio Infante, a quien informaron de la campaña y le demandaron el cumplimiento de  los siguientes puntos por parte de la autoridad:

1. La inmediata fiscalización y retiro de todos los productos de uso doméstico, veterinario o sanitario, que contienen plaguicidas que son vendidos ilegalmente y que violan las escasas normas de regulación que hoy existen.

Tal es el caso del producto Diclorvos, que a pesar de haber sido prohibido su uso  por el Instituto de Salud  Pública (Res. Exc. Nº6580 de 01 enero de 200), hoy se encuentra en una serie de productos de uso veterinario como collares antipulgas y rocíos sanitarios para mascotas, que tienen registro vigente en el ISP.

De igual forma, aquellos productos que, conteniendo plaguicidas,  no cuentan con registro del ISP ni del SAG, como pinturas antihongos, imprimantes para maderas, y ceras para pisos.

2. Que se dicte una prohibición inmediata de venta y se retiren del mercado los productos muy y extremadamente peligrosos, y todas las sustancias cancerígenas que provocan graves alteraciones y malformaciones genéticas, como se  ha documentado científicamente a nivel internacional.

3. Elaboración e implementación urgente del Reglamento Específico para Plaguicidas de Uso Doméstico, Sanitario y Veterinario en el Hogar, que lleva cinco años de retraso.

Al mismo tiempo exigieron que la elaboración de esta normativa se lleve a cabo con las activa participación de las organizaciones ciudadanas que, desde su experiencia, pueden realizar importantes aportes técnicos. Ello como contrapeso al intenso lobby que desarrolla la industria química y las cadenas de comercialización, que operan con casi nulas medidas de control.

 Las organizaciones agrupadas en ACAEA en conjunto con la Corporación OLCA argumentaron que en nuestro país, cada año, se comercializan más de 2 mil toneladas de plaguicidas para uso doméstico y sanitario en un marco regulatorio deficiente que permite una serie de situaciones que atentan gravemente contra la salud de nuestra población. Ésto como resultado de una regulación "provisoria" del reglamento del Sistema Nacional de Control de Productos  Farmacéuticos, Alimentos de Uso Médico y Cosméticos, es decir un reglamento que norma igualmente venenos, productos de belleza, alimentos y remedios.

 A  5 años del cumplimiento de la fecha señalada para elaborar  el reglamento específico de Plaguicidas de uso Doméstico, Sanitario y Veterinario en el Hogar -según lo estipulaba el Decreto Supremo Nº 1876 de 1995- la  publicidad, almacenamiento, venta y uso de estos venenos presenta importantes carencias desde el punto de vista de la seguridad de chilenas y chilenos. Tal es el caso de la ausencia de una clasificación toxicológica en base a estándares internacionales, como la clasificación de la OMS.

 De esta forma, nos encontramos con que se promueven por televisión productos que son creados y concebidos para matar, como sustancias inocuas que ofrecen "protección" a nuestras familias. Parte importante de estos productos se expende en envases que no cumplen con ningún estándar de seguridad, son almacenados y expuestos a escasos metros de  alimentos, situación que se puede verificar en cualquier supermercado de nuestro país 

 Las restricciones de uso -cuando existen- son claramente insuficientes y no contemplan aspectos tan importantes como condiciones ambientales (de temperatura y humedad); especificación de personas que no deben exponerse a estos productos (según edad y condición de salud) o restricción para uso en lugares determinados (como salas cuna y hospitales).

 La normativa actual no contempla un sistema de etiquetado único -como si ocurre en los plaguicidas para uso agrícola- por lo tanto no existe un estándar mínimo de información orientado a la protección de las personas.

 La dualidad en los registros de estos productos (SAG e ISP) genera vacíos legales que permiten que algunos productos que contienen plaguicidas eludan los sistemas de registros por ser comercializados en otros rubros, tal es el caso de  las pinturas antihongos.

 Uno de los aspectos más graves que presenta la actual normativa, tiene que ver con la permisividad en el uso de  plaguicidas a nivel doméstico, es decir, en espacios cerrados; mientras que en su uso agrícola -espacios abiertos- los mismos productos tienen importantes restricciones orientadas a proteger la salud de las personas.

 MAYORES ANTECEDENTES  (02) 225 3218 -274 5713 -  (09) 848 0583 (09) 353 5966

Andrea Nuñez Aracena
Periodista
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