- Chile:27 de Mayo de 2020
Caimanes: injusticia, polvo y megaminería
Un episodio más en la « serie » de atropellos a los derechos humanos cometidos por la Minera Los Pelambres. MLP genera en ganancias netas cien millones de dólares al mes, pertenece al grupo Luksic, una de las 100 fortunas más grandes del mundo….
- Por Elif Karakartal
- En plena pandemia por el Covid-19, una grave contaminación afecta en este momento la calidad del aire respirado en Caimanes (4ta región de Chile) poniendo en riesgo la salud de sus habitantes. No es la primera vez que la minera operando en la región genera graves impactos ambientales en el valle. Esto nos lleva a repensar las acciones y respuestas de los actores de un conflicto que lleva muchos años.
Aire de minería
Desde los primeros días de mayo, sobrevuela sobre la comunidad de Caimanes una extraña neblina. Los habitantes de la comunidad detectaron de inmediato que se trataba de un polvo proveniente del relave emitido por el llamado tranque del Mauro, ubicado a 8 km más arriba. El relave, es el eslabón pobre del proceso minero, se presenta bajo la apariencia de un polvo fino que contiene mercurio, arsénico, manganeso, y muchos otros metales pesados. La nube tóxica se expande por el valle y deposita sus partículas finas sobre la tierra, las casas y las personas.
Un episodio más en la « serie » de atropellos a los derechos humanos cometidos por la Minera Los Pelambres (MLP) en el pueblo de Caimanes. En 2008, la minera instaló contra la voluntad de la gran mayoría, el tercer tranque de relaves más grande del mundo. Después de “las aguas robadas”, cuyas desaparición fue imputada a MLP por la Corte Suprema de Chile el 21 de octubre 2014, después del peligro de derrumbe del tranque reconocido por la misma corte el mismo año, un nuevo drama afecta la comunidad.
Una visible contaminación del aire que se supone podría afectar las vías respiratorias y los pulmones de las personas que viven allí, precisamente cuando la contingencia nacional se centra sobre la pandemia del Covid-19, que también provoca insuficiencias respiratorias.
En Caimanes, desde años, la mayoría de la gente se rehúsa consumir agua potable porque se demostró una posible contaminación por metales pesados, a la vez se vive bajo el riesgo del colapso de la gigantesca obra de 300 metros de altura que podría acabar con la vida de habitantes del pueblo en unos minutos y hoy hasta el solo hecho de respirar el aire también se estaría volviendo un riesgo. Esta vez, La empresa omitió informar a los habitantes del escape del humo tóxico.
Fueron los mismos pobladores que revelaron el hecho y lo denunciaron. Advertida que el incidente de la nube tóxica se estaba dando de conocer, MLP reconoció el hecho pero acusó al viento y a la sequía. Efectivamente la falta de agua y las corrientes de aire hicieron volar las partículas finas desde el tranque hacia el valle. Pero, ¿serán los eventos de la naturaleza responsables del accidente ambiental y no el depósito al aire libre de 2 mil millones de toneladas de relaves? Ese es el argumento que intentó imponer la minera, como para dar una explicación cuasi “natural” de un hecho de contaminación grave, cuyo origen depende de su producción minera. ¿Cómo entender que una empresa de este tamaño, perteneciente a uno de los grupos económico más importante del país tenga tanto descuido por la vida humana?
Donde la Riqueza (de unos) genera humo y pobreza para muchos
MLP genera en ganancias netas cien millones de dólares al mes, pertenece al grupo Luksic, una de las 100 fortunas más grandes del mundo y forma parte del consorcio Antofagasta Minerals, que cotiza en la bolsa de Londres donde esta multinacional eligió su domicilio. Mientras en Londres, frente a los accionistas internacionales, vuelan las cifras de las ganancias, en Caimanes, el tranque de relaves genero mucha « pobreza », pobreza en términos de destrucción ambiental, humana y porque también arruinó la economía local. La falta de agua acabó con el río, los afluentes y en consecuente con la mayor parte de las actividades económicas tradicionales del valle.
La amenaza de que se pueda derrumbar el tranque y sepultar el valle entero género angustias incesantes. La intromisión de MLP en el pueblo causó divisiones y odios. Los hechos fueron ampliamente denunciados y en su mayoría fueron reconocidos por la Justicia chilena. Hoy la empresa está nuevamente en causa por arriesgar la salud de las personas y violaciones de derechos humanos garantizados por la Constitución Chilena. Pero según la minera, los eventos “naturales” serían causantes por accidente. ¿Hasta qué extremo puede llegar el extractivismo minero afectando la vida de los seres humanos y el entorno de los territorios? ¿Hasta dónde se hace casos omisos de sus impactos? ¿Cuál será el límite de lo aceptable ?
¿Tomarse caminos para acceder a derechos?
Habitantes de Caimanes se toman el camino de acceso al tranque de relaves para exigir que se reconozca el daño que están sufriendo. Bloquear el camino y así impedir la circulación de vehículos y camiones hacia el tranque se volvió el único medio no violento efectivo para denunciar la gravedad del hecho, llamar a la autoridad y exigir que la empresa tome medidas de resolución ante daño. Ocupar el espacio “público” para hacer valer a los seres humanos del territorio, frente a la razón imperativa de la mecánica extractiva como manera de expresar un rechazo y hacerlo visible. No es la primera vez que habitantes en resistencia ocupan la vía física para reivindicar sus derechos. Del 25 de noviembre 2014 al 8 de febrero 2015, los habitantes de Caimanes se tomaron la vía de acceso al tranque. La Corte Suprema había reconocido la obligación de MLP de d
evolver el libre escurrimiento del agua al estero Pupio libre de contaminación del tranque de relaves del Mauro, sin embargo
, esta sentencia no había sido respetada por la Minera. En aquella vez, los caimaninos ocuparon el camino para pedir que se acate la ley es decir: que se devuelven las aguas al estero.
La ocupación duró 75 días. En largas semanas de ocupación, no fueron pocos las veces que los propios funcionarios de la fuerza policial quedaban sin respuesta frente a un interrogante: ¿El camino es público o privado? En el sentido común de las fuerzas policiales de resguardo en esta toma, nadie lograba resolver la incógnita. ¿Será “público” un camino que hoy tan solo lleva a la zona de explotación minera? Y si es “privado”, ¿Cuán legitimo seria el resguardo una propiedad privada por la fuerza pública? ¿Qué preguntas tan esenciales se percibían detrás se estos interrogantes? ¿No es la fuerza pública supuestamente responsable de velar por el bien público?
¿A los ojos de la a ley Ocupar « ilegalmente » un camino es más reprehensible por el “bien público” que lo de atentar contra la vida y el “bien común” de una comunidad?
En aquella vez, a pesar de que la toma apelaba al respeto de un fallo de la Corte suprema y entonces al “bien público” del país, la toma fue desalojada por orden del Estado y el “derecho” al “bien común” violado por la fuerza pública.
Ayer 25 de mayo 2020 nuevamente la institución policial ordena el desalojo de una toma pacífica. Una toma que se hizo para llamar la atención sobre un hecho de gravedad extrema que amenaza la salud de las personas.
¿El dialogo cómo (im) posible respuesta?
Mayo 2020, a los pocos días de la denuncia de la presencia de polvo toxico sobrevolando Caimanes, MLP propone un dialogo con la comunidad para resolver el problema de contaminación. ¿Un dialogo? El Comité de defensa se muestra escéptico. ¿De qué “
dialogo” se puede hablar si lo que se espera es una solución real para terminar con el humo toxico?
No es la primera vez que MLP ofrece « dialogo ». En 2015, después de haber sido condenada a devolver las aguas al valle, la Minera también ofreció un dialogo. Aquel “dialogo” supervisado por la institución Chile Transparente apuntaba a definir conjuntamente entre minera y comunidad, la forma de devolver el agua a la comunidad así como protegerla del peligro del tranque. Se presentaba con rostro “democrático” y pretendía basarse en la consideración de todos los afectados y en la escucha reciproca para buscar soluciones que puedan satisfacer a la comunidad. Este esfuerzo democrático respondía también al lanzamiento de las nuevas formas de resolver conflictos en comunidad planteadas por la institución pública-privada “Valor Minero”, a través de la búsqueda de “un interés común”.
El discurso de la
minería virtuosa y de la
minería inclusiva, proponía considerar el tranque casi como un “bien común”, es decir una obra que podría ser buena para todos y a la cual todos podrían de alguna forma participar y también asumir conjuntamente los riesgos. En realidad los límites de la inclusión y del dialogo no tardaron en hacerse visible cuando se comprendió que las únicas intensiones de MLP era seguir su extracción exponencial, ampliar su producción y llenar aún más el tranque de desechos tóxicos, pese a todos los impactos destructivos que generaría contra la comunidad y el valle.
En 2015 y 2016 la estrategia del « diálogo » permitió a la minera concluir un acuerdo privado con algunos, desligándose de la obligación de cumplir debidamente ante la ley y la justicia. Todo se terminó con la entrega de 28 millones de pesos a las familias que aceptaban firmar un acuerdo propuesto por la minera y la exclusión de los opositores, mientras los ex-abogados de la comunidad Ossas y Cia recibían suma astronómica de dinero de la minera y desaparecieron después. MLP había logrado forzar una conciliación a través de la entrega de dinero para algunos, valiéndose de la prestigiosa supervisión de la ONG Chile Transparente, que organizada y velaba por la buena conducta de las reuniones.
En mi calidad de observadora internacional de la Fundación Danielle Mitterrand, preciso que participe en las mesas de dialogo en 2015 únicamente en calidad de observadora, informando constantemente de las numerosas irregularidades del proceso de “dialogo”. La Fundación Danielle Mitterrand desde su ámbito de velador del Derecho Humano al agua, nunca avaló el proceso extrajudicial que se realizó en 2016.
La Justicia chilena acató en aquel entonces un « acuerdo » pactado entre algunos a cambio de importante suma de dinero y el dialogo permitió procurar un carácter legal a esta transacción, acallando la vía judicial sin resolver los problemas de fondo. 4 años después, la solución a los problemas que habían despertado la denuncia fue nula, no hay ni agua ni seguridad en Caimanes.
En el actual Mayo 2020, la palabra “diálogo” en la boca de la minera guarda un sabor amargo a oídos del Comité de Defensa de Caimanes. Este afirma no aceptar ser parte del problema, pide a MLP asumir sus responsabilidades y dar soluciones reales al problema de contaminación. A través de su abogado Esteban Vílchez y conjuntamente con el diputado Daniel Núñez, presentaron un recurso de protección ante la Corte de Santiago para que se proteja a las personas frente a los graves hechos de contaminación por el polvo proveniente del tranque de relaves del Mauro. El recurso solicita “tres informes técnicos independiente que den cuenta del origen del fenómeno, del contenido del polvo, de su grado de toxicidad o peligrosidad para la vida, la salud humana, el medio ambiente y de las medidas que debería adoptar MLP para evitar la repetición del fenómeno”. Así mismo, el recurso pide suspender el funcionamiento, el llenado del tranque de relaves hasta que se cuente con los informes solicitados y se ejecuten las medidas de seguridad sugeridas por los expertos en los informes independiente”.
Hasta la fecha, ni la minera ni las autoridades públicas, ni la superintendencia del medio ambiente han tomado ninguna medida para proteger la población de la contaminación. El Comité denuncia una falta de fiscalización de parte de las autoridades encargadas del medio ambiente.
Es de esperar que la res publica, la salud y el bien común pueda esta vez encontrar manera de ser respetada.
Elif Karakartal
Realizadora de documentales y Máster en antropología. Presenció y reportó el conflicto de Caimanes entre 2012 y 2016 como observadora internacional por la Fundación Danielle Mitterrand.
Fuente:
https://nuestrarepublica.org/2020/05/27/caimanes-injusticia-polvo-y-megamineria/?fbclid=IwAR3UgZGMAv5nciANVdb6N3xb3bQoLOVhMtaHF54QxAqZo3SZmIoLnEoyzbA2390