- Chile - Internacional:22 de Septiembre de 2022
¿Quiénes controlan el negocio del “Hidrógeno Verde” en Chile?
Organizaciones comunitarias y sociales han estado denunciando durante años a lo largo de Chile los graves impactos causados en sus territorios por centenares de proyectos, presentados como fuentes de energía “verde”, “limpia” o “renovable” para una supuesta transición energética justa que no toma en cuenta los derechos, necesidades e intereses de la mayoría de la población.
Por Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales – OLCA, septiembre de 2022
Lejos de escuchar las voces de las comunidades afectadas, se siguen impulsando estos proyectos en la denominada estrategia del “Hidrógeno Verde” (H2V), un plan para atraer inversiones, con la subvención del estado chileno a través del otorgamiento de tierras, agua, infraestructura, financiamiento, además de otras facilidades legales, tributarias, administrativas y promoción publicitaria.
La Estrategia Nacional de H2V, que se publicitó para “exportar energía renovable al mundo en forma de hidrógeno verde y sus derivados; amoniaco verde, metanol y combustibles sintéticos” durante el gobierno de Sebastián Piñera y que continúa apoyando la actual administración, fue elaborada con la asesoría de la agencia estadounidense McKinsey & Company, que ha sido condenada por varios casos de corrupción y denunciada por lavado de imagen de corporaciones contaminantes y regímenes autoritarios (revisar más antecedentes de esta agencia acá).
Desde la oposición de la ciudadanía en 2010 al emplazamiento de medio centenar de torres eólicas en las costas de Chiloé -lo cual fue denunciado por amenazar la naturaleza, los medios de vida y el patrimonio cultural de la isla-, el número de conflictos socioambientales por situaciones similares ha aumentado a consecuencia del incremento de proyectos energéticos, existiendo alertas de científicos por los severos impactos ambientales que implican las masivas instalaciones de aerogeneradores.
El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) registraba a comienzos de este año 457 proyectos de energía calificada como renovable: 316 parques solares; 65 parques eólicos, 74 hidroeléctricas y 2 termoeléctricas de biomasa. Esto sin contar los proyectos anexos para ampliaciones, líneas de alta tensión o subestaciones elevadoras que conectan con las redes nacionales de electricidad.
A los conflictos socioambientales causados por proyectos de energía térmica se han ido añadiendo los ocasionados por instalaciones de energía renovable -varias veces de las mismas empresas-, como lo han constatado el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) y organizaciones afines.
La mayoría de empresas que operan proyectos de energía eléctrica forman parte de agrupaciones nacionales tales como Asociación Chilena del Hidrógeno (H2Chile) -espacio que reúne a compañías y representantes de instituciones privadas y públicas para "acelerar la transición energética" donde conviven desde transnacionales mineras hasta industrias de maquinaria pesada-, Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA), Asociación de Pequeñas y Medianas Centrales Hidroeléctricas (APEMEC), y Generadoras de Chile o la internacional Ammonia Energy Association (AEA).
Una docena de integrantes de H2Chile y/o de Generadoras de Chile, que ya registran eventos de conflictos con comunidades, operan ahora proyectos de “energía limpia” para el H2V: AES Corporation, Andes Mining Energy (AME), Anglo American, Colbún, EDF, Enel, Engie, Guacolda Energía, Empresas Copec, Innergex, Israel Corporation y Statkraft. Algunos ejemplos:
La empresa estadounidense AES Corporation suma a lo causado por sus termoeléctricas a carbón y su central hidroeléctrica Alto Maipo, nuevos conflictos provocados en la región del Biobío por sus planes de parques eólicos “Mesamávida”, “Campo Lindo”, “Don álvaro”, “San Matías” y “Los Olmos”. El proyecto Los Olmos es parte de un convenio de AES Corporation con Google para su gran centro de almacenamiento de datos en la región Metropolitana, que ha generado rechazo por sus impactos.
EDF (Electricité de France), asociada a AME en el manejo de cuatro termoeléctricas, son protagonistas del conflicto de la central termoeléctrica a gas de fracking El Campesino, localizada en Bulnes. En conjunto con Highly Innovative Fuels (HIF) operan un proyecto para enviar combustible generado con H2V a Alemania con la participación de Siemens y Volkswagen con su filial Porsche.
La compañía italiana ENEL, co-financiada junto a HIF por el Estado chileno por US$16.896.848 para el mismo plan de H2V, mantiene centrales térmicas a gas y petróleo y está involucrada a la par de Colbún, del Grupo Matte, en una zona de sacrificio ambiental y social en el puerto de Coronel por sus termoeléctricas a carbón.
Situaciones de desastre socioambiental de igual gravedad, debido a sus centrales a carbón, han causado en el norte del país Guacolda y la francesa Engie, a la cual Chile adjudicó US$9.533.668 y 2.347 hectáreas de terreno para producir H2V, que la empresa chilena Enaex del Grupo Sigdo Kopper usará en la generación de “amoníaco verde” para los explosivos necesarios en las tronaduras de proyectos mineros. Engie está en conflicto desde 2014 con la comunidad de La Aguada por la contaminación del agua con su hidroeléctrica "de paso" en el río Laja.
Empresas Copec, del Grupo Angelini, con sus instalaciones de líneas de alta tensión y aerogeneradores en territorios de comunidades mapuche en Arauco, provocó recientemente rechazo y protestas que han sido reprimidas con violencia. Este evento se suma al largo historial de conflictos socioambientales de las compañías asociadas en este conglomerado, en las áreas de energía (petróleo, gas y termoeléctricas), forestal (plantas de celulosa y extensas plantaciones industriales de árboles) y pesquera.
Israel Corporation, a través de su empresa derivada Kenon Holdings, maneja un proyecto de parque solar y tres termoeléctricas a gas/petróleo diésel con sus subsidiarias Inkia Energy e IC Power. Con su proyecto de central termoeléctrica a gas “Los Rulos”, IC Power provocó un conflicto con la ciudadanía en Limache que se mantiene por más de ocho años.
Según el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), el 37% de los 129 conflictos socioambientales contemplados en su campo de acción corresponde a proyectos de energía. La mayor parte de estos casos son de energía renovable y se ubican en territorios del centro y sur del país. A estos eventos, el INDH añade las hidroeléctricas de la empresa estatal noruega Statkraft en el río Pilmaiquén y “Maqueo”, de SN Power (firma integrada por Statkraft y NordFund, también de Noruega).
Cabe recordar que en 2008 Statkraft firmó un contrato a largo plazo con la empresa sueca de fundición Boliden, que envió a Chile en los 80s más de 20 mil toneladas de residuos mineros, con arsénico, mercurio y plomo, que se depositaron en la periferia de Arica. Esa basura tóxica causó numerosos casos de cáncer en la población y muchos bebés nacieron con enfermedades congénitas. En 2018 la Corte del distrito de Skellefteå falló a favor de Boliden una demanda de las familias afectadas por el desastre. Boliden fue creada y tiene parte de sus operaciones en Skellefteå, donde Statkraft opera su hidroeléctrica Kvistforsen. En 2021 Statkraft renovó y amplió su contrato con Boliden.
Otros casos similares son los de la canadiense Innergex Renewable Energy y su filial Energía Llaima, que tras cuestionados proyectos hidroeléctricos insiste en instalar una central eléctrica en el río Bio Bio. Situación que amplía otro conflicto ambiental generado en Rucalhue por la empresa china Three Gorges Corporation. Innergex es integrante de la agrupación APEMEC, de la cual son socios otros protagonistas de conflictos tales como Andes Power (Río Carén), Atiaia Energia (Rucalhue) y RP Global (Ríos Panqui y Tranquil). Esta última fue acusada por su posible vinculación en el asesinato de la ambientalista Macarena Valdés, opositora a la hidroeléctrica en el río Tranquil.
Por otro lado, la corporación minera australiana Fortescue, que inició este año gestiones para proyectos de energía renovable en Chile con su filial Fortescue Future Industries (FFI), tiene negocios de H2V en Chile con las transnacionales mineras BHP Billiton y Anglo American, causantes de varios conflictos socioambientales en el país. Fortescue es señalada entre los mayores emisores de dióxido de carbono de Australia junto a BHP y Rio Tinto.
Muchos de estos proyectos se encuentran en el llamado “portafolio de proyectos de hidrógeno verde”, el cual es manejado por el Ministerio de Energía y recopila información elaborada y facilitada al Estado chileno por las mismas empresas que lo integran. Sin embargo, la información es general y no profundiza necesariamente en los procesos que se llevaron a cabo en su elaboración técnica, como tampoco los impactos socioambientales que arrastrarían (ver el portafolio acá).
Aun así, esta carpeta de proyectos deja en evidencia la imprescindible necesidad de agua pura que se ocuparía en cada caso, lo cual implica mayores tensiones para un ambiente en crisis hídrica. En más de la mitad de las presentaciones se indica el uso de agua desalinizada, cuyo procesamiento conlleva consecuencias tales como la contaminación por residuos dañinos.
Un detalle no menor del referido portafolio es que más de un tercio de sus proyectos utiliza electricidad de las redes públicas, que incluyen fuentes de energía no renovables, de modo que el hidrógeno y el amoniaco así generados no serían por definición realmente “verdes”.
¿Con quiénes se enfrentan las comunidades afectadas por los proyectos de energía?
Generalmente tras las amenazas, peligros y daños de estos proyectos, la acción comunitaria se encuentra con firmas que son representantes, consultoras, subsidiarias o asociadas de empresas matrices que dependen a su vez, para su gestión financiera, de otras entidades: las administradoras de fondos de inversión.
Los activos de más de una veintena de las principales empresas del negocio del H2V chileno son manejados por grandes gestoras de inversiones, tales como las estadounidenses BlackRock, Capital Group (Capital Research & Management Co) y The Vanguard Group, la noruega Norges Bank Investment Management (NBIM) y el Royal Bank of Canada (RBC). Estas administradoras de inversiones forman parte de los mayores poseedores regulares de las acciones de varias de dichas empresas o financian algunos de sus negocios y por tanto sus decisiones son claves en la instalación y desarrollo de los relacionados proyectos de energía.
Entre las empresas dependientes de una o varias de las cinco gestoras de inversión mencionadas figuran Acciona, AES Corporation, Air Liquide, Anglo American, ATCO, Colbún, Cummins, Empresas COPEC, Enagas, EDF, EIG Global Energy Partners, Enel, Engie, Fortescue, Glenfarne Group (Prime Energía), Innergex Renewable Energy, Israel Corporation (Kenon Holdings), Linde, Naturgy, Repsol, RWE AG, Siemens, State Power Investment Corporation of China (SPIC), Volkwagen (Porsche) y Walmart (supermercados Lider). En el caso de las españolas Enagas y Repsol, las francesas EDF y Engie, la china SPIC y la italiana Enel, el Estado correspondiente posee también una parte importante de las acciones. La mayoría de estas firmas participa en la asociación sin fines de lucro H2Chile (Ver cuadro siguiente). Entre otras gestoras de activos con participación importante en este negocio destacan las estadounidenses Fidelity Investments, Geode Capital Holdings y State Street.
Este es el contexto en que extensos territorios y poblaciones afectadas por los proyectos de energía enfrentan las consecuencias de las diversas operaciones para aumentar ganancias que realizan las empresas involucradas, las cuales además suelen incrementar sus beneficios en las bolsas de valores, en actividades para evitar pago de impuestos impuestos y en especulación financiera.
Empresas del negocio de hidrógeno verde en Chile y sus Gestoras de fondos de inversión:
Elaboración propia con datos de la actividad bursátil de estas empresas registrados por AAStocks, Holdings Channel, MarketBeat, MarketScreener, MarketWatch, CNN Business, Simply Wall Street, Stock Detect, U.S. Securities and Exchange Commission, WallStreetZen y Wall Street Journal. (*) Participantes en la asociación H2Chile.
A modo de ejemplo, en las siguientes capturas de pantalla de la plataforma australiana de información financiera
Simply Wall Street tomadas este mes, se muestra los principales dueños de acciones de cuatro empresas con proyectos de H2V
co-financiados con millones de dólares por el Estado chileno:
Engie,
Enel,
Linde (con su subsidiaria
Linde GmbH) y
Enagas.
ENGIE:
ENEL:
LINDE:
ENAGAS:
Las contradicciones del discurso verde
Con un discurso similar al empleado en Chile, algunas de estas empresas desarrollan el mismo tipo de negocios de H2V para la industria extractiva y de exportación en otras regiones del planeta. Por ejemplo,
Fortescue maneja planes de “energía verde” en Africa y Asia, contratos en Argentina para producir y exportar H2V, asociación con
ATCO para generar H2V en Australia y convenios con
Linde y
E.ON para el traslado de ese producto a Alemania.
E.ON, que intentó instalar una
termoeléctrica a carbón en Chile, tiene como principales
propietarias de sus acciones a BlackRock, Capital Group, NBIM y Vanguard Group.
NBIM, que administra el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega y tiene la mayor propiedad de acciones cotizadas en el mundo,
sostiene que “
hay empresas en las que decide no invertir por razones éticas o de sostenibilidad”. Sin embargo tiene una participación accionaria principal en cinco empresas con conflictos por abusos contra la población y la naturaleza en Chile: COLBUN, Enagas, EDF, ENEL y Engie. Vale mencionar que las tronaduras mineras con explosivos del proyecto de “amoniaco verde” de Engie lanzarán gases de efecto invernadero a la atmósfera. Además
NBIM, junto a BlackRock y Vanguard Group,
detenta parte importante de las acciones de Boliden, causante del antes mencionado grave atentado a la salud y al ambiente en Arica y cuyas fundiciones emiten significativas cantidades de contaminantes (óxidos de azufre y de nitrógeno).
Por su parte
BlackRock, considerado el principal gestor de fondos del planeta, a la vez que invierte en varios proyectos de energía solar en Chile, posee gran parte de acciones en 23 de las más importantes empresas del negocio del H2V, nueve de las cuales son protagonistas de conflictos socioambientales debido mayormente al uso de combustibles fósiles: AES Corp, COLBUN, Empresas COPEC, Enagas, EDF, ENEL, Engie, Innergex e Israel Corp.
En su reciente
carta anual, el CEO de
BlackRock, Larry Fink, ha tratado de justificar sus inversiones en combustibles fósiles aduciendo que “
la transición a cero emisiones netas ya es desigual con diferentes partes de la economía global moviéndose a diferentes velocidades. No ocurrirá de la noche a la mañana. Necesitamos pasar por tonos marrones a los verdes. Por ejemplo, para garantizar la continuidad de provisiones de energía asequibles durante la transición, los combustibles fósiles tradicionales como el gas natural desempeñarán un papel importante tanto para la generación de energía como para la calefacción en ciertas regiones, así como para la producción de hidrógeno”.
Además de su importante participación en el capital de los mayores participantes del negocio del H2V chileno, las citadas cinco gestoras de activos invierten a nivel mundial en corporaciones de energía petrolera y gasífera, señaladas como responsables de los graves daños causados al planeta en la producción de combustibles fósiles.
Más aún, BlackRock, Capital Group, NBIM y Vanguard Group invierten simultáneamente en los bancos internacionales que financian a las productoras de combustibles fósiles. Estos bancos, entre los que se cuentan JPMorgan Chase, Citi, BNP Paribas, Wells Fargo, RBC, Barclays, Mizuho Financial Group y Morgan Stanley, han sido denominados “
la docena sucia” por organizaciones ambientalistas. En tan solo seis años desde que se adoptó el Acuerdo de París, los 60 mayores bancos del mundo financiaron con 4,6 billones de dólares la producción de combustibles fósiles (
Ver informe).
BlackRock mantiene participación accionaria en las petroleras BP, Chevron, Exxon Mobil, Repsol y Shell y en los bancos JPMorgan Chase, Citi, Wells Fargo, Barclays, Mizuho Financial Group y Morgan Stanley.
Capital Group es accionista de Chevron y Shell y de los bancos JPMorgan Chase y Wells Fargo.
NBIM es una de las principales accionistas de la petrolera Repsol y de JPMorgan Chase.
RBC tiene acciones en China Petroleum & Chemical Co y Petrochina Co Ltd.
Vanguard Group es accionista de las petroleras Chevron, Exxon Mobil y ConocoPhillips y de los bancos JPMorgan Chase, Citi Bank, BNP Paribas y Wells Fargo.
Gazprom, Exxon Mobil, Saudi Aramco y BP, las petroleras que mayor financiamiento reciben de los bancos de la llamada “docena sucia”, han sido asesoradas por la agencia estadounidense
McKinsey & Company, caracterizada por mantener en calidad de asociados a algunos de sus ex-ejecutivos que ocupan posiciones importantes en varias otras empresas, tales como las involucradas en el negocio del H2V chileno: BlackRock, EDF, Enap, Enel, Engie, Fortescue, Glenfarne Group, Linde, NBIM y RBC.
Así, las mismas empresas que manejan el negocio del H2V en Chile continúan dando soporte al desarrollo de la producción y uso de combustibles fósiles a través del planeta.
BlackRock,
Vanguard Group y
Capital Group encabezan la lista de inversores en la industria del carbón, según una
investigación publicada por las organizaciones ambientalistas Urgewald, Reclaim Finance, 350.org Japan y otras 25 ONG asociadas, en febrero de este año. En el lugar 11 de la lista está el Fondo de Pensiones gubernamental noruego manejado por
NBIM (Ver cuadro que sigue).
El siguiente cuadro con los mayores inversores en carbón indica con un asterisco las empresas integrantes de la publicitada plataforma “
Net Zero Asset Managers Initiative”, otro intento de lavado verde de imagen para mantener las emisiones nocivas en un imaginario nivel cero, en la cual cada firmante se compromete “
a apoyar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, en consonancia con los esfuerzos mundiales para limitar el calentamiento a 1,5 °C ("cero emisiones netas para 2050 o antes"). También se compromete a apoyar la inversión alineada con las emisiones netas cero para 2050 o antes.”
Inversores en Carbón: Los 15 principales
(*) Integrante de la “Net Zero Asset Managers Initiative”.
Imagen tomada del gráfico con los principales inversores en la industria del carbón en el informe de Urgewal et al.
Versión en PDF:
Enlace al documento:
https://olca.cl/oca/informes/Quienes-controlan-el-negocio-del-hidrogeno-verde-en-Chile.pdf9631