Comunicaciones OLCA, 5 de septiembre de 2008

Alertan por Presencia de Plaguicidas Tóxicos en Frutas y Verduras

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-El 63% de las frutas y verduras que consumimos en el país contiene residuos de plaguicidas peligrosos, así se desprende del informe “Programa de Monitoreo de Residuos de Plaguicidas en Vegetales” desarrollado por el SAG y que ha mantenido oculto a la opinión pública por más de un año.  El  Documento  fue dado a conocer hoy por organizaciones ambientalistas y de consumidores.

El estudio realizado en el año 2006 y publicado en el 2007 ha  sido solicitado en diversas oportunidades por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América latina (RAP-AL) y jamás le ha sido entregado.

El informe contiene resultados alarmantes que fueron dados a conocer por los dirigentes María Elena Rozas de RAP-AL, Lucio Cuenca de OLCA, Juan Carlos Cárdenas de Ecoceanos, Omar Pérez de la Liga Ciudadana de Consumidores y José Luis Hernández de CONADECUS.

El Sag analizó 374 muestras (233 hortalizas y 141 frutas) de todo el país. Según las normas de la UE el 31,82% de los vegetales sobrepasa los límites permitidos, el 20,32% de las hortalizas contiene residuos de plaguicidas por sobre la norma, lo mimo ocurre en el 11,50% de las frutas.

Los dirigentes coincidieron en señalar que aquí no se están respetando derechos básicos de los ciudadanos en  su calidad de consumidores, el derecho a la información y a la seguridad en el consumo. Por lo mismo señalaron que el Director del SAG debe asumir su responsabilidad  por el ocultamiento de información trascendente para la salud de la población.

En este contexto reiteraron la necesidad que la futura Agencia de Inocuidad Alimentaria tenga un enfoque de salud pública y de que exista un monitoreo permanente sobre la producción de alimentos en el país para asegurar la calidad e inocuidad de los alimentos.

El análisis detectó insecticidas y fungicidas de gran toxicidad aguda y crónica. Entre ellos, plaguicidas con efectos cancerígenos y teratogénico (malformaciones congénitas), y alteradores de los sistemas nervioso, reproductivo e inmunológico. Entre los plaguicidas más peligrosos que se detectaron con mayor frecuencia en el estudio, destacan: metamidofós, azinfos metil, clorpirifós, iprodione, captan, carbendazim, metomil, dicofol, dimetoato, entre otros. 

Productos con más residuos

Como referencia general, la mayor parte de las frutas (manzana, durazno, frutilla, frambuesa, uva de mesa) analizadas provenían principalmente de las regiones Metropolitana, VI y V.  Sin embargo, las manzanas y duraznos muestreados eran mayoritariamente de la V y VIII, y la uva de mesa de la III y IV Región.

Las hortalizas (acelga, espinaca, lechuga, papa, pimiento, repollo, tomate) correspondían a todas las regiones del país, a excepción del tomate que provenía principalmente de la I Región. El 70% del total de las muestras tenía trazabilidad respecto del origen (región, localidad, productores).

Los productos que presentaron la mayor cantidad de residuos de plaguicidas fueron los pimientos (24 tipos diferentes de plaguicidas), tomate (17), uva de mesa (16) y duraznos (16).

Según el Codex Alimentarius, se detectaron transgresiones a la norma en pimiento, repollo y manzanas.

En el caso del Límite Máximo de Residuos (LMR) de la Unión Europea, en todas las muestras analizadas se encontraron valores por sobre la norma. Destacamos algunos de los resultados obtenidos:

Acelga: Tres plaguicidas sobrepasaron la norma. En el caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,01mg/kg, se detectó una cifra máxima de 23,86 mg/kg.

Lechuga: Siete plaguicidas sobrepasaron la norma. En el caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,05 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 10,83 mg/kg. En el caso de carbendazim, cuyo LMR es de 0,05 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 5,95 mg/kg.

Espinaca: Cuatro plaguicidas por sobre la norma. En el caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,05 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 3,94 mg/kg. En el caso de carbendazim, cuyo LMR es de 0,1 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 6,57 mg/kg.

Repollo: Dos plaguicidas sobrepasaron la norma. En el caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,01 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 0,62 mg/kg. En el caso de carbendazim, cuyo LMR es de 0,1 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 0,40 mg/kg.

Tomate: Cuatro plaguicidas por sobre la norma. En el caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,01 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 0,24 mg/kg.

Pimiento: Diez plaguicidas por sobre la norma. Se destaca el metomil, cuya MLR es 0,05 mg/kg, y se detectó una cifra máxima de 2,38 mg/kg. En el caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,01 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 1,8 mg/kg. Otro caso destacable es el imidacloprid, con un LMR de 0,01 mg/kg, y se encontró una cifra máxima de 0,96 mg/kg.

Frambuesa: Un plaguicida. Carbendazim, con un LMR de 0,1 mg/kg, y se encontró una cifra máxima de 0,27 mg/kg.

Frutilla: Tres plaguicidas por sobre la norma. Se destaca el metomil, cuya MLR es 0,05 mg/kg, y se detectó una cifra máxima de 0,55 mg/kg. Además, carbendazim con LMR 0,1 mg/kg, con una cifra máxima de 0,14 mg/kg.

Manzana: Cinco plaguicidas sobre la norma. Se destaca el carbendazim, con LMR 0,2 mg/kg, y se encontró una cifra máxima de 0,45 mg/kg.

Durazno: Cinco plaguicidas sobre la norma. Se destaca el iprodione, con LMR 3 mg/kg, y se encontró una cifra máxima de 9,2 mg/kg. También, metamidofós, cuyo LMR  es 0,05 mg/kg, y se encontró una cifra máxima de 0,17 mg/kg. El carbendazim, con un LMR de 0, 5 mg/kg, y se encontró un máximo de 1,62.

Uva de mesa: Cuatro plaguicidas sobre la norma. Se destaca el carbaril, con LMR 0,05 mg/kg, y se encontró una cifra máxima de 0,26 mg/kg. También, metomil, cuyo LMR es 0,05 mg/kg, y se encontró una cifra máxima de 0,14 mg/kg.

Es importante tener presente que en el 8,5% de todas las muestras se detectaron plaguicidas no autorizados en Chile para ser usados en esos cultivos.

Ver el informe completo del SAG (pinche aquí)

 

José Luis Hernández Moncada
Periodista
www.conadecus.cl
(562) 696 0420 - 672 5150
8 452 0970

FICHA DE LOS PLAGUICIDAS MÁS PELIGROSOS ENCONTRADOS EN EL PMRP

Metamidofos
 Insecticida organofosforado. Distribuido por Arysta (Monsanto).
Nombre comercial: Monitor, MTD, Stanza, Tamaron.
Clasificado en Chile en grupo 1a, “sumamente peligroso”. La EPA clasifica este producto en la categoría 1, sumamente tóxico. La Unión Europea, en la categoría “muy tóxico”. Es sistémico y actúa por contacto. Absorción: por inhalación, ingestión y por contacto con la piel.
Daños en los seres humanos: por su alta toxicidad, puede ser fatal si se inhala o es absorbido a través de la piel. Es uno de los plaguicidas de más alto riesgo en Chile y se ubica entre los mayores causantes de intoxicaciones.
Efectos agudos: El envenenamiento agudo afecta el sistema nervioso central, produciendo descoordinación, dificultades de habla, pérdida de reflejos, debilidad, fatiga, contracciones musculares involuntarias y espasmódicas, temblor de la lengua o de los párpados y, por último, parálisis de las extremidades y de los músculos respiratorios. En casos graves puede haber también defecación o micción involuntaria, sicosis, pulsaciones cardíacas irregulares, inconsciencia, convulsiones y coma. Una insuficiencia respiratoria o un paro cardíaco pueden provocar la muerte.
Daños crónicos: La exposición excesiva de los seres humanos al metamidofos puede causar una neuropatía retardada. Afecta los sistemas neurológico e inmunológico. Es teratogénico (malformaciones congénitas).
Daños en el medio ambiente: Provoca efectos residuales en aves. Es tóxico para peces, abejas y otros animales silvestres. También causa la muerte del ganado que ingiere forraje en campos fumigados.

Dicofol
Acaricida organoclorado, distribuido por Dow. Es altamente persistente en el ambiente y bioacumulable en los organismos (contiene DDT, contaminante orgánico persistente listado en el Convenio de Estocolmo sobre COPs).
Nombres comerciales: Dicofol, Kelthane. La OMS lo clasifica en Grupo III, “ligeramente peligroso”. Sin embargo para el efecto crónico el dicofol es sumamente peligroso. Absorción: por inhalación, ingestión y por la piel.
Daños en seres humanos. Efectos agudos: Estimulante del sistema nervioso central. Puede causar depresión, coma e incluso la muerte. Casos ocurridos en Chile: En diciembre de 1985 un niño murió y otros 6 menores fueron hospitalizados en Lampa por envenenamiento con Kelthane. En agosto de 1994 un trabajador del puerto de San Antonio presentó una distonía mioclónica generalizada, después una intoxicación aguda accidental con los plaguicidas dicofol y diazinon.
Efectos crónicos: Se acumula en tejidos adiposo, cerebral y hepático. Tóxico para el hígado, riñones y sistema nervioso. Provoca arterioesclerosis, hipertensión y lesiones severas a la piel. Posiblemente cancerígeno (según la EPA), fetotóxico y mutagénico. Estrógeno ambiental, con efectos disruptores en el sistema reproductivo y endocrino. Puede tener efectos en la fertilidad masculina y femenina.

Azinfos metil
Insecticida organofosforado de contacto que pertenece a los plaguicidas más peligrosos, clasificado como Ib por la OMS y también en Chile.
Algunos nombres comerciales: Gusathion M 35%, Azifon, Azinfos Metil 35, Cotnion, INIA 82,4.
Efectos agudos: Es neurotóxico. Como organofosforado, inhibe la acetil-colinesterasa, sustancia necesaria para el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Causa de muerte: fallo respiratorio.
Efectos crónicos: Tóxico para los riñones. Interfiere en la fertilidad masculina y femenina. Asociado a problemas de fertilidad masculina; puede atrofiar los testículos, o testículos pequeños o de forma anormal en aves. Provoca malformaciones durante el embarazo y es mutagénico.


Iprodione
Fungicida Probable cancerígeno, según la EPA.
Efectos agudos: Importante irritante dérmico, ocular, de mucosas y de toda la zona respiratoria superior. La ingestión aguda puede causar náusea, vómito, dolores
del abdomen e incoordinación.
Efectos crónicos: Altamente tóxico. Causa alteración al hígado y riñones. Puede producir anemia e hipertensión arterial. Disruptor endocrino y efectos en el sistema reproductivo.. Considerado como cancerígeno. La EPA canceló su uso en tratamientos después de la cosecha por representar un riesgo para la salud por sus efectos cancerígenos, especialmente en los pulmones.
Efectos ambientales: Crea resistencia en algunas razas de hongos.

Captan
Fungicida corrosivo que actúa por contacto.
Efectos agudos: Puede causar daño irreversible a los ojos si no es quitado inmediatamente. El contacto prolongado o repetido con la piel puede causar irritación, rojez, hinchazón, y reacciones alérgicas de la piel. La ingestión en cantidades grandes  puede causar vómito y diarrea. Puede afectar al tracto gastrointestinal, el hígado, los testículos, el riñón, el pulmón y el bazo.
Efectos crónicos: Según la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos), hay evidencia de su efecto cancerígeno en animales. Según la EPA-California también causa tumores. La experimentación animal muestra que esta sustancia posiblemente cause efectos tóxicos en la reproducción humana. Es mutagénico, provoca aberraciones cromosómicas, que pueden derivar en malformaciones congénitas. Puede causar cáncer de mamas.
Efectos ambientales: Contamina el suelo y aguas subterráneas, es altamente tóxico para los peces y afecta ranas, pájaros y aves.

Clorpirifos
Insecticida organofosforado. Nombre comercial: Fantom, Lentrex, Lorsban, Master, Pointer, Pyrinex, Troya, Reldan, Cyren. Distribuido por Point Chile, Dow, Arysta (Monsanto), ANASAC, BASF.
Daños en seres humanos: Afecta fuertemente al sistema nervioso.
Efectos agudos: dolores de cabeza, visión borrosa, lagrimeo, excesiva salivación, secreción nasal, mareo, confusión, debilidad o temblores musculares, náusea, diarrea y cambios bruscos en el latido del corazón. La exposición a altos niveles puede producir sudor profuso, pérdida del control intestinal, convulsiones, estado de coma y la muerte. Efectos crónicos: La exposición repetida o prolongada al clorpirifos puede causar los mismos efectos que la exposición aguda, además de disminución de la memoria y de la concentración, desorientación, depresión severa, irritabilidad, confusión, dificultades para hablar, reacciones lentas, pesadillas, sonambulismo, insomnio.
En 1997, la EPA (EE.UU.) anunció un Plan de Reducción de Riesgos para el clorpirifos que incluía restricciones para su uso, luego de considerar 22 informes sobre alteraciones del sistema nervioso y 35 casos relacionados con sensibilización al producto químico.
Existe evidencia de efectos carcinogénicos y que puede provocar cáncer de mamas.
Efectos teratogénicos (malformaciones congénitas): En EE.UU., un estudio científico independiente dio a conocer cuatro casos de defectos de nacimiento graves e incapacitantes en niños cuyas madres estuvieron expuestas al plaguicida Dursban (clorpirifos) durante los primeros tres meses de embarazo. Los niños tenían deformaciones en sus cabezas, rostros, ojos y genitales. El mismo efecto se registró en animales expuestos a clorpirifos.
También se han detectado anormalidades en el sistema inmunológico, alergias y sensibilización a los antibióticos.
Daños en el medio ambiente: Los invertebrados acuáticos, particularmente los crustáceos y las larvas de los insectos, son sensibles a la exposición.

Carbendazim
El carbendazim es un fungicida sistémico que causa una gran preocupación debido a sus efectos crónicos.
Daños crónicos: Está considerado con un alterador de las hormonas. Un estudio hecho por Mantovani y otros (1998) comprobó que los animales expuestos al carbendazim en el vientre materno tenían graves deformidades, tales como falta de ojos o hidrocefalia (agua en el cerebro). El carbendazim puede alterar el desarrollo de los espermios y dañar el desarrollo testicular en ratas adultas. Por ejemplo, un estudio realizado con el benomyl (que tiene al carbendazim como su metabolito principal) encontró atrofia y degeneración testicular y fetotoxicidad.
Efectos ambientales
Su toxicidad varía de alta a extremadamente altamente para el zooplancton, de moderada a extremadamente alta para peces u otras formas de vida acuática -las pruebas de laboratorio han mostrado toxicidad alta para los organismos acuáticos; por ejemplo, la LC50 (esto es, la concentración con la cual muere la mitad de la muestra) para la trucha arcoiris es de 0,36 mg/litro, de 5,5 mg/litro para el pez luna de agallas azules, de 0,098 mg/litro para el camarón mysid y de 0,087 mg/litro para los invertebrados acuáticos.

Metomil
El metomil es un insecticida que actúa por contacto, del grupo de los carbamatos, sumamente tóxico, de uso restringido en USA, y de amplio espectro. Este insecticida presenta un sinnúmero de efectos tóxicos. En un inhibidor de la colinesterasa en los seres humanos.
Efectos agudos
La exposición a este plaguicida puede producir visión borrosa, malestar en el pecho, falta de coordinación muscular, irregularidades coronarias y parálisis muscular.
Efectos crónicos: Posibles efectos mutágenos debido a que su estructura química es similar a la del carbaril. Puede ser tóxico para los riñones y producir anemia aplásica. Puede provocar neuropatía periférica. Estrógeno ambiental, alterador del sistema reproductor y endocrino. Aumenta la cantidad de esperma anormal en ratones.
Efectos ambientales: Tóxico para abejas e insectos benéficos. Además, el metomil es sumamente dañino para el ambiente – es altamente tóxico para las aves y los organismos acuáticos. Un estudio realizado para el Banco Mundial reveló que el insecticida metomil, junto con el metamidofos y el paraquat, fueron responsables por la mayor parte de los 11.000 a 33.000 casos de envenenamiento por año que se estima suceden en Guatemala.

Dimetoato:
Insecticida organofosforado sistémico y de contacto, altamente tóxico, con LD50 oral de l85. Nombres comerciales: Perfektion, Roxion, Anatoato, Maktion, Salut.
Importadora: Anasac, Basf, Hoechst
Efectos agudos: Inhibe la acetil-colinesterasa. Afecta el sistema nervioso e irrita la piel. Se puede morir por fallo respiratorio. Es absorbido por inhalación, ingestión y penetración cutánea. Síntomas: calambres abdominales, convulsiones, vértigo, dificultad respiratoria, náuseas, vómitos, pérdida del conocimiento
Efectos crónicos: Altamente tóxico. Tóxico para los riñones, interfiere en la fertilidad masculina y femenina. La EPA plantea que su uso tiene riesgos de efectos mutagénicos, reproductivos y fetotóxicos y se sospecha de efectos cancerígenos. Disminuye la libido y el número de esperma, aumenta la cantidad de esperma muerto en conejos. El contacto prolongado causa dermatitis.
Efectos ambientales: Muy tóxico para abejas y aves.