- Chile:16 de Diciembre de 2025
Encuentro AGUAnte la Vida 2025 articuló territorios frente al avance extractivista

El reciente encuentro organizado por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA, entre el 28 y 30 de noviembre, reunió a defensoras y defensores de territorios desde Arica hasta Magallanes, en un contexto marcado por el recrudecimiento de conflictos socioambientales, la presión extractivista sobre los territorios y el acontecer político e institucional.
Fortalecer las estrategias colectivas frente al avance de la desregulación, la privatización y la mercantilización de la naturaleza, fue el aliciente para que acudieran a Santiago más de 60 personas provenientes de 50 organizaciones sociales de todo el país, enfocadas en defensa del agua, biodiversidad, educación ambiental, derechos humanos y feminismos.
Durante las tres jornadas, quienes participaron, compartieron diagnósticos, experiencias y propuestas desde territorios que enfrentan conflictos socioambientales activos, considerando la importancia de reafirmar una agenda socioambiental en el marco de una perspectiva de derechos, de género y de justicia climática y ecológica.
Cecilia Aguilera, vocera del Colectivo de Defensa del Medioambiente de Atacama (CODEMAA), señaló que su participación buscó visibilizar la situación de una región históricamente afectada por el extractivismo. “Nuestros territorios son zonas de sacrificio que están siendo nuevamente violentados. Hemos querido traer esa voz y seguir aprendiendo, entendiendo las leyes y cómo se mueve el sistema que nos vulnera”, expresó.
Por su parte, Jorge Morales, del Observatorio Socioambiental Aconcagua y de la Alianza por la Naturaleza y la Biodiversidad, destacó el valor del encuentro como espacio de cuidado y proyección política. “Es una oportunidad para encontrarnos, reconocernos y hacer un balance honesto sobre qué esperamos y qué queremos hacer el próximo año. Ajustar las expectativas es clave para evitar el desgaste y la frustración, entendiendo que los cambios profundos requieren tiempo”, afirmó.
Para Javiera Elgueta de la Red por la Superación del Modelo Forestal (Región del Biobío), el encuentro es de gran valor al poder compartir con compañeros/as de distintas partes del país y conocer en qué situación se encuentran sus territorios y envió un mensaje esperanzador: “Soñemos juntos, es muy grato vivir en un lugar libre de contaminación”.
Entre tanto, Karin Zuleta, de la Asociación Ganadera, Agricultora y Forestal del Bosque Tambillo (Organización indígena Licanantay de Atacama), señaló: “No hay que perder el rumbo de lo que es el ser humano y nuestra composición. Los indígenas por nuestra cosmovisión somos seres vinculados y nos sentimos parte de la tierra… Debemos protegerla, en este tiempo de extractivismo al máximo nos estamos viendo amenazados todos, porque pone en riesgo nuestra subsistencia humana”.
El programa contempló un amplio trabajo formativo, en el que se incluyeron temas relevantes como: la relación minero-energética, el agua como bien común inapropiable, la transición energética corporativa, la conservación neoliberal de la naturaleza y la normativa e institucionalidad ambiental en Chile.
Durante las discusiones también se abordó el rol de la minería y la energía en el actual modelo de desarrollo, particularmente en el contexto de la transición energética, señalando sus impactos sobre los territorios. Asimismo, se trató la crisis hídrica desde una perspectiva de derechos, relevando la necesidad de desprivatizar y redistribuir el agua, y de trasladar las decisiones de gestión a las comunidades.
Respecto a la conservación de la naturaleza subordinada a lógicas de mercado, que concibe los ecosistemas como mercancías y excluye a las comunidades locales, se planteó avanzar hacia una conservación integral, con participación comunitaria y un horizonte postextractivista.
El encuentro combinó además, espacios de análisis político con metodologías participativas orientadas al cuidado colectivo y la construcción de memoria, destacándose la cartografía corporal, que abordó el impacto de los conflictos socioambientales en los cuerpos; el “muro de las victorias”, donde se compartieron hitos de resistencia territorial; el trabajo de fanzines colectivos, que permitió sintetizar gráficamente los impactos y las proyecciones desde cada eje temático, así como la “la radio de las buenas noticias”, un juego cargado de anhelos para participantes.
La jornada final estuvo dedicada a la construcción de estrategias de resistencia comunes, con énfasis en acciones locales, regionales y nacionales, así como en la elaboración de consignas de lucha y expresiones culturales que proyectan alternativas.
“Volvimos a tener un espacio de reflexión colectiva, reafirmando que, frente al extractivismo y la mercantilización de la naturaleza, los territorios y comunidades se defienden. Hoy más que nunca es fundamental el fortalecimiento de las capacidades organizativas y las alianzas para sostener los procesos territoriales”, manifestó Lucio Cuenca, director del OLCA.
En este sentido, el AGUAnte la Vida 2025 cerró con un llamado a profundizar la articulación entre territorios, fortalecer las alianzas entre quienes defienden la vida, y a sostener procesos de largo aliento frente a un escenario de regresión ambiental, denunciando a su vez, que existe una exclusión de diferentes temas socioambientales en la agenda pública, marcada por una captura corporativa del Estado.
Comunicaciones
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA
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