Los 11 proyectos mineros en los que invirtió la familia del Presidente Piñera durante su primer gobierno
Algunos ya se conocen, como Dominga e Imán, pero hay otros nueve proyectos mineros en los que participaron los Piñera Morel bajo el primer gobierno de su padre. Uno de ellos es Cóndor, el que fue aprobado ambientalmente en esa administración. CIPER rastreó los actos administrativos, como permisos y evaluaciones, que hicieron avanzar estos proyectos entre 2010 y 2014. En La Moneda niegan cualquier conflicto de interés. La mayoría son proyectos de exploración, que buscan descubrir vetas de cobre, oro y hierro, para luego ser vendidos a mayor precio. Algunos de los proyectos no tuvieron éxito, pero otros continúan vigentes, como Indiana y Filipinas, y a la venta.
Por Nicolás Sepúlveda y Paulina Toro - CIPER Imagen: Minera Activa
El 31 de julio de 2013 – durante el primer gobierno de Sebastián Piñera- el Proyecto de Exploración Minera Cóndor recibió el visto bueno del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para operar un proyecto que buscaba cobre en el Cajón del Maipo, en el sector cordillerano de la Región Metropolitana. Era una zona con protección ambiental porque había sido declarada de Interés Científico para la Minería. Para lograr la aprobación, los dueños del proyecto prometieron ocupar un helicóptero para el traslado de material y personal de ese proyecto, con el fin de evitar la construcción de caminos.
Como requisito para su aprobación, el proyecto recibió el visto bueno de siete seremis, cargos que son nombrados por el Presidente de la República. Lo que no se sabía, hasta ahora, es que la familia Piñera Morel estaba entre los inversionistas de la Minera Cóndor.
La familia del Presidente Sebastián Piñera estaba entre los accionistas del proyecto a través de Santa Victoria Fondo de Inversión Privado, un FIP hasta ahora desconocido y que también utilizaba como vehículo de inversión en otras sociedades mineras.
Aunque, según la versión de La Moneda y del family office de los Piñera Morel, el proyecto Cóndor finalmente no se ejecutó y su permiso nunca se utilizó, efectivamente su aprobación ambiental se produjo durante el primer gobierno de Sebastián Piñera y quedó listo para su autorización bajo la administración de Michelle Bachelet. De hecho, fue la ministra de Minería de Bachelet, Aurora Williams, quien entregó el permiso final en noviembre de 2014 (vea el decreto respectivo).
El proyecto Cóndor formaba parte de una serie de inversiones mineras en las que participó la familia presidencial durante el primer mandato de Piñera. Parte de esos proyectos fueron la Minera Dominga, que terminó vendiéndose a la familia Délano en las Islas Vírgenes Británicas (vea reportaje de CIPER y La Bot), y el Proyecto Imán, donde el vendedor de las concesiones mineras que posibilitaron ese proyecto fue nombrado como representante del Presidente en el directorio de Enami (vea reportaje de CIPER).
La familia del Presidente también ha participado en los proyectos Indiana, que le vende mineralización a Enami y que actualmente busca comprador, y Filipinas, que extrae cobre, hierro y oro en la Región de Atacama. Otros proyectos en los que ha invertido la familia presidencial son Oro Atacama, Perth, Sierra Fritis, Adelaida, Quasar, y Central Andes. CIPER contabilizó al menos 11 proyectos de inversión minera, en el periodo 2010-2014, en los que participaron los Piñera Morel.
Algunos de estos proyectos terminaron truncados, como el de la Minera Perth, que iba a ser comprado a una minera norteamericana y donde el ejecutivo de confianza de los Piñera, Nicolás Noguera, participó directamente en las tratativas.
Luego de que Pandora Papers reveló la controversial cláusula que condicionó el tercer pago por el proyecto Dominga a que esa zona no fuese protegida ambientalmente durante la primera administración de Piñera, CIPER revisó las autorizaciones, permisos ambientales y evaluaciones a que fueron sometidas distintas inversiones mineras de los Piñera Morel bajo ese gobierno. En el caso de Dominga, se aprobó una concesión marítima portuaria para ese proyecto, a pesar de que estaba en curso una solicitud de protección ambiental costera que afectaba la construcción de ese muelle (vea aquí ese reportaje de CIPER).
Hay otros proyectos de los que no hay demasiadas pistas, porque las inversiones mineras en Chile, cuando operan en proyectos pequeños o medianos, no figuran en bases de datos públicas. No hay registros públicos de todos los proyectos que reciben permisos ambientales, porque, por ejemplo, las minas que extraen menos de 5.000 toneladas mensuales no requieren pasar por el Servicio de Evaluación Ambiental. Lo mismo ocurre en el caso de las exploraciones ubicadas en la zona norte del país que operan menos de 40 sondajes (perforaciones) para buscar mineral. A pesar de que estos proyectos menores igual requieren permisos, no hay nóminas públicas que los identifiquen.
Los Piñera Morel han participado del negocio minero a través de una serie de sociedades y Fondos de Inversión Privados (FIP) que dificultan identificar a sus beneficiarios finales. El listado de aportantes de los FIP es confidencial, y ni el Servicio de Impuestos Internos ni la Comisión Para el Mercado Financiero (entidades que reciben esa información) están autorizados a hacer públicas esas nóminas.
CIPER pudo identificar las inversiones mineras de la familia del Presidente luego de revisar decenas de escrituras públicas repartidas en distintas notarías de Santiago. Solo así logramos saber que uno de los vehículos de inversión de la familia presidencial ha sido un FIP hasta ahora desconocido: Santa Victoria, el mismo a través del cual invirtieron en Cóndor.
EL TRAYECTO DE CÓNDOR EN EL PRIMER GOBIERNO DE PIÑERA
El 21 de noviembre de 2011, Minería Cóndor SpA ingresó al Sistema de Evaluación Ambiental una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que buscaba permitir la exploración de cobre en el Cajón del Maipo. La sociedad a cargo de la tramitación de esa DIA era Geoactiva SpA, accionista de la minera, y donde la familia Piñera Morel tenía participación.
El Proyecto de Exploración Minera Cóndor había sido presentado por el representante legal de Geoactiva, Ignacio Del Río, un ex ejecutivo de Bancard, una de las sociedades históricas de los Piñera Morel. Cóndor proyectaba realizar sus faenas en el Fundo Río Colorado, a 38 kilómetros de la localidad de San José de Maipo. El lugar, considerado reserva natural de biodiversidad, había sido decretado como Zona de Interés Científico para Efectos Mineros, seis años antes de la presentación de Minera Cóndor.
La resolución que protegió la zona por su interés científico para la minería (promulgada el 4 de octubre de 2005) señala que esta área “presta importantes servicios ambientales a la Región Metropolitana, como es el abastecimiento y reserva de agua dulce para riego y bebida. Asimismo, forma parte del área de interés turístico y recreación en ambientes naturales, que posibilitan la educación ambiental y potencial científico, riqueza cultural y arqueológica”.
El estatus de protección no impedía que Minera Cóndor pudiera acceder a sus exploraciones si cumplía una serie de condiciones, las que incluían una autorización vía carta del propio Presidente de la República o, en su representación, del ministro de Minería.
Además, el proyecto requería el pronunciamiento de otras autoridades sectoriales, pues el lugar posee categoría de “Área de Preservación Ecológica”, “Sitio prioritario de la Estrategia de Conservación de la Biodiversidad de la Región Metropolitana”, “Bien Nacional Protegido” y “Zona de Interés Turístico”.
El proyecto sufrió un traspié en un primer intento por avanzar en la institucionalidad ambiental, entre otras razones porque, justamente, no se acompañó la carta del Presidente, entonces Sebastián Piñera. El 4 de mayo de 2012, el SEA emitió una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) desfavorable lo que impedía la realización del proyecto. No obstante, los representantes de Cóndor insistieron en la tramitación y bajo ese gobierno recibieron la RCA favorable y todo quedó listo para que, bajo la administración de Bachelet, se otorgara el permiso presidencial. De hecho, en el último día del gobierno de Piñera, el 10 de marzo de 2014, Sernageomin resolvió el último trámite relevante para obtener el permiso antes de que todo quedara en manos de la futura ministra Aurora Williams.
Entre los pasos administrativos relevantes que se dieron a favor del proyecto de los Piñera Morel durante el primer gobierno de su padre se cuentan las actuaciones de siete seremis metropolitanos (Minería, Agricultura, Salud, Medio Ambiente, Transporte, MOP y Vivienda), todos funcionarios de confianza del entonces mandatario (vea aquí el expediente completo).
El 29 de julio de 2013, Geoactiva logró la RCA favorable. Pero, posterior a eso, cambió de lugar su exploración y relocalizó el proyecto sin necesidad de volver a realizar toda la tramitación ante el SEA. Y desde noviembre de 2013 -a cuatro meses de culminar el primer gobierno de Sebastián Piñera- comenzó una acelerada tramitación en el Ministerio de Minería y el Sernagormin para materializar la autorización para exploración en zona de interés científico. Fue en ese marzo, que el 10 de marzo de 2014, en las últimas horas del gobierno, Sernageomin evacuó el visto bueno para la relocalización del proyecto. Lo hizo a través del oficio Ordinario N° 310.
CIPER consultó al principal ejecutivo de los negocios de los Piñera Morel, Nicolás Noguera, si tuvieron a la vista la existencia de algún conflicto de interés dado que la tramitación de Cóndor requirió la aprobación de funcionarios públicos de confianza de Sebastián Piñera. La respuesta está firmada por Inversiones Odisea, sociedad de la familia Piñera:
“Respecto de su pregunta, Odisea manifiesta categóricamente que no existió conflicto de interés alguno, por las siguientes tres razones:
Se trató de una inversión indirecta, minoritaria, realizada a través de un fondo (Santa Victoria) en que ni Inversiones Odisea, ni la familia Piñera Morel tenían facultades de administración.
La administración del fondo y la gestión de los proyectos estaban ambas a cargo de terceros no relacionados.
Adicionalmente, es importante que ustedes consignen que dicho permiso no se utilizó y la propiedad minera finalmente no se adquirió”.
CIPER constató que, respecto de la gestión de los proyectos, Nicolás Noguera, el ejecutivo de confianza de los Piñera Morel, tenía poderes como representante de Geoactiva SpA, la sociedad que gestionó el Proyecto Cóndor y que tramitó los permisos ambientales ante el Servicio de Evaluación Ambiental. Ese mismo año 2013 firmó contratos en representación de Geoactiva para la adquisición del proyecto minero Perth.
Desde La Moneda, en tanto, recalcaron que después de obtenido el permiso, el proyecto no tuvo futuro:
“Como es de público conocimiento, el Presidente de la República no participa en la administración de ninguna empresa desde el año 2009. La familia Piñera Morel tuvo una participación minoritaria indirecta en Geoactiva, un fondo de exploración minera con una variedad de proyectos, cuya gestión estaba en manos de Minería Activa SA, empresa en la que, reiteramos, la familia Piñera Morel no tiene ninguna participación en su administración. Y el Presidente Piñera no participó en la autorización de la exploración minera. Geoactiva nunca llegó a ser dueña de la propiedad minera del proyecto por el que se consulta, ni utilizó el permiso. A mayor abundamiento, se nos ha informado que ese proyecto no se concretó, ni se utilizó el permiso”.
En relación a que Geoactiva “nunca llegó a ser dueña de la propiedad minera del proyecto”, el decreto que finalmente autorizó la exploración, de noviembre de 2014, indica que la propiedad minera está a nombre de Minera Cóndor SpA. Los registros del Diario Oficial y otras escrituras públicas revisadas por CIPER establecen que a esa fecha Minera Cóndor estaba controlada por Geoactiva SpA.
LA APUESTA POR LOS PROYECTOS MINEROS
Las inversiones mineras de la familia Piñera Morel se realizaron a través de fondos de inversión de Larraín Vial, los que son administrados por Minería Activa. CIPER revisó decenas de escrituras públicas y archivos internos de las compañías para trazar la historia de los distintos proyectos, los que utilizan una intrincada red de sociedades y fondos que dificultan conocer a sus dueños finales. Esa revisión permitió identificar fondos en los que ha participado la familia presidencial, y también a sus socios en esas inversiones.
La mayoría de los proyectos mineros en los que ha participado la familia del Presidente Piñera se ubican en el norte y los vehículos de inversión han sido tres: Geoactiva, Minería Activa Uno y Minería Activa Dos. De cada uno de esos fondos cuelgan distintos proyectos, como los ya conocidos Dominga e Imán, pero también otros como Cóndor, Indiana, Filipinas, Oro Atacama, Perth, Sierra Fritis, Adelaida, Quasar, y Central Andes. Algunos de ellos siguen vigentes.
Seguir la pista de cada uno de esos proyectos no es fácil. Si se trata de proyectos de exploración -en los que se realizan sondajes para medir la existencia y calidad de minerales-, se requieren permisos gubernamentales que no están disponibles en bases de datos públicas. Lo mismo ocurre con proyectos de explotación pequeños o medianos.
La mayoría de los proyectos mineros en los que han participado los Piñera son de exploración. Aunque también lo han hecho en proyectos pequeños o medianos de explotación. Su apuesta ha sido invertir para luego vender a un mayor precio. Fue lo que ocurrió con Dominga, donde la venta multiplicó por diez la inversión inicial.
Todos los proyectos mineros comenzaron su desarrollo durante el primer gobierno de Sebastián Piñera. Uno de ellos, Filipinas, fue creado el 21 de octubre de 2010 cuando ejecutivos de Minería Activa, sociedad administrada por Larraín Vial, constituyeron la sociedad Minera Activa Tres. En la primera junta de accionistas, el 1 de abril de 2011, decidieron cambiarle el nombre a Compañía Minera Filipinas. En esa misma reunión aparece el único accionista de la compañía: Minería Activa Uno, sociedad donde los Piñera Morel eran los mayores inversionistas a través del Fondo de Inversión Privado Mediterráneo.
Proyecto Indiana (Fuente: Expomin)
En esa junta de accionistas Minería Activa Uno aportó las concesiones mineras que son el corazón del proyecto, las que fueron valorizadas en cerca de $500 millones. La junta de la sociedad también designó como uno de los directores a Nicolás Noguera (vea aquí el acta de esa junta).
El 21 de noviembre de 2011 la Compañía Minera Filipinas ingresó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para ampliar las instalaciones de la mina y así incrementar la extracción de minerales como cobre, hierro y oro. Buscaban pasar de 4.500 toneladas mensuales extraídas a 100 mil toneladas por mes. El proyecto está ubicado entre Freirina y Vallenar (Atacama). El Sistema de Evaluación Ambiental dejó de tramitar la DIA porque estimó que carecía “de información relevante y esencial para su evaluación”, por lo que la faena no ha podido ampliar su tonelaje (vea aquí el expediente completo).
El proyecto siguió adelante y se crearon dos fondos de inversión para inyectarle recursos: Filipinas Uno y Filipinas Dos. En ambos participó la familia del Presidente. En el FIP Filipinas Uno lo hacía a través de Minería Activa Uno, la que tenía el 100% de las cuotas según consta en escritura pública del 26 de abril de 2017. Y en Filipinas Dos estaban a través de Inversiones Odisea, la que en abril de 2017 tenía el 41,9% de las cuotas del fondo, siendo el inversionista más relevante.
Hoy Filipinas sigue vigente en la cartera de inversiones de Minería Activa y se ofrece como un proyecto ubicado en “un distrito minero emergente en el norte de Chile, una jurisdicción amiga de la minería, con bajos riesgos ambientales, comunitarios y políticos” (vea un documento promocional del proyecto). En un catálogo de proyectos mineros ofrecidos a inversionistas, elaborado por el Ministerio de Minería e Invest Chile en 2019, Filipinas aparece como una de las alternativas.
Según el registro del Diario Oficial, actualmente la sociedad Compañía Minera Filipinas está en liquidación.
PROYECTO INDIANA
Otro de los proyectos en los que ha participado la familia Piñera Morel es Indiana, una mina de oro y cobre ubicada en Copiapó. Aquí también son participantes mayoritarios, como lo demuestran las escrituras públicas revisadas por CIPER. El 28 de diciembre de 2011 se constituyó la sociedad Minera Indiana Limitada con dos accionistas: Minería Activa Uno (donde los Piñera tenían la mayoría de las acciones a través del FIP Mediterráneo) y el Fondo de Inversión Privado Indiana.
En el FIP Indiana los Piñera también eran protagonistas. Así consta en un acta de su asamblea de aportantes fechada el 26 de abril de 2017, donde Minería Activa Uno aparece con el 39% de las acciones, e Inversiones Odisea con otro 22%. Los seguían, con la mitad de esa participación, Inmobiliaria Duero (de la familia Délano) y Chacabuco S.A. (de la familia Larraín, dueños de Larraín Vial).
Según un informe de Minería Activa, disponible en Internet, en 2011 comenzaron las exploraciones del proyecto Indiana y a 2014 ya se habían invertido en él US$11 millones. El proyecto contempla 4.500 hectáreas y para entonces las perforaciones sumaban 13.000 metros a través de distintos sondajes (vea ese informe).
Otro reporte interno de Minería Activa, de 2018, señala que entonces el proyecto estaba en vías de venderse, y que existía un memorando de entendimiento firmado, aunque no se especifica quién era la contraparte (vea ese reporte). Uno de los objetivos de entonces era amarrar la venta de Indiana junto a otros dos proyectos del grupo: Filipinas e Imán. Otra opción era buscar un socio. Pero no hubo éxito.
En la Feria de Exploraciones y Minas (Fexmin) de mayo de 2021, Indiana fue uno de los proyectos que se ofrecieron a inversionistas. A través de una exposición virtual, Martín Marquardt, gerente de exploración de Minería Activa, detalló las características del proyecto y señaló: “Actualmente le vendemos mineralización a la planta de Enami por sulfuro y oro, y también a una planta de óxido, por menos de 1.000 toneladas por mes”. Vea a continuación la presentación de Marquardt:
En el portal Concesiones Mineras, en tanto, se ofrece el Proyecto Indiana, destacando que cuenta con permisos ambientales para explorar y explotar minerales por menos de 5.000 toneladas mensuales. La última publicación de Minería Indiana en el Diario Oficial es reciente: el 28 de octubre aumentó su capital a $7.334 millones.
PROYECTOS EN EL CAMINO
Otro proyecto que despunta entre las inversiones mineras de la familia Piñera es Oro Atacama, que comenzó como una sociedad constituida por Walter Viteri Aldunate, un geólogo que en agosto de 2011 formó Oro Atacama Spa, a la que luego ingresarían los Piñera Morel a través del Fondo de Inversión Privado India Coya. Es este último, la familia presidencial participaba a través de dos vehículos de inversión: la sociedad Inversiones Odisea y la sociedad Geoactiva Cuatro SpA (donde participaban a través del Santa Victoria FIP, el mismo del proyecto Cóndor).
Oro Atacama es una mina de oro ubicada entre Copiapó y Tierra Amarilla. En julio de 2012, uno de los ejecutivos de Minería Activa, Andrés Susaeta, ingresó una consulta al Sistema de Evaluación Ambiental para saber si el proyecto requería de una Declaración o un Estudio de Impacto Ambiental. En ese documento se detalló que se buscaba explotar 2.500 toneladas mensuales. No debieron realizar el trámite, porque la norma establece que solo los proyectos de explotación que superan las 5.000 toneladas por mes están obligados a hacerlo (vea aquí ese expediente).
Un documento interno de Minería Activa de 2016, asegura que en el proyecto Oro Atacama se habían invertido US$20,8 millones y que en ese momento tenía sus “actividades congeladas al mínimo gasto” (vea ese reporte). En Oro Atacama los Piñera Morel compartieron inversión con empresarios como Isidoro Quiroga (el zar del agua en Chile), quien participaba a través de Minería Fuego Limitada, y Nicolás Ibáñez, el ex dueño de los supermercados Líder, que estaba presente con su sociedad Drake Investments Chile.
El último registro público de este proyecto es el acta de una asamblea de aportantes del FIP India Coya, fechada el 17 de diciembre de 2018, donde su entonces único accionista, Geoactiva Cuatro, decide la disolución anticipada del fondo, quedando esa sociedad como su continuadora.
Hay otros proyectos mineros en los que ha participado la familia del Presidente que han dejado escasas huellas en bases de datos, por lo que es más difícil rastrear su destino. Uno de ellos es Minería Sierra Fritis, que operó como sociedad constituida por Minería Activa desde mediados de 2011 y que tuvo también un Fondo de Inversión Privado asociado (FIP Sierra Fritis), en el que participaban los Piñera de manera indirecta. En enero de 2012 Nicolás Noguera, aparece como representante de la sociedad Minería Sierra Fritis en una escritura pública que tiene como objeto desistirse de la compra de acciones mineras.
Proyecto Filipinas (Fuente: Minería Activa)
Según el Atlas de Faenas Mineras de Sernageomin, Sierra Fritis tuvo una faena a su nombre, lo que puede implicar que se hayan realizado exploraciones o explotaciones de minerales. Pero en diciembre de 2015 la sociedad y su fondo de inversión fueron finiquitados.
El 11 de febrero de 2013, la sociedad Geoactiva Spa, en la cual participaban los Piñera Morel, firmó un memorando de entendimiento con Minera Polymet Limitada, filial chilena de la minera norteamericana Red Metal Resources, para adquirir el 100% del proyecto Perth, una mina de cobre y oro ubicada en la Provincia del Huasco (Atacama). Nicolás Noguera aparece firmando ese entendimiento en representación de Geoactiva.
El compromiso con Red Metal Resources, según consta en los documentos publicados en la SEC de Estados Unidos (algo así como la CMF chilena), era que Geoactiva le pagaría US$1 millón por las pertenencias mineras, con el compromiso de invertir otros US$3,5 millones en exploraciones. Luego, Geoactiva pagaría un 1,5% de todo el cobre, oro y cobalto que se explotara en la mina (vea aquí el acuerdo).
Para concretar el trato, en Chile se formó el Fondo de Inversión Privado Perth en mayo de 2013. Nicolás Noguera fue uno de sus apoderados. El 30 de abril de 2013 se firmó la opción de compra y se inició la exploración del proyecto, la que continuó hasta mediados de 2014, cuando Geoactiva se desistió de la compra.
A través de Geoactiva Spa, donde invertían los Piñera Morel, Minería Activa tuvo en carpeta otros proyectos como Adelaida y Quasar, pero no hay huellas de ellos en las bases de datos públicas. CIPER sí encontró una asamblea de aportantes del FIP Quasar, fechada el 25 de abril de 2014, y allí figuran los Piñera a través de Santa Victoria FIP con 140 millones de acciones. Y a través de Minería Activa Uno la familia del Presidente también estuvo en la Minera Central Andes, la que administró un proyecto llamado Minería Toro, del que tampoco hay mayor rastro.