Desafiando la transición: energía para la vida, no para el modelo
El encuentro anual AGUAnte La Vida, convocado por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) se realizó en Santiago entre el 29 de noviembre y 1 de diciembre (2024), con la participación de 50 dirigentes de organizaciones socioambientales, provenientes de regiones como Atacama, Valparaíso, Región Metropolitana, O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío, la Araucanía, y Los Lagos.
Durante tres días, bajo el lema “Desafiando la transición: energía para la vida, no para el modelo”, representantes de distintas organizaciones, expresaron su gratitud por el espacio, en el que interiorizaron mejor algunos conceptos del enfoque post extractivista desde una mirada latinoamericana. De igual forma, se promovió una participación activa para conocer la situación actual de los conflictos socioambientales en los territorios y la respuesta que están dando las comunidades.
Cabe mencionar, que las tres jornadas estuvieron acompañadas por Eduardo Gudynas, investigador del Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES), quien tuvo una intervención destacada en la conferencia inaugural "Avances y retrocesos: Extractivismos y ciudadanía en América del Sur”. El experto ofreció un análisis crítico sobre los retos del modelo, el impacto ambiental y las luchas sociales en la región, además de contribuir al análisis de la coyuntura, como parte de la metodología del encuentro.
En las plenarias se socializaron diferentes puntos para profundizar, como son los derechos de la naturaleza, el ciclo de vida y cambio de paradigma, intercambio de conocimientos, la conexión con los territorios, el amor y la solidaridad que se exaltaron en la revuelta popular, los cuidados colectivos, el valor de la cultura y la educación ambiental, la memoria de las aguas, estrategias de resistencia, la gestión comunitaria, la conciencia activa, y el acceso al agua como derecho humano.
Las actividades también sirvieron para no perder la vista de las amenazas que existen en los territorios donde operan la industria forestal, las salmoneras, las centrales eólicas y proyectos de explotación del litio y mineras. Así, quedó enevidencia que el entramado de las grandes corporaciones fomenta la discriminación, el individualismo, las brechas de género, la persecución a defensores, los estereotipos, los discursos de odio, y las deudas que persisten en la legislación chilena y la Constitución.
En este sentido, surgieron algunas conclusiones con énfasis en la derogación del código del agua, la distribución política del territorio, la articulación para proteger ecosistemas, la autonomía energética, las defensorías ambientales populares, las herramientas de protección para defensores y defensoras ambientales, el fortalecimiento de redes y medios de comunicación comunitarios, la capacidad de autofiscalización, las prácticas ancestrales y pueblos originarios, la implementación de escuelas de dirigentes socioambientales, la educación ambiental, la perspectiva bioecéntrica y la coparticipación de organizaciones e instituciones con énfasis comunitario. Todas, en el marco de las alternativas locales y la lucha socioambiental.
Voces del AGUAnte La Vida
En Atacama, el pueblo Colla está levantando su voz contra la expansión de la megaminería. Hilda González, presidenta del Consejo Nacional del Pueblo Colla, denunció que estos proyectos ponen en riesgo el agua. “Nuestro pueblo es trashumante y nos preocupa esta gran empresa del litio que va a llegar a nuestros salares, y va a destruir los ecosistemas, flora y fauna, todo lo que existe, como secar el agua que es un elemento vital”, acotó.
Por su parte, Sebastián Cruz, activista del Valle del Huasco (Región de Atacama), destacó la importancia de coordinar esfuerzos a nivel nacional para enfrentar el avance del extractivismo. "Hay muchos activistas que han estado llevando la lucha en distintos territorios, y podemos llegar a ciertas conclusiones y coordinaciones para hacer frente a este nuevo extractivismo que se quiere acelerar", afirmó.
En la misma línea, Sindy Urrea, proveniente de Chonchi (Chiloé, Región de Los Lagos), y representante de Mujeres Insulares por las Aguas, denunció la amenaza de los proyectos eólicos que ponen en riesgo el suministro hídrico y los bosques. "En Chiloé estamos viviendo una amenaza fuerte de la industria eólica, ya hay más de 20 proyectos pensados tanto de generación como transmisión eléctrica y que amenazan principalmente el almacenamiento de agua", señaló.
Así, otros espacios como la Red de Acciones por los Derechos Ambientales (RADA en Temuco, Araucanía) están promoviendo espacios de diálogo y reflexión para repensar los modelos de desarrollo y construir alternativas más justas. "Este encuentro, nos invita a repensar conceptos como transición, extractivismos, que hasta ahora han sido más pensados desde lo institucional y no desde la comunidad", señaló Rodrigo Velasquez, representante de RADA.
Por último, Patricio Cavieres, en nombre de Defensa Ambiental Cordillera (Puente Alto, Región Metropolitana), señaló: "este es un lugar para soñar, replantearnos y proyectarnos, cómo plasmamos los saberes con otras organizaciones".
El encuentro AGUAnte la Vida 2024, concluyó con una amplia participación, y en esta versión, tuvo como objetivo volver a posicionar la agenda socioambiental y potenciar las capacidades de los territorios desde una perspectiva de derechos, de género y de justicia climática y ecológica.