Industria de Celulosa en la cuenca del Río Itata

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Temen que afecte su labor
Abogado de pescadores buscará impedir que riles de Celco vayan al río Itata

Fuente:
www.elmostrador.cl/ 14 de febrero de 2006

Profesional que representa a los pescadores artesanales de la Octava Región quiere impedir que la planta Nueva Aldea de Celco vierta sus residuos industriales líquidos al río Itata mientras construye el ducto submarino que visó la Corema este lunes. Además, anunció que solicitarán estudios para saber cómo afectarán las descargas a los recursos pesqueros de la zona.

Molesto se encuentra el abogado de los pescadores artesanales de la Octava Región, Alex Quevedo, luego que la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) del Biobío resolviera aprobar este lunes, por unanimidad, la construcción de un emisario submarino para la planta Nueva Aldea, perteneciente a la firma Celulosa Arauco y Constitución (Celco).

Para Quevedo, ex abogado de las hermanas Quintreman en el caso Ralco y actual defensor de los medianos y pequeños empresarios turísticos afectados por la contaminación en el río Cruces, las autoridades de la Región y la empresa no han garantizado efectivamente que los recursos pesqueros que administran sus clientes no serán afectados, ni menos se ha cuantificado el daño que sufrirían para establecer un sistema de compensaciones.

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"Los pescadores pelágicos tienen derechos de pesca sobre 80 millones de dólares que se extraen en el área... Quiero aclarar que ellos no se oponen al ducto, se oponen al diseño actual y a la falta de información que existe. Los pescadores están dispuestos a aceptar la construcción en la medida que se realicen los estudios que corresponden, se adopten las medidas de mitigación que corresponden y se compense lo que no puede ser mitigado", dijo.

El proyecto, cuyo monto de inversión es de 60 millones de dólares, considera la instalación y operación de un sistema de conducción terrestre de 50,8 kilómetros, y de un emisario submarino, para la disposición final en el mar, de 2,3 kilómetros de extensión.

La implementación de la iniciativa tomará en total 18 meses, período en el cual la empresa podrá vertir sus residuos al río Itata. Sin embargo, como la planta recién estaría terminada a mediados de año podrá hacerlo sólo algunos meses bajo la condición de que los efluentes hayan pasado por tratamiento terciario y se respeten los parámetros ambientales que se fijaron en una resolución del año pasado.

"Mis representados no van a aceptar que los riles vayan al río Itata, como se pretende hoy día, mientras se termina el ducto. Por lo tanto, hay que hacer un muy buen estudio en el mar y no botar residuos al río", sostuvo el abogado.

"El país no puede darse el gusto y el lujo de que la empresa opere unos pocos meses, cuando se puede esperar para que el río quede libre de contaminación química como ha estado hasta ahora", agregó.

Solución 'tipo Barrick

En la actualidad, Quevedo se encuentra representando a pescadores desde la zona de la desembocadura del Itata hasta Lota, quienes están dedicados sólo a la extracción de recursos marinos como sardinas y anchovetas, los cuales han revisado los estudios presentados por la empresa y todavía no están satisfechos.

"Nosotros estamos reclamando que no hay claridad en cómo y cuánto se afectaría a estos recursos. Sólo recién ahí podríamos saber que es lo que hay que hacer para evitarlo al máximo, y como (sabemos) que no se puede evitar máximo habrá que mitigar eso y compensar lo que falte", afirmó.

Por ello van a esperar que la empresa sea notificada de la decisión para presentar el recurso de apelación respectivo a la dirección ejecutiva de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama).

"Creemos que con buenos argumentos podemos convencer a la autoridad de que aquí hay errores y creo que el proyecto Pascua Lama es un ejemplo de cómo se tiene que solucionar un conflicto ambiental", aseveró, recordando el acuerdo económico-ambiental que firmaron la Junta de Vigilancia del Valle del Huasco con Barrick Gold, equivalente a la entrega de 60 millones de dólares por 20 años a los regantes de la Tercera Región.

-¿Usted quiere que se aplique el mismo modelo en la Octava Región?
-Claro, por supuesto, así tiene que ser la solución. En el fondo las grandes empresas e inversiones se pueden justificar en la medida de que desarrollen, permitiendo el desarrollo de los que viven de otra forma en los lugares donde se instalan...

-¿Por ejemplo?
-Si instaló una actividad industrial donde hay pescadores, que éstos se puedan seguir desarrollando y mejor incluso de lo que estaban. Además, muchas veces aunque no contaminen pueden causar un daño a la imagen y para eso se deben establecer compensaciones. En el convenio de Pascua Lama eso está contemplado, la empresa dio respuesta a todo lo que se le pidió; en ese sentido los ecologistas pueden rechazar lo que está mal, pero no lo que ha pasado por todas las instancias técnicas.



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