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Fuente:
www.radiobiobio.cl,
7 de junio de 2010
Presentan proyecto para prohibir importación, producción y comercialización de plaguicidas extremadamente peligrosos
Los senadores Ximena Rincón y Patricio Walker (DC) presentaron un proyecto de ley que prohíbe el mercado de plaguicidas peligrosos, a objeto de evitar la intoxicación de temporeros y personas que se ven expuestas a esos químicos.
Según información de organizaciones ciudadanas vinculadas al tema, anualmente son cerca de 3.000 las personas que resultan intoxicados por estar expuestos a plaguicidas.
Es por ello que los senadores presentaron un proyecto de ley que busca prohibir la importación, producción, comercialización, distribución y uso de plaguicidas extremadamente peligrosos.
Se trata de las categoría Ia y Ib de este tipo de químicos, que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, son tremendamente dañinos para las personas y el medio ambiente.
Según los parlamentarios, los informes epidemiológicos que se han realizado a quienes han sufrido intoxicaciones con este tipo de químicos, relaiconaron directamente la causa de la intoxicación al uso del plaguicida denominado Pyrinex y el fungicida Clarinet.
El insecticida Pyrinex, cuyo principio activo es el clorpirifós, es un plaguicida que afecta el sistema nervioso de los seres humanos y los animales.
“El uso de plaguicidas puede producir, de manera general, efectos adversos agudos en la salud humana tales como: intoxicaciones caracterizadas por dolores de cabeza, visión borrosa, lagrimeo, excesiva salivación, secreción nasal, mareo, confusión, debilidad o temblores musculares, náusea, diarrea y cambios bruscos en el latido del corazón. La exposición a altos niveles puede producir sudor profuso, pérdida del control intestinal, convulsiones, estado de coma y la muerte”, señala la iniciativa.
Agrega que, además, estas sustancias alteran en muchos casos de manera irreversible el equilibrio ecológico y el medio ambiente, reduciendo especies importantes de organismos terrestres y acuáticos, por la disminución de la tasa de reproducción, por las modificaciones de las relaciones presa-depredador, por la aparición de alteraciones fisiológicas y la muerte de dichos organismos.
Los senadores Rincón y Walker manifestaron que si bien existe un Código Internacional de Conducta para la Distribución y Utilización de Plaguicidas, que ha buscado establecer normas de conducta de carácter voluntario para todas las entidades públicas y privadas que intervienen en la distribución y utilización de plaguicidas, ello no ha sido suficiente para evitar el alto número de intoxicaciones que se registra cada año.
En el país se encuentran registrados alrededor de 420 principios activos, contenidos en aproximadamente 924 marcas comerciales, de los cuales 41 pertenecen a la categoría Ia y 29 a la categoría Ib, las más peligrosas de acuerdo a la OMS.
Ambos parlamentarios recordaron que el año 2007, un grupo de diputados presentó un proyecto de ley para prohibir expresamente la importación, producción, comercialización, distribución y uso de agroquímicos de las categorías Ia y Ib.
Si bien la iniciativa fue aprobada en su primer trámite, no ocurrió lo mismo en la Cámara Alta, que estimó que la ley N° 20.308 sobre protección a los trabajadores en el uso de productos fitosanitarios ya legislaba sobre la materia.
No obstante, los senadores Rincón y Patricio consideran que dicha conclusión “es errada, toda vez que la materia legislada por la ley N° 20.308 estableció normas relativas a la manera de emplear los plaguicidas ya registrados, otorgándole facultades al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), y estableciendo una reglamentación para la fumigación aérea, no prohibiendo bajo ninguna circunstancia la importación, producción, comercialización, distribución y uso de agroquímicos de las categorías antes señaladas, muchos de los cuales están prohibidas en los países de la Unión Europea y Estados Unidos, pero siguen siendo utilizados en Chile”.
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