|
Industria de Celulosa en la cuenca del Río Itata
Papeleras en
Argentina
- Brasil
- Uruguay
“Se está trabajando sin condiciones de seguridad para mí y el resto de los trabajadores, no obstante el accidente radiactivo que se produjo. El problema es que en la planta están laborando varias empresas que emplean equipos que utilizan radiactividad”, detalla en el recurso. Por ello es que la acción se emprendió en contra de Celco, pero también de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, precisó el abogado Díaz, ya que esta entidad “tiene el deber legal de adoptar todas las medidas necesarias para evitar accidentes, en especial que afecten a los seres humanos”. De ahí que, agrega, le imputan a la Comisión Chilena de Energía Nuclear una omisión ilegal y arbitraria ya que “no ha destacado un inspector que permanezca en el interior de la obra con equipos adecuados para atender cualquier emergencia”. Tampoco se han hecho fiscalizaciones, tan sólo dos durante el 2005, “que son insuficientes para una obra de esta envergadura y el rápido avance que está imponiendo la dueña de la obra”. En cuanto a Celco, el recurrente manifiesta que ha incurrido en una omisión “porque insiste en la obra se realice sin que existan medidas de seguridad y prevención para mí y los trabajadores que laboramos, protegiendo la vida y salud. Es más, hay una acción arbitraria e ilegal porque está obligando a las empresas contratistas a trabajar aceleradamente en una forma tal que implica riesgos para la seguridad de la vida y de la salud de sus trabajadores. Esta presión de acelerar los trabajos se aplica incluso a las empresas que emplean estos equipos radiactivos.” Tales omisiones, explica el abogado Gorky Díaz se han mantenido en el tiempo y no se han limitado a la fecha del accidente radiactivo, por ello es que manifestó su esperanza que la Corte de Apelaciones no lo declarará extemporáneo y lo acogerá a trámite. En lo concreto le piden al tribunal de alzada que acoja el recurso y disponga que los recurridos adopten las medidas para proteger la vida e integridad síquica y física del recurrente y demás trabajadores que se desempeñan en las obras del Complejo Nueva Aldea. “Nunca nos han dado una información clara. Se nos tomaron exámenes de sangre y en muchos casos sólo se les entregó un papel donde dice normal, pero nada más. No hay garantías de nada y en esas condiciones cuesta mucho volver a trabajar”, concluye Víctor Beltrán. Por Tribuna del Bío Bío Concepción, 24 de febrero de 2006.- |
|