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Conflictos ambientales en Argentina
Papeleras en
Brasil
- Misiones (Argentina)
- Uruguay
Fuente: www.idea.org.py 18/02/2006 La Secretaría del Ambiente (SEAM) de Paraguay alertó sobre una papelera argentina que estaría volcando en el Río Paraná productos industriales cancerígenos y contaminantes, frente a la localidad paraguaya de Carlos Antonio López. Con asesoría especializada del Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA), el Ministro de la SEAM ya solicitó una investigación ante la Comisión Mixta del Río Paraná (COMIP), responsable de controlar la calidad del agua en el tramo del río en cuestión. El caso hace referencia a una fabrica de celulosa operada por Benfide S.A. (Ex Celulosa Argentina) situada en la localidad de Puerto Piray, de la provincia argentina de Misiones. Esta industria estaría vertiendo directamente en el Río Paraná compuestos clorados altamente contaminantes para el ecosistema de este recurso hídrico importante. El eventual peligro estaría en que no sólo la población de Carlos Antonio López podría verse afectada, pues algunos de estos químicos cancerígenos se depositan en la grasa de peces, poniendo en serios riegos a los consumidores de pescados del Paraná que se encuentren en varias ciudades de ambos países. La revisión del estudio oficial de impacto ambiental hecho por la COMIP, y presente en su página web, permitió tener una idea de la situación de las aguas en la zona: "los contaminantes industriales más importantes derivan de la industria de la celulosa y el papel. Una gran parte de esos efluentes es volcada al Río Paraná sin tratamiento". Ante este escenario, la SEAM tomó cartas en el asunto y el Ministro Alfredo Molinas envió una nota al presidente pro tempore de la comisión, Dr. Julio A. Barberis, en la que solicitó un estudio para "determinar con la mayor precisión posible el origen de los eventuales contaminantes, el grado de contaminación de la fauna íctica y el grado de contaminación en las aguas bajo la soberanía de la República del Paraguay". El Ministro aclara en la nota que: "Si bien la Secretaría de Estado a mi cargo podría llevar adelante un estudio de calidad de las aguas en el sector del Río Paraná que integra el territorio de la República del Paraguay, este estudio no podría determinar de manera concluyente una relación de causa y efecto con relación a las concentraciones de elementos contaminantes si no fuera realizado tomando muestras del hipotético foco de contaminación, situado en la margen izquierda del río, la cual integra el territorio de la República Argentina". Con respecto a si la COMIP hará lugar al reclamo paraguayo, Juan Pablo Cinto, Director Adjunto de IDEA, manifestó que "la Comisión está compuesta por representantes del Paraguay que responden a la cancillería paraguaya y no tendrían ningún motivo valedero para no realizar el estudio por cuanto son funciones de la COMIP controlar la calidad del agua". De igual modo, la gravedad de la situación amerita a que el Paraguay reclame con vehemencia la realización de los estudios pertinentes en la Argentina, para documentar oficialmente la contaminación, y a partir de ahí, instar a que la papelera de Puerto Piray sea obligada a cambiar su sistema de producción y desagüe, indemnizar daños y perjuicios, o eventualmente que sea clausurada. Cinto agrega que "los daños no se pueden remediar, salvo pedir una compensación económica por las consecuencias que produjeron". Es pertinente que la sociedad tome conocimiento de este caso. Los daños ambientales no pueden seguir justificándose con la idea de "progreso", porque "no se puede pretender ganar dinero a costa de la destrucción de nuestros espacios comunes, nuestros recursos naturales, biodiversidad, etc. porque a la larga equivaldría matar a la 'gallina' para quedarnos con 'los huevos de oro', lo cual es insostenible, y ahí si perderíamos todos", afirma tajantemente Ezequiel Santagada, Director del Programa de Derecho Ambiental de IDEA. La intención no apunta a cerrar las papeleras, pero se debe tener conocimiento de la amplitud del inconveniente para poder decidir lo mejor para todos. A veces exigiendo una mejor tecnología para el tratamiento de los residuos puede ser suficiente para solucionar los problemas. |
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